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viernes, 19 de diciembre de 2014

El mensaje de la mujer que veía con los ojos cerrados.

El 6 de diciembre del 2014, como parte de la FIL de Guadalajara, me hicieron favor de acompañarme en la presentación del libro Eros y Tánatos, Margarita Ontiveros, que ha sido editora de algún libro mío en el pasado, Rosario Rogel, responsable del programa editorial de la Universidad Autónoma de México y Alejandro de la Mora, que fue mi profesor de literatura en la preparatoria y director del grupo de teatro experimental, en que participaba yo como estudiante.
Alejandro leyó unas palabras que ahora comparto con los lectores del blog. Para publicarlas aquí, las he dividido, por razones de su extensión y temática, en dos partes. La primera en la que aparece el misterioso personaje de ¿En que puedo ayudarlo? para darle al “tal de la Mora” un texto, que es el que él lee. En esa parte inicial De la Mora borda sobre la importancia económica de la cultura, sobre el prólogo, escrito por Mabel Hernández y sobre la estructura general del libro, no sin antes aludir a la situación del país. En la segunda -casi obligado por la concurrencia, según el apócrifo escrito- el ponente opina sobre los cuentos.
Publico ambas partes en dos entregas consecutivas con la casi seguridad de que los lectores del blog las disfrutarán tanto como yo.


El mensaje de la mujer que veía con los ojos cerrados.

Este texto no lo escribí yo, me lo dio en una memoria USB una mujer de falda larga, que veía con los ojos cerrados, que repentinamente apareció frente a mí, cuando yo buscaba desesperado en uno de los estands de esta FIL, las cuartillas
que había preparado para este evento.

No busques más, es inútil. Me espetó

¿Qué es inútil? ¿Cómo sabes qué busco algo?

No tengo tiempo, ni es mi costumbre explicar. Aquí hallarás un archivo que resolverá tu problema.

Hecha esta aclaración, inicio la lectura.


En un país convulsionado por la falta de justicia, conversan sobre literatura, de manera similar a como lo hacían los Formalistas en la época de la revolución bolchevique, un selecto grupo de personas. Para nuestro consuelo, los historiadores han dado cabida a ambos. A unos en la historia de la cultura, a otros en la historia con H mayúscula.

Esta agradabilísima conversación se lleva al cabo en las fronteras de la vigésima octava vuelta de una Feria que inició la Universidad de Guadalajara. En la misma, un espacio para hacer negocios relacionados con la industria editorial y para
banquetes culturales presididos por la literatura, más de 1900 editoriales exhiben sus productos. Estamos en una sala que lleva el nombre del autor de Ojerosa y pintada.



Un tal Alejandro de la Mora, al que Rafael Fernández Flores le dedicó un inestimable ramillete de cuentos agrupados bajo la denominación de Eros y Tánatos, comenta que la cultura, según el INEGI, aporta al Producto Interno Bruto del país
el 2.7 %. Desglosado de esta manera: El mercado aporta 2.0, la Gestión del gobierno 0.1 y los Productos culturales de los hogares 0.6. Agrega que el centralismo de este país se evidencia en la industria editorial, pues (señala de la Mora) una de cada cuatro unidades económicas implicadas en los procesos de la cadena del libro (25%) se hallan en la Ciudad de México, y que con excepción de 4 de los estados de la República Mexicana (Veracruz 5.4, Puebla 5.8, Jalisco 6.7 y México 11.2) los demás estados no alcanzan el 5 %. En otras palabras, más del 50 % de las unidades económicas implicadas en los procesos de la cadena del libro se hallan en 5 entidades federativas de nuestro país.
Posteriormente da lectura a: “Y aquella mujer”.


Y aquella mujer –¿se llamaba?– tan sensible, tan torpe que se veía, tan

como despistada; pero no daba paso sin huarache y ¡sabía escoger tan

bien a sus amigos! Pero ¿pero qué hacía, cómo se llamaba?

(Un texto de un jalisciense nacido en 1942.)


Con base en los dos enunciados interrogativos que aparecen en “Y aquella mujer”, el Alejandro se suelta un rollísimo en el que nos refiere un cuento de RFF, “Es el de ella” que no forma parte de esta colección, escrito únicamente con enunciados de este tipo (un total de 37), que ilustra magistralmente la técnica del monólogo interior y, primordialmente, cómo vincular la anécdota al título de un cuento.
Aunque de la Mora no lo dice, suponemos que “Y aquella mujer” está relacionado con el larguísimo primer cuento de Eros y Tánatos que Fernández Flores titulóEstá en su naturaleza”. Según DLM, la protagonista de este texto está diseñada como una heroína de la picaresca, similar al personaje de La lozana andaluza de Francisco Delicado (1528).

Ya encarrerado el de la Mora ése, salió con que algunos trazos de las viñetas de la portada y la portadilla del libro objeto de esta nota, le recordaron al personaje Denisse de Eco, un diseñador gráfico que publicó en el Sábado de Batis de1985 a 1993.
Habría que señalar que antes de los comentarios relacionados con el relato “Está en su naturaleza”, el charlista mencionó el Prólogo escrito por Ma. Isabel
Hernández Guerra del que comentó que se trataba de una excelente, no obstante incompleta, semblanza del autor. Al parecer, la prologuista no da cuenta de las andanzas del autor de Eros y Tánatos por el mundo de la farándula actoral. En efecto, en algún momento de la presentación que Alejandro de la Mora hizo al libro, refirió que Rafael Fernández actuó en varias obras de teatro montadas por el
Grupo de Teatro Experimental de la ULSA.

Se expuso asimismo que Rafael Fernández Flores proporcionó una estructura dialéctica a su brillante colección de cuentos. Eros (tesis), la primera partición, contiene tres cuentos. Tánatos (antítesis) la segunda, 4 cuentos. Eros y Tánatos (síntesis) la tercera, agrupa dos relatos.

martes, 9 de diciembre de 2014

Hazme justica Señor. (Encuentro con Ernesto Cardenal)

Cómo no reconocerlo, con el pelo blanco y largo saliendo por los costados su infaltable boina negra. Me acordé de las fotos de él que publicaba Proceso  a finales de los años 80. Estábamos desayunando en el restaurante Los Vitrales del Hilton de Guadalajara, cuando entró apoyado en un bastón de tres patas y precedido por algún ayudante.

Más para avisar que lo había visto que por confirmarlo le dije a mis acompañantes:

– Creo que es Ernesto Cardenal.

-Sí es, me corroboraron.

-Me gustaría entrevistarlo dije, quisiera saber qué piensa de la revolución Sandinista, ahora.  Me acordé del libro que Piketti acababa de estar firmando en la fería “El Capital en el Siglo XXI” y completé la frase: que piensa de la revolución… de las revoluciones en el siglo XXI.

-Pues entrevístalo, me dijeron mis acompañantes, que no se habían dado cuenta que sólo lo había expresado como un deseo, no como una voluntad. En ese momento pensé que era posible hablar con él. Estaba en la mesa de al lado, sólo,  mientras su ayudante se había levantado a tomar algo del bufet.

Aunque muchas personas no lo creen, siempre he sido tremendamente tímido en algunas circunstancias. Está era una de ellas. Pensaba lo desagradable que ha de ser que quieras desayunar con calma y que de la mesa de al lado se paré alguien a querer hablar contigo, nada más porque te reconoció.  Me parecía una descortesía terrible.

Sin embargo me levanté de la mesa y… me dirigí a su ayudante.  Le pregunté si pensaba que sería posible hablar con él un momento. Me dijo que sí, que Cardenal iba a dar una conferencia de prensa en un rato más, pero que como a eso de las 10:15 estarían en el Lobby y sería un buen momento para hacerlo.

Regresamos cada uno a su mesa y seguimos desayunando, pasadas apenas las diez de la mañana, Pedro -que así me había dicho llamarse, el acompañante- pidió la cuenta en la mesa de Ernesto Cardenal, en la que desayunaba también una mujer, que pienso era otra poeta  traducida al alemán por el mismo traductor de Cardenal.

Nosotros ya habíamos terminado de desayunar y únicamente estábamos a la espera de que el poeta nicaragüense y sus acompañantes lo hicieran. Cuando ellos salieron, dejamos pasar unos minutos porque Cardenal camina con lentitud. 

El problema fue que dejamos pasar demasiado tiempo y los perdimos de vista. Cuando salimos al Lobby del hotel se iba un taxi y pensamos que lo habíamos perdido, hasta que alguien a quien platicamos nuestra desventura, nos dijo: está del otro lado del hall.

La timidez volvió a aparecer mientras me acercaba yo al grupo donde se encontraba Ernesto Cardenal en el centro, sentado ya en una silla de ruedas. Me acerqué a Pedro y se hizo a un lado para darme acceso a Cardenal, mientras me presentaba a una de las personas al lado de él, como el traductor de la poesía de Cardenal.

Quedamos Cardenal y yo de frente. Le dije si venía con frecuencia a la FIL de Guadalajara y me contestó que sí. Después hice un juego de palabras sobre la revolución de las palabras y la palabra revolución para preguntarle: ¿Qué es hoy para usted la palabra revolución?

Se sonrió y me dijo: No me hagas preguntas difíciles.

Después intercambiamos algunas frases más, en las que me enteré del libro que venía a presentar y de que vive en Managua. Fue muy cortés, pero obviamente está un poco cansado de este tipo de conversaciones. Hubiera sido más inteligente de mi parte preguntarle por las cosas que a él  le interesan, la poesía por ejemplo y no juegos de palabras mensos.

Nos tomamos la clásica foto y me despedí de él,  muy agradecido por los minutos que me concedió.

El encuentro con él me hizo recordar algunos de sus poemas como la famosa oración por Marilyn Monroe o el de hazme justicia señor, tan adecuado en estos momentos: 



Hazme justicia Señor
                              porque soy inocente
Porque he confiado en ti
                              y no en los líderes

Defiéndeme en el Consejo de Guerra
defiéndeme en el Proceso de testigos falsos
                                                  y falsas pruebas

No me siento con ellos en sus mesas redondas
ni brindo en sus banquetes
No pertenezco a sus organizaciones
ni estoy en sus partidos
ni tengo acciones en sus compañías
ni son mis socios

          Lavaré mis manos entre los inocentes
          y estaré alrededor de tu altar Señor

No me pierdas con los políticos sanguinarios
en cuyos cartapacios no hay más que el crimen
y cuyas cuentas bancarias están hechas de sobornos

No me entregues al Partido de los hombres inicuos
                                                  ¡Libértame Señor!
Y bendeciré en nuestra comunidad al Señor
                                                            en nuestras asambleas

domingo, 28 de septiembre de 2014

Ruperto.

Cayó auténticamente del cielo, en la terraza de un departamento en Polanco. Me enteré porque los dueños del departamento publicaron la foto de Ruperto, que entonces no se llamaba aún así, en Facebook.  
El post decía: “¿Alguien sabe qué pájaro es este? Amaneció en la terraza, no puede volar ¡pero no se ve lastimado! ¿Cómo lo ayudo?
No faltaron los comentarios de todo tipo: los que sugerían llevarlo al veterinario, a un aviario, adoptarlo, darle de comer y beber y bautizarlo como Ruperto.

Para la pequeña comunidad que se formó alrededor de ese post, Ruperto se convirtió en tema de ciber charla. A mí -y supongo que a la mayor parte de quienes estábamos en esa conversación- Ruperto me inspiraba mucha simpatía. Había en su historia y en su aspecto algo de misterio y de soledad que llamaba a la solidaridad.

Tomé la foto que se había publicado de Ruperto y la envié a algunos conocidos biólogos, que a su vez la mandaron a colegas de ellos expertos en aves. En unos minutos obtuve datos sobre Ruperto.

Me mandaron unas láminas de un libro en el que se veía un ave, cuyo nombre es Polla Azul o Tingua, muy semejante a Ruperto y mi simpatía aumento pues, por las ilustraciones, pude darme cuenta que se trataba de un ejemplar en su etapa juvenil. 




Junto con las imágenes, me enviaron también una descripción que hablaba de sus migraciones nocturnas:

La polla azul tiene unas sorprendentes capacidades de vuelo. Aunque parece torpe y poco adaptada para los desplazamientos aéreos, el hecho es que realiza migraciones en forma regular. Las pollas azules que viven en el sur de Estados Unidos, en Argentina, sur de Brasil y Uruguay viajan todos los años para escapar del invierno, regresando en primavera a sus sitios de anidación. De tanto en tanto, algunas de estas tinguas migratorias aparecen extraviadas en sitios tan inverosímiles como Canadá, Europa y Sudáfrica. En Colombia, a nivel local, también hay desplazamientos regulares de estas tinguas. En la Sabana de Bogotá, estos desplazamientos parecen suceder sobre todo en los meses de diciembre-enero y de junio-julio; durante estas temporadas, a menudo se encuentran ejemplares muertos o extraviados en los jardines de las casas de la ciudad. Estos desplazamientos locales son poco conocidos y no se sabe bien hacia dónde van o de dónde vienen las aves. Uno de los factores que hace que las migraciones de tinguas pasen tan desapercibidas es que las aves viajan sólo durante la noche. 
Mayor resultó mi simpatía con Ruperto, al leer todo esto. El misterio se aclaraba: Ruperto era una -o un, vayan ustedes a saber- polla azul joven, que se había extraviado.

Mientras yo había mandado la foto de Ruperto y recibido la respuesta, el grupo de ciber amigos se organizaba para llevar al día siguiente a Ruperto al zoológico. Las opiniones se dividían, pensando en que lo iban a encerrar y que lo mejor era dejarlo ir.
La discusión no continuo, porque la naturaleza hizo su trabajo: la noche cayó y Ruperto, que como bien lo explicaba el texto que me mandaron, forma parte de una clase de aves que viajan sólo durante la noche, dio por terminado su obligado descanso, desplegó sus alas y volvió a volar.
¿Hacía dónde? Nadie lo sabemos, pero todos deseamos que encontrará su camino, a sus semejantes y que llegue al destino al que vuelan los de su especie.
La historia de Ruperto, me puso a pensar en los mecanismos de la navegación de los pájaros, ¿cómo se orientan en la noche? ¿Por las estrellas? Me parecería extraordinario que tuvieran en sus mentes un mapa celeste de la época del año en que migran. ¿por la temperatura? ¿por los aromas? No lo sé. Pero casi tan extraordinario como esa capacidad de moverse con exactitud de un sitio a otro, que tienen algunas aves, me pareció la llegada de Ruperto a un departamento en plena ciudad de México y la simpatía que suscito entre nosotros.
Su historia me puso en contacto con algo que no acabo de entender, con una especie de comunión con el orden del mundo animal y de simpatía con ese animalito cuya vida sentía en peligro, por su alejamiento de ese orden instintivo. 
Por eso quizás me emocionaron las últimas palabras publicadas en la conversación del grupo. Las que publicaron los dueños del departamento, una vez que se supo que Ruperto había partido:
Salí de casa después de haberme asegurado de que Ruperto hubiera comido y tomado agua... Regresé a casa y ¡ya había volado a la suya! Vuelve cuando quieras... Gracias por compartir con nosotros un instante de vida!” 
 
PD. Con el texto que me enviaron hice una búsqueda en internet y encontré la página de la que proviene, se las dejo por si fuera de su interés: http://www.opepa.org/index.php?option=com_content&task=view&id=622&Itemid=29



martes, 23 de septiembre de 2014

Ahora, el reto de los diez libros.

Estoy seguro que si hubiera hecho la lista ayer, o mañana, sería diferente. Sería distinto, en cualquier otro momento, porque debe haber unos treinta, o cuarenta, libros que me han gustado, más o menos de la misma manera.
Cuáles de ellos escoger para formar la lista de diez que respondan al reto, que me lanzó Luis Miguel M A, es un asunto de suerte, del humor de momento.

La lista que elaboré y que ahora comparto, la empecé a hacer, sin darme cuenta. Inicié diciéndole a una compañera de trabajo que no podría hacer esa lista. Tendría que poner, dije... y le di los nombres de tres libros, sin darme cuenta que ya, con ese hecho, había empezado la lista. 
Además, continué, no sé si poner libros de ciencia, sería muy nerd. Sí, ponlos, me animó mi compañera.

Cuando me despedí de ella, en mi camino a dar clases iba pensando en otros dos o tres libros, que agregué mentalmente a la lista. Al terminar la clase y llegar a la casa, me senté frente a la máquina y escribí los libros que llevaba en mi lista mental. Pensé en tres o cuatro más y quedó lista, la lista. Es la siguiente:


  1. Alexis el griego. Niko Kazantzakis
  2. Siete noches. Jorge Luis Borges.
  3. Las mil y una noches. Anónimo
  4. El libro negro. Giovanni Papini
  5. The Feynman lectures on Physics Vol. II. Richard Feynman
  6. Sor Juana Ines o las trampas de la fe. Octavio Paz
  7. y a-t-il un francais dans la salle? Frederique Darc
  8. Los 7 minutos. Irving Wallace
  9. Álgebra recreativa. Perelman.
  10. Los propios dioses Isaac Asimov.


Terminada la lista, la leí y se me ocurrieron los siguientes comentarios:
    1. El orden no responde a mayor o menor gusto. No podría decir cuál de ellos me gustó más, que otro.
    2. Del segundo y sexto libros de la lista había ya antes redactado reseñas, que publiqué en mi Goodreads.
    3. En la lista existen libros en los tres idiomas que soy capaz de leer y disfrutar.
    4. Uno de los libros de la lista no lo he leído completo, pero no lo sacaría de la lista, se trata del de Feynman.
    5. Hay un libro de matemáticas -en realidad de divulgación- y otro de ciencia ficción.
    6. Sólo 4 de los 10 libros, los leí en su idioma original.
    7. Junto con el libro de ciencia ficción, hay otras tres novelas. Una de ellas un best-seller, otra una obra única, de un autor satírico, que escribió la mayor parte de su obra con un seudónimo y la otra un canto de libertad, que inspiró una película clásica.
    8. Además de los que he mencionado, hay también un libro que recopila conferencias de un erudito que no fue premio Nobel. Otro de cuentos que nadie sabe quien escribió, un ensayo sobre “la peor de todas” y uno más que me parece genial: las falsas memorias de un loco, que nos hace ver el mundo desde ángulos muy originales. 
    9. Descubro una errata en la lista. El libro que hubiera querido poner de Papini es Gog, sucede que lo leí en una edición de sus obras completas donde vienen juntos ambos libros y aunque algunos dicen que son muy distintos, en mi cabeza están mezclados los relatos de uno y otro. Así que El libro Negro se puede quedar en la lista.
    10. Entre los autores de la lista hay dos premios nobel (uno de física y otro de literatura) junto con tres más, que estuvieron muy cerca. 
    11. En otra lista de diez muy probablemente Kazantsakis y Borges hubieran podido tener un segundo libro, distinto. 
    12.  Seguramente en otra lista, escrita con otro estado de ánimo, hubieran aparecido libros de poesía, de ajedrez y de deportes, cuya presencia echo de menos, en esta. 
    13. En Goodreas se ha ido formando otra lista de libros, la que el capricho, el ocio, la oportunidad o la nostalgía me ha llevado a reseñar. 



    sábado, 30 de agosto de 2014

    El reto de Page Number.

    En 2014 se cumplieron 50 años de la muerte de Felisberto Hernández (13 de Enero), 100 del natalicio de Octavio Paz (31 de marzo) y 100 también del nacimiento de Cortazar (26 de agosto).
    Se me ocurrió publicar en mi facebook una frase de cada uno de ellos extraída de alguna de sus obras. Pensé hacerlo al azar, tomando los libros, abriéndolos “donde cayera” y copiando la frase que primero me viniera a la vista. Después pensé que las fechas que se conmemoraban 13 de enero, 31 de marzo y 26 de agosto, eran también de alguna manera productos del azar.
    Así que tomé “Novelas y Cuentos” de Felisberto Hernández, de la biblioteca ayacucho y lo abrí en la página 13 de enero (131) y dí con la siguiente frase que transcribo: "Adivino en usted un personaje solitario que se conformaría con la amistad de un árbol". Se trata de una parte del cuento “Nadie encendía las lámparas.”
    Después fui a buscar “Sor Juana Inés o las Trampas de la fe”, que además de ser un libro que me gusta mucho, me parecía un buen candidato a tener más de 300 páginas, pues necesitaba encontrar la página 31 de mayo (315).
    No obstante mi gusto por esta obra, no encontré ninguna frase que citar. Justo en esa parte Paz está comentando textos de Sor Juana. Dejé el libro sobre las trampas de la fe y busqué otro que cumpliera con tener más de 300 páginas.
    Tomé “El ogro filantrópico” y en su página 31 de mayo encontré: "La misión del arte no es ni convencer ni adoctrinar: El arte es participación." que es parte del texto de Paz, titulado, “Declaración sobre la libertad del arte.”
    Luego abrí los “Cuentos Completos” de Cortazar, en la página 26 de agosto (268) y no necesité leer mucho para que una frase del relato “Las armas secretas” atrajera mi atención: "Las mujeres serán siempre las mismas, en Enghien o en Paris, jóvenes o maduras."
    Una vez seleccionadas las tres frases las puse en mi facebook y seguí escribiendo otros textos. Mientras lo hacía empezaron a llegar “likes” a lo que acababa de publicar, pero alguien, discretamente, me hizo notar un error en la fecha del nacimiento de Paz. Yo había puesto 31 de mayo y la fecha correcta es el 31 de marzo. Me pareció buena oportunidad para volver a intentar una frase del libro sobre Sor Juana.
    Fuí nuevamente a él, ahora a la página 31 de marzo (313) y me encontré esta frase: “Pero el alma, 'allá en lo abstracto', sabe que una proporción idéntica rige al gusto y al tacto, al oído y a los ojos.”
    No es de las frases que más me gustan del libro, pero me pareció interesante, la copié y la coloqué en la publicación de facebook, remplazando a la de la fecha equivocada.
    Me llamó la atención que no importando las ediciones, ni las obras siempre será posible encontrar frases interesantes asociadas a números que representan caprichos del azar, como las fechas de nacimiento o de muerte, en este caso.
    Obviamente este juego, de seleccionar frases de estos tres autores, puede repetirse con otras de sus obras, o aun en las mismas, en ediciones distintas. Más aún, puede ser en las mismas ediciones pero seleccionadas por diferentes lectores.
    O pueden cambiarse las fechas del nacimiento por las de muerte y viceversa o escribirse las fechas, a la “gringa”, poniendo primero el mes y luego el día, lo que llevará a diferentes páginas para cada autor y por ende a fvrases distintas.
    Mientras estaba escribiendo esto, recibí el reto del “Icebucket” (que dicho sea de paso cumpliré y haré mi donativo). Al recibirlo se me ocurrió otro reto el de “Page number”. Voy a nominar en mi facebook a tres de mis contactos para que hagan un ejercicio similar al que realicé, para encontrar tres frases de esos tres autores en páginas cuyo número este asociado a sus fechas de nacimiento o muerte, no importando la obra, ni la edición.

    viernes, 8 de agosto de 2014

    ¿Y después de doctorarse? (Respuesta a un lector)


    Siempre es agradable recibir correos de los lectores del blog, más si  expresan agrado con lo que aquí se publica. Recibí hace unos días uno de ellos,  con una petición que quiero atender. Me dice su autor:
    “Hola, primero que nada una felicitación por el blog. Sigo sus comentarios atentamente ya que comparto el interés por la escritura, los cómics, y nuestra facultad.”
     Pasa a continuación, el remitente, a contarme que acaba de obtener su doctorado y a decir que “me gustaría que en el blog se comentara que posibilidades tiene un profesor de carrera asociado una vez logrado el doctorado, es decir, ¿ de que proyectos puedo formar parte o dirigir?”
    Pregunta en seguida: “¿Como puedo obtener provecho del doctorado, académicamente y personalmente? O es que el doctorado no es mas que una ilusión sin utilidad, ¿vale la pena invertir tanto tiempo y trabajo?”
    Cuando leí el correo recordé -esas cosas que se quedan en la memoria- el discurso de ingreso al Colegio Nacional de Adolfo Martínez Palomo.  Recordaba que hablaba de los científicos en el tercer mundo y de los problemas que enfrentan. Busqué el texto de su  ponencia y encontré el fragmento que recordaba, lo transcribo:  
    “Del análisis de los complejos problemas que afectan el desarrollo de la ciencia en los países pobres podemos resumir los más relevantes; comunes, al parecer, a la mayoría:
    El primero de ellos es, sin duda, la escasez de investigadores competentes, creativos y entusiastas capaces de hacer ciencia en un medio que con frecuencia adolece de falta de orden y consistencia. La creatividad del investigador requiere, para florecer, un ambiente que favorezca la integridad, la imaginación, la dedicación y la independencia inherentes a la labor científica. En palabras del Premio Nobel Christian de Duve, los investigadores son como las plantas exóticas; ambos tiene reglas internas de crecimiento y ambos requieren de clima propicio. Si se desea que proliferen, lo que se requiere, más que las reglas, es el clima adecuado. La labor de un científico de un país pobre no es sólo la de hacer ciencia, sino además, la de crear el mismo, con sus colegas, el clima adecuado." 
    El texto que se titula “Ciencia y subdesarrollo” fue leído el 6 de junio de 1985. En ese año el Sistema Nacional de Investigadores tenía un año de formado y alrededor de 3 mil 500 miembros. Hoy, el SNI esta festejando 30 años y forman parte de él cerca de 18 mil investigadores. Las cosas están cambiado, o mi optimismo inveterado, ese quiere creer. 
    El Conacyt acaba de crear un programa de cátedras para  jóvenes investigadores, en el cual quienes se inscriben pueden ser seleccionados para ser contratados por el  Conacyt  y  asignados   a alguna de las instituciones cuyos proyectos de investigación resulten seleccionados de acuerdo con la convocatoria.
    De esta manera el Conacyt trata de asegurarse de que los jóvenes seleccionados irán a trabajar en instituciones que tienen proyectos de calidad
    Este programa abre las puertas a muchos jóvenes recién doctorados para que inicien una vida académica en un clima, como los que decía Martínez Palomo que había que ayudar a construir.
    Este programa es una excelente oportunidad, aunque claro que no es ni obligatorio ni lo único. Uno puede sacar provecho de su doctorado simplemente dando mejores clases, o accediendo a puestos académico administrativos, pero si lo que se quiere es realizar una carrera académica importante yo sugeriría entrar al programa de cátedras.
    Mi respuesta entonces, para el  lector que me hace la pregunta y para cualquier recién doctorado es que tengan como primera opción ingresar al programa de cátedras, si por esa vía logran ser comisionados a programas de su dependencia sería ideal.  Si sus instituciones no tienen esos programas, de cualquier manera deberían inscríbirse al programa y acepta ir a otro sitio de los que tengan proyectos aprobados por Conacyt. Eso es la que te recomiendo como primera opción.
    En caso de no ser electo dentro del programa de cátedras,  hay que tratar de trabajar con académicos  bien consolidados, con proyectos bien apoyados económicamente.
    Creo que las épocas del heroísmo de construir los espacios para poder hacer ciencia van quedando atrás.
    No pienso que tenga mucho más que decirle a mi amable lector, sino que le deseo mucha suerte, cualquiera que sea el camino que siga.
    Les dejo, para finalizar una liga a la convocatoria del Conacyt al programa de cátedras:
    Y una más a las estadísticas de crecimiento del SNIhttp://www.foroconsultivo.org.mx/home/index.php/acertadistico/conacyt

    sábado, 2 de agosto de 2014

    Los Poetas.

    En los años ochenta del siglo pasado, mientras estudiaba en Francia, conocí la poesía de Louis Aragon por la musicalización que de ella hizo Jean Ferrat. Cuando oí por primera vez a Ferrat, me recordó lo que hizo Serrat con los poemas de Machado.
    Anoche, al asistir a la presentación del volumen 4 de “Poesía que respira. Vivos y tecleando”, pensé en uno de esos poemas, el que se llama Les Poètes.
    Tomo dos de las estrofas que más me gustan y doy una aproximación al español:

    Je ne sais ce qui me possède


    No se que se apodera de mí
    Et me pousse à dire à voix haute


    Y me obliga a decir en voz alta
    Ni pour la pitié ni pour l'aide


    Ni para pedir piedad, ni ayuda
    Ni comme on avouerait ses fautes


    Ni para confesar mis pecados
    Ce qui m'habite et qui m'obsède


    Lo que llevo dentro y me obsesiona.






    La souffrance enfante les songes

    El sufrimiento engendra sueños
    Comme une ruche ses abeilles

    Como una colmena sus abejas
    L'homme crie où son fer le ronge

    El hombre se duele donde el hierro lastima
    Et sa plaie engendre un soleil

    Y en esa herida nace un sol
    Plus beau que les anciens mensonges

    Más bello que las antiguas mentiras

    Pensé en ese poema como la explicación de lo que hace a un grupo de personas levantar la voz y leer sus poesías, para comunicarnos lo que llevan dentro y los obsesiona, a compartirnos esos soles que han nacido donde el hierro lastima.

    El día de ayer se presentaron Poemas de Claudia Juarez y de Julio Hernández. Les comparto un texto de cada uno de ellos:

    De Pléyades de Claudia Juárez
    ...
    Y cuando las puertas
    Quedaron abiertas,
    Las sombras no fueron más que
    polvo de estrellas, ritmos astrales,
    un broche gigante de diamantes
    que estremeció el tiempo
    y la tibieza nocturna...
    Me vi cubierta de secretos,
    De suaves murmullos
    Como agua cantora
    De nuevos prodigios.

    De Mar de Julio Hernández
    Me consagraré al opio otra vez, e iré al mar
    donde perdí mis recuerdos.
    Donde me comió el piélago del miedo y la sal
    quemó mis ojos.
    Donde las llamas del infierno son el puente de la
    salvación
    Y los placeres de la carne son las virtudes de los
    sin saliva.

    Anoche, mientras oía a Julio y a Claudia leerse mutuamente pensaba en Aragon, en los poetas y en lo que los impulsa decir en voz alta, lo que los habita y los obsesiona.

    Les dejo para terminar el video donde Ferrat canta ese poema de Aragon : Les Poètes