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domingo, 1 de noviembre de 2009

Candidatura. Respuesta a Ana Leticia.

Ana, lo primero: muchas gracias, por tu comentario. No quiero hacer demasiado misterio, así que te digo de entrada que sí voy a participar en el proceso, pero me gustaría argumentar un poco, por que efectivamente he estado diciendo por meses que no participaría. No lo estuve diciendo por estrategia, al estilo de “denme por muerto” sino por responsabilidad. Ser director de la Facultad es una gran responsabilidad, que necesariamente lleva a replantear las prioridades en la vida del director. Ya lo explicaba yo con ayuda de la anécdota del Dr. Lozano que le gustaba irse a los toros los domingos, a mi me gusta hacer muchas cosas para las que no tendría tiempo en caso de ser director. Ser un buen director requiere una dosis de sacrificio personal y no tenía nada de ganas de eso.

Paradójicamente lo que me hace cambiar de opinión y decidirme a participar es también un sentimiento de responsabilidad. Una responsabilidad que fui adquiriendo con cada letra, cada texto, cada comentario y cada crítica en el blog. Caí en cuenta cuando alguien me explicó porque votó por no participar en el proceso en una de las encuestas pasadas, cuando me dijo que el blog había iniciado bien, pero había tenido un bache cuando respondí que no quería ser director. Me doy cuenta de la responsabilidad que adquirí cuando veo los mensajes que me escriben a mi correo, como los de Ángel Guardian o cuando la gente en los patios y pasillos me dice: ¿Y tu por qué no? Y cuando al contestar que es mucho trabajo, lo que obtengo es: Pero no lo vas a hacer solo.

Entonces es cuando me doy cuenta que ya estoy comprometido con un grupo de gente y que participar en el proceso tiene sentido porque lo hago junto con ese grupo de personas que a su vez tiene un compromiso con la Facultad.

Así que, Ana, vamos a participar. Vamos a necesitar ayuda para convencer a la comunidad de la FESC y a las autoridades de la UNAM de que tenemos un proyecto viable y un grupo de personas capaces de ejecutarlo, habrá que ver todo esto de las cartas de apoyo y demás. Ojala se muevan muchas cartas, no seamos ni excluyentes ni intolerantes, hay varias otras personas a las que valdría la pena apoyar también y cuyos nombres valdría la pena poner en las cartas al secretario general. Mantengamos la estrategia que deciamos hace unas semanas de apoyar a quienes están por el cambio.

viernes, 12 de junio de 2009

Los zapatos de otro.

A Beatriz, en pago de la deuda de hace dos noches. A Ana Leticia, por su valor y cariño a la FESC.

Jorge Tórtora y Ana Leticia hablan en sus comentarios del día de ayer, desde diferentes ángulos, sobre la FESC, su tamaño y su conducción. Dice Jorge que somos una Institución mayor a varias universidades de provincia y argumenta que las dificultades que enfrenta el director de la FESC son superiores a las de un director de otra facultad en Ciudad Universitaria. Ana Leticia dice que aun con el tamaño que tiene la facultad no destacan en ella grupos de docencia o investigación y da una serie de argumentos de los que se han expresado en el blog, para explicar porque no se logra esa notoriedad.
Jorge defiende explícitamente la figura de la directora y Ana Leticia dice textualmente que la FESC es una tierra sin ley.
La publicación, hace una semana de la encuesta sobre la relación de la directora con la mafia había provocado también comentarios, como que hay que ponerse en los zapatos de la directora y ver que se puede hacer con el entorno en el que le ha tocado dirigir.
Así pues hemos aterrizado en el debate sobre la figura de la directora y su accionar. Voy a entrar en ese tema, por el obvio interés que tiene para las personas que participan en el blog, procurando que el debate sea una discusión de altura, que no agravie, pero no soslaye. Me gustaría que después retomáramos la construcción del plan estratégico que iniciamos.
Como muchos de los viejos maestros que damos clases en las carreras del área de Química conocí a Suemi, como alumna, le dí el curso de Ecuaciones Diferenciales, en el que destacó como buena estudiante. Me tocó además ser miembro de su sínodo profesional y del jurado de ingreso al posgrado. Cuando estuvo en Europa llegó a mandarme alguna postal y después cuando Montaraz la nombró en el posgrado, ya estando yo en DGSCA, la acompañé a Conacyt a ver a Miguel José Yakaman y hablar en pro de la FESC. Como organizador de Ciencia, Conciencia y Café la invitamos a hablar de matemáticas en alguna de las conferencias.
Cuando me fui a DGSCA, Gilberto Amaya, estaba haciendo conmigo unos cálculos sobre el modelo de Ising. Por obvias razones a Gilberto le resultó más cómodo seguir trabajando con Suemi. Un día me llamó ella a la DGSCA para decirme que no quería que yo pensara que me estaba pirateando un estudiante. Le contesté que no pensaba eso, que entendía la situación y que me parecía muy bien por Gilberto. Me ofreció que colaboráramos en la dirección del trabajo de Amaya Ventura, pero me dijo, esta participando también Armando Aguilar. Me negué a esa colaboración porque me pareció que el tema no daba para tantos colaboradores y porque nunca había visto que Armando generara una idea en el área. No voy a usar la metáfora de Tórtora, pero su fuerte era el hostigamiento de profesores y la grilla, no las transiciones de fase.
Suemi estuvo en la terna para la dirección, por primera vez, cuando la reelección de Juan Antonio. Yo visite, junto con varios profesores, a miembros de la junta de gobierno, apoyando al director. En el IMP, frente a Chapela, Garibay que iba en el grupo que hablaba a favor de Juan Antonio, empezó a apoyar la candidatura de Suemi, al punto que al salir de la entrevista, Gaby, la alumna de Juan Antonio, que iba con nosotros, le preguntó: “Maestro, ¿usted a qué entra?”
Nunca conocí de cerca la relación ni de Keller, ni de Suemi con el grupo de profesores extranjeros, a los que llaman genéricamente los rusos, aunque no todos son de esa nacionalidad. Tcheejov, fue alguna vez a DGSCA y hablamos de mecánica de fluidos computacional, pero nada más. El caso de Yamaleev, lo vine a saber con detalles, ahora el 1º de mayo, en que el profesor lo publicó. Ignoraba e ignoro los detalles de la aventura europea de Armando y Frida, no se si les escribieron o no la tesis de doctorado, pero la influencia negativa de Armando en el desarrollo del área de matemáticas de la FESC está a la vista. La relación de Suemi con la mafia es la principal razón por la que no me parecía su candidatura a la dirección. El grupo de apoyo de Suemi eran ellos y claro, si llegaba a la dirección le iban a cobrar el apoyo. Veamos el equipo de colaboradores cercano.
Me ha costado trabajo convencerme pero la relación de Suemi con la mafia, no ha sido como la de otros directores en el pasado, que fueron hostigados, sobre todo Galvan, por oponerse a la presión. La realción de Suemi con ellos es de alianza. Ellos aportan los votos y ella el presupuesto. Me ha costado trabajo aceptarlo porque me gustaría que fuera de otra manera y pporque le he tenido simpatía a Suemi.
¿Qué puede hacer Suemi?, ¿qué podía haber hecho? Póngámonos en sus zapatos.
Como señala Beatriz, la FESC tiene ciertas condiciones y en ellas hay que vivir y convivir o sobrevivir. La física y las matemáticas no son áreas desarrolladas, pese a los esfuerzos de Jaime Keller, de traer buenos académicos. Trajo a profesores del Cinvestav a finales de los 80 y luego a los rusos, pero la mafia administrativa ha sido mas poderosa.
Los posgrados en esas áreas no han sido, como en el caso de veterinaria, posgrados poderosos. La maestría en metal mecánica estuvo años sin graduar un solo estudiante, la de fisicoquímica estuvo cerrada por años en la facultad. Los alumnos de la FESC viajaban y siguen viajando a Ciudad Universitaria a estudiar. De dónde iba a sacar Suemi estudiantes, pues de los profesores de la FESC que regresaban de España. Ahí se inicia la relación con la mafia. ¿Qué hubiera podido hacer? Buscar otros estudiantes. La mafia nunca tuvo miembros de brillo académico que impulsar a la dirección, siempre estaban tratando de dominar el consejo técnico, que se gana con votos, para presionar al director. Con Suemi tuvieron por primera vez la posibilidad de un candidato de ellos. ¿Qué podría haber hecho Suemi? No aceptar los apoyos de ese grupo. Es cierto que sin ellos sus posibilidades de ser directora eran menores, pero el costo del apoyo era alto.
Ya en la dirección, ¿qué podría haber hech?. No darles el poder que le has dado. Me da la impresión de que como dirigir la FESC es una tarea complejam como señala Tórtora, a los directores les gana la tentación de nombrar “colaboradores” que “administren” mientras ellos hacen su trabajo de investigación o van a juntas en CU.
¿Qué podría hacer Suemi ahora? Eso depende que quiera. Si quiere terminar su periodo y luego dedicarse a su trabajo de investigación, podría anunciar que no desea reelegirse y dejar las cosas como están, para que el próximo ganador de la rifa del tigre, las intente resolver. Si se quiere reelegir tendrá que valorar que le conviene más si remover a los funcionarios que pertenecen a la mafia y aguantar el temporal o mantener la alianza, que la debilita ante quienes tomarán la decisión, pensando quizás en que si gana, se deshace de ellos, con el riesgo de que en el camino a la reelección, ellos busquen otro candidato, que apoyar, desde la sombra, como siempre.
Preguntaba Beatriz, que haría uno en esos zapatos. Yo no me hubiera vinculado ni “académicamente” con ellos, no les hubiera dirigido las tesis, ni nada de eso, no me hubiera aliado con ellos para la campaña a la dirección, no los hubiera nombrado en puestos claves, ni les hubiera permitido alcanzar el poder que han alcanzado.
Lo terrible es que Suemi no llega a la dirección y se encuentra con la Mafia, como otros directores. Ella llega con la mafia, apoyada en la mafia.
Pero antes de que me digan que no se trata de saber que hubiera sido bueno hacer, sino de que hacer hoy, con las cosas como están. Lo que yo haría sería pedirles la renuncia a los funcionarios de la mafia y contrarrestar el poder de la mafia al interior del Consejo Técnico.
No se si dirigir es más o menos complicado que escribir artículos de investigación (que no es lo mismo que investigar), en todo caso es distinto y requiere además de honestidad, de valor y de apoyo. Apoyo de la comunidad y de la administración central.
La gran pregunta es: ¿Qué quieren las autoridades centrales que sean estas Unidades Multidisciplinarias? Y ¿Cómo los convencemos de que pueden ser otra cosa, que lo que han sido hasta ahora?
Esa es la tarea del blog, más allá de la figura de la directora.

domingo, 17 de mayo de 2009

¿Quién quiere ser director de la FESC?

Tórtora trajo el tema de mi “interés” por la dirección de la FESC y como él dice, no debe ser el único en creerlo. De hecho algunas personas me lo han dicho en los patios de la escuela. Quiero ser totalmente claro al respecto: mi interés no es ser director, sí lo es que la mafia no siga dominando la escuela y estoy dispuesto a ayudar a TODOS quienes se quieran postular, con ese eje de campaña: des Armando la Mafia.

Todos sabemos que el proceso de elección de director es un proceso complejo en el que intervienen muchas instancias: La comunidad de la dependencia para la que se va a nombrar director, el secretario general, el rector, la junta de gobierno y líderes académicos y gremiales dentro de toda la UNAM.

La junta de gobierno elige a partir de una terna que propone el rector, quien a su vez para hacerla, entrevista a un cierto número de candidatos a partir de una lista que le pasa el secretario general, el que también ha entrevistado a varios de las personas que la comunidad de la dependencia mencionó en la primera etapa del proceso.

A veces se piensa que el proceso se decide fuera de la dependencia y no es así. Es cierto que lo hace una instancia externa, la junta de gobierno, pero lo hace a partir de la información que recaba de los miembros de la comunidad. Estoy seguro que con documentos que mostraran manejos irregulares en las asignaciones de plazas, publicación de artículos, hostigamiento a profesores, etc. La junta de gobierno no nombraría a un candidato de la mafia, pero no podemos ir a la junta de gobierno nada mas a decir no queremos a la mafía, tenemos que documentar nuestros dichos y en eso no nos van a ayudar las denuncias anónimas.

Si queremos el cambio de a de veras tendremos que dar nuestros nombres o como dicen: “callar para siempre”. Tampoco es muy conveniente llegar con las autoridades correspondientes nada más a decir lo que no queremos, sería bueno tener alternativas, de ser posible personalidades que no polaricen a la facultad, académicos con consenso, con autoridad moral.

Ya señalaba Tórtora la necesidad de alinear la marcha de la FESC con el resto de la UNAM. ¿Cuántos aspirantes conocen el plan de trabajo del rector? ¿Cómo armonizarían su eventual plan de trabajo de directores con el del rector? Es indispensable que quienes aspiren convenzan al rector de que su plan para la facultad se inscribe en el plan de él para la UNAM.

También al rector y al secretario general, quienes conducirán el proceso, debemos hacerles llegar nuestros argumentos, nuestras dudas, nuestros temores, nuestras quejas. Si los argumentos son sólidos los tomaran en cuenta. Preparar esas presentaciones debe ser nuestra tarea. Preocupémonos más de dar a conocer la situación de la Facultad que de especular sobre quienes pueden o no ser candidatos. Actuemos como comunidad.

Ser director no es disfrutar de prebendas, asistir a eventos sociales y estar en los presidums. Es ser un líder de la comunidad, trabajar a veces más que el resto, enfrentar con valor problemas añejos, ser justo. Quienes le quieran entrar al asunto de postularse, piensen en eso antes que en lo bonito que se ve en la puerta el letrero de“Director”. Piensen quienes quieran ser director en asumir el compromiso de ir des Armando la mafia.

La estrategia que preveo es simple: Definir el mayor número posible de candidatos viables, que no sean afines ni víctimas potenciales de la mafia y apoyarlos a todos. Crear una mayoría alrededor de sus nombres. Documentar las razones por las que no queremos a la mafia vinculada a la dirección de la FESC y hacerlas del conocimiento público. Estoy seguro que seremos oídos.

Y entonces a lo mejor el blog no resulta tan inoportuno.