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miércoles, 28 de mayo de 2014

40 años de la FESC. Recuerdos personales 3a parte. Los periodos de Suemi.

A Suemi la conocí cuando ella cursaba los primeros semestres de la carrera de Ingeniería Química, debe haber sido 1980. Al grupo en que ella estaba les dí la materia de Ecuaciones Diferenciales. Era una estudiante dedicada y con gusto por la asignatura, lo que me hizo notarla.
Hay una anecdota de esa época, que recuerdo. Las quemas de batas aun se realizaban dentro de las instalaciones de la FESC, el último día de cursos. El temario de Ecuaciones Diferenciales era muy largo, había que ver ecuaciones diferenciales ordinarias y en derivadas parciales. En consecuencia el tiempo del semestre resultaba casi siempre insuficiente y el profesor terminaba por tener que echar mano de todos los días de clase para poder cubrir el programa.
Ese semestre, sin pensar en que el último día de clases era también el día de la quema de batas, programé para esa fecha, el último examen parcial de la asignatura. A la hora del examen tendría lugar el tradicional partido de futbol de estudiantes contra profesores. Yo formaba parte del equipo de profesores, así que alguien me sustituyó frente al grupo, aplicando el examen y me fuí a cumplir mi obligación, con los alumnos salientes.
Tiempo después me encontré a Suemi y creo que en broma, me dijo que jamás me iba a perdonar que me hubiera ido a jugar futbol mientrás ella “sufría” en el examen.
Mi relación con Suemi no fue mala, era más bien cordial. Nos podíamos entender bien cuando hablábamos de matemáticas y rara vez hablábamos de otra cosa. Con la directora, la comunicación fue casi inexistente, hablamos quizás un par de veces.
De Suemi, fuí sinodal en su examen de licenciatura y también en el de ingreso a la maestría en la Facultad de química. Cuando organizaba yo Ciencia, Conciencia y Café, buscaba siempre que hubiera presencia de profesorss de la FES C y no sólo de las luminarias de CU. Invité a Suemi a participar en una de las charlas.
Cuando me fuí a DGSCA, Gilberto Amaya realizaba, conmigo cálculos del modelo de Ising y métodos de Montecarlo, tendientes a hacer la tesis de maestría. Gilberto iba a CU (hace no tanto tiempo, pero no había posibilidades de trabajo eficiente a distancia), pero era una manera muy complicada de trabajar. Como era natural, Gilberrto empezó a tener más contacto con otros profesores en la FESC, como Suemi y un profesor ruso, creo que se apellidaba Tchijov.
Un día me llamó Suemi a la DGSCA diciéndome que Gilberto estaba trabajando con ella, que esperaba que yo no tuviera inconveniente. Le dije que ninguno. Me sugirió que trabajaramos juntos y le dije que sí. Cuando acepté, me aclaró que el único problema era que también tendría que participar Armando Aguilar en los trabajos. Le dije que yo prefería no estar, pero que no tenía inconveniente en que Gilberto trabajara con ellos.
No volvimos a tener comunicación, ni buena ni mala, hasta que ella ya era directora.
Eso ocurrió cuando regresé de Acatlán a Cuautitlán, Suemi estaba a un año de terminar su 1er periodo. Me entrevisté con ella y hablamos de la medalla Fields, de simulación de fenómenos críticos, de mi regreso a la FES C y de la posibilidad de irme a CFATA , a participar en la carrera de Innovación Tecnológica. El cambio no se materializó y me quedé dando clases y preparando materiales educativos para poner en línea, mientras seguía colaborando con académicos de Ciudad Universitaria.
La vida en Cuautitlán era agradable por los estudiantes y algunos compañeros profesores, pero el ambiente general de la escuela se descomponía. Es en esa época que inicia este blog y en él esta narrado, desde mi perspectiva, parte de lo que fue la parte final del 1er periodo de Suemi y todo el segundo.
Tuve buenos alumnos; con algunos, como Samara Tenorio y Juan Pablo López, mantuve relación y me acompañarían, años después, en la presentación del libro y el cómic de “Dime abuelita por qué.” No había mucho que hacer en el área de fisico matemáticas de la FES C, los niveles académicos de los “jefes” eran deplorables. Intentaba cambiarme de dependencia y no me dejaban. Algunos sospechosistas veían en esa negativa un deseo de la mafia de “castigarme”, por no reconocer al “poder tras el trono” como el verdadero director. No lo creo, la explicación es mucho más simple: querían cansarme, como a otros, para tener la plaza de profesor y asignarla a alguno de sus incondicionales.
Las condiciones no eran fáciles, es cierto, pero la docencia era gratificante. Preparar materiales, diseñar estrategías docentes, me mantenía vivo, en ese ambiente de insuficiencia respiratoria (académicamente hablando).
Llegó el tiempo para tomar sabático y lo pospuse un par de años, pues estaba madurando un proyecto al que me quería dedicar durante ese periodo. Pero ya se sabe que uno pone.... y las cosas cambian. Un día recibí una oferta del Tribunal Electoral para hacerme cargo de su Unidad de Soporte Técnico y Telecomunicaciones y solicité el sabático, cancelando el segundo periodo de posposición, que ya había iniciado.
Antes de que terminara el año sabático, me fui al IFE como Director de Atención Ciudadana. Cuando venció el plazo del sabático, solicité un permiso, sin goce de sueldo para seguir desempeñando el puesto. Tras vencer ese plazo y la reiterada negativa de obtener un nuevo permiso sin goce de salario, me reincorporé a la FES, una vez más.
No fueron tiempos fáciles hubo acciones “feas” que yo calificaría de persecutorías, pero las cosas de quién vienen. Volví al disfrute de la docencia, sobre todo al grupo de laboratorio de ondas. Con alumnos muy motivados. Los estudiantes participativos son siempre un aliciente.
En algún momento de esa nueva etapa en la FES C, tuve que llevar unos papeles al edificio de gobierno; bajaba yo las escaleras y me hice a un lado para dejar pasar a una persona que subía. Cuando la tuve frente a mí, me dí cuenta que era Suemi. Había cambiado el color de su pelo y traía lentes oscuros.
-No te reconocí, le dije, un poco extrañado.
-Yo tampoco a tí, me contestó, de inmediato.
Esa fue nuestra segunda y última conversación, en su periodo de directora.
A través de Adriana Morales, quien seguramente “pisaba base” con Suemi, se pudieron llevar a cabo los trámites para el cambio de adscripción definitivo, que me llevó en enero de éste año a la DGTIC. Algo que agradezco.
Así que casi cuarenta años después de mi llegada a la FESC y veinte años después de realmente haberme ido, se materializó mi partida de manera definitiva.

Puesto en el ánimo de recordar, creo que debería platicar algunos otros pasajes. Me parece un poco injusto, cuando hablé de los periodos de Keller, no haberlo hecho de las personas que me ayudaron a crear la cátedra multidisciplinaria. Así que habrá seguramente, antes de que se acabé el año de la celebración de los 40 años, un par de textos más.

miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Lo publicaste realmente?

Desde hace un par de días,  los primeros 24 números del cómic, están disponibles para ser adquiridos a través de la tienda de Itunes.
Venía yo manejando muy contento, pensando en eso cuando me cruzó por la mente la famosa pregunta del Obispo Berkeley: “Si un árbol cae enmedio del bosque y no hay nadie para oírlo, ¿el árbol realmente hizo ruido?”. Me preguntaba yo: “Si publicas un libro y nadie lo lee, ¿publicaste realmente el libro?”
Vale la pena tomar esta publicación del cómic “Dime abuelita por qué” en formato digital y la frase de Berkeley para hablar un poco del problema de la distribución de los materiales impresos como libros y revistas.
Quienes escribimos o editamos estas obras, lo hacemos con el deseo de que lleguen facilmente a los lectores. Desgraciadamente a veces el encuentro de la obra con el lector se queda en un simple deseo. Hay muchas razones para que eso ocurra, pero todas se traducen en lo mismo: resulta demasiado cara la distribución.
Hay dos maneras de distribuir las obras, una es con recursos propios, es decir montar una red de distribución que lleve nuestros materiales hasta el lector y otra es pagar a terceras personas o empresas para que sean ellas quienes, en nuestro nombre, realicen esa labor.
La primera manera de hacerlo exige tal cantidad de recursos que para hacerlo costeable hay que tener muchos materiales que distribuir, es el caso de la grandes editoriales con miles de libros y revistas que distribuir. Resulta incosteable para distribuir un libro, o una revista, tener repartidores en todas las principales ciudades del país.
La segunda manera es pagarle a una distribuidora para que haga circular nuestros pocos ejemplares, junto con los pocos ejemplares de otra compañía y de otra y otra, de manera que entre todos juntemos el número suficiente de libros y revistas, para que los costos de la infraestructura de distribución sean amortizables.
El problema con esta segunda manera de distribuir es que se vuelve más caro el caldo que las albóndigas. El costo de la distribución frecuentemente es superior al 50 % del precio de venta de los ejemplares. Lo que obviamente obliga a tener precios de venta más altos para poder pagar la distribución. Los precios más altos inhiben las ventas, los productos circulan, pero no se venden. Lo que en términos pragmáticos es lo mismo que si no circularan: la gente no los lee.
Por ese circulo vicioso excelentes publicaciones, estoy seguro, han desaparecido sin que prácticamente las hayamos conocido. Por ese medio dejan de producirse materiales de lectura que no sean masivos como revistas de chismes del mundo de la farándula o noticias deportivas que al tener grandes volúmenes de venta tienen también economías de escala.
Afortunadamente hay ahora una tercera vía para distribuir los materiales, es ponerlos en un formato digital y ofrecerlos a través de una tienda como la de Mac, que por cierto no exige exclusividad.
De esa manera nuestros libros o revistas (o piezas musicales, películas, etc) pueden ser adquiridas en cualquier parte del mundo, por cualquier persona que tenga una computadora con el programa de itunes instalado.
Desde luego que el hecho de estar en la tienda digital no garantiza que los materiales interesen y se compren. Ni siquiera asegura que se conozcan. Para eso hay que seguir haciendo el esfuerzo de todos los días, de dar a conocer nuestros productos. Ojala los lectores de éste blog se asomen a la tienda virtual, en busca del cómic y encuentren que vale la pena el esfuerzo que hemos realizado para llevarlo hasta ahí.
En particular les agradeceré a los lectores que aveces veo que entran desde el extranjero, me den a través de mi correo electrónico, sus puntos de vista sobre la experiencia de adquirir el cómic.
Por cierto, también lo pueden hacer a través de la página de Facebook del cómic: https://www.facebook.com/DimeAbuelitaPorQueElComic?ref=profile
¡Feliz lectura!

jueves, 15 de mayo de 2014

Lectura Científica.


En Julio de 2012, a través de la lista de correo electrónico de la Somedicyt, conocí la iniciativa del Consejo Estatal de Ciencia, Tecnología e Inovación (CECTI) del estado de Michoacán para realizar una antología de textos de divulgación de la ciencia que se integrarían en un volumen de lectutra científica. El propósito del proyecto era según las palabras de la convocatoria “desplegar estrategias educativas que fortalezcan el aprendizaje de las ciencias en Michoacán a través del fomento de la lectura y el fortalecimiento de la cultura científica y tecnológica en los estudiantes de educación básica y media
superior”.

Propuse uno de los textos publicados en este blog, el de la física de lilliput, que fue aceptado.

Pasó el tiempo y como siempre me olvidé del asunto. Hace unos días empecé a notar que había mayor tráfico en el blog en el texto de la física de Lilliput, me llamó la atención pero no le dí mayor importancia.

El día de hoy me quedó clara la razón de ese aumento de tráfico. El texto, que lleva la dirección del blog en el encabezado, se publicó ya en formato electrónico en la página 82 del libro de lectura científica para nivel medio superior, que puede descargarse en formato PDF en la dirección http://cecti.noip.org/programalectura/index.php/inicio/lecturas

Espero que los lectores del blog visiten la página y la compartan con quienes puedan encontrar en los textos propuestos, momentos agradables de lectura. 
Si además se despiertan o fortalecen vocaciones científicas creo que nos podremos dar por más que satisfechos todos quienes participamos en este proyecto.

viernes, 9 de mayo de 2014

Los Cómics ilustran.





Cuando era niño me encantaba leer cómics, aunque no era una práctica que a mi papá le gustara mucho y de hecho la censuraba. La evolución de la lectura de cómics a libros y de la lectura a la escritura, la evoqué hace tiempo cuando narré lo que me motivó a editar el primer libro de VAS, lo platiqué así:
Empiezas por leer los “comics” o como les decíamos antes los cuentos. Los cuentos de Supermán, del Pato Donald, El Chanoc, Los Supersabios, etc. Sigues por la lectura de los libros; los de aventura, los de ensayos, los de ficción, los de ciencia. Después escribes libros y un día quieres editar uno. Quieres conocer todo el camino, desde la idea hasta la venta. ¿De dónde viene ese amor a los libros, qué toca todas éstas etapas? No lo se. Pero nos ocurrió.
En el momento de escribir las líneas anteriores pensé que conocía todo el camino, pero no. Tiempo también empecé a escribir y editar el cómic “Dime abuelita por qué” que narra las aventuras de Leo, un estudiante de prepa y su abuela científica con la que vive.
He escrito varios textos sobre “Dime abuelita por qué. El cómic” (digo el cómic, para distinguirlo del libro homónimo que le dió origen) y dado pláticas y conferencias sobre él. algunas en la FESC...las próximas serán en Universum el 17 de mayo y en Publa el 30 de mayo, en el encuentro de autores de Cómics.
No sé si por esa oposición a que los niños leyeramos cómics o por qué otra razón me ha dado por tratar de que “Dime abuelita por qué” pueda ser usado en el salón de clase como material de apoyo en las asignaturas de ciencia. Con ese propósito he desarrollado, junto con mis colaboradores de VAS, en la producción del cómic una serie de ideas para usar la historieta de Leo y su abuelita en el salón de clase.
Escribí un artículo sobre el tema, que fue aceptado en el 13Th International Public Communication of Science and Technology Conference. El trabajo se presentó el día de ayer en Salvador, Brasil, sede del evento. La fotografía que acompaña esta entrada del blog es una vista del salón donde ocurrió la presentación.
Para no cansar demasiado a los lectores del blog, les copio a continuación únicamente el resumen del trabajo. Al final pongo, para los interesados en conocer todo el texto, un enlace al trabajo completo, en su versión en español. La versión en inglés del mismo artículo aparecerá publicada en los Proceedings del congreso.


Uso del cómic " Dime Abuelita Por Qué " para la enseñanza de la ciencia en un enfoque basado en competencias.
Resumen.
En este trabajo se habla de la creación de un cómic de popularización de la ciencia llamado "Dime abuelita porqué " y su uso, como material didáctico en el aula, para la enseñanza de competencias en ciencias. El cómic está basado en un libro de divulgación de la ciencia  del mismo nombre. La historieta narra las aventuras de un joven estudiante de educación media superior, llamado Leo, que vive con su abuela, una científica profesional, que siempre tiene una explicación para los fenómenos científicos cotidianos. El hilo narrativo se basa en Leo y las experiencias de sus amigos, quienes, además de sus diarias inquietudes de jóvenes,  como las dificultades de amor,  tienen un interés en temas como la estructura atómica , el teorema de Fermat y la teoría de la probabilidad, entre otros.
Este trabajo consta de tres partes, la primera de las cuales describe cuáles son las competencias científicas necesarias en la escuela media superior. En esta primera parte también se dan algunos ejemplos de las competencias generales y de las competencias disciplinarias, básicas y extendidas. La segunda parte describe cómo se originó el cómic; cómo se produce y cómo se distribuye. Esta segunda parte también da una sinopsis de algunas de las historias que han sido desarrollados y publicados. En esta sinopsis, los temas desarrollados en cada historia están vinculados con el programa de estudios. Finalmente, en la tercera parte, el documento ofrece ejemplos de cómo usar el cómic para desarrollar algunas de las habilidades que se describen en la primera parte.
Una versión completa del trabajo en español puede verse en:
 

lunes, 5 de mayo de 2014

Minificcionistas.

Comenté en este blog sobre la reaparición cibernética de un texto mío, publicado en la revista El Cuento hace muchos años. El texto y su reaparición sirvieron de vínculo para ponerme en contacto con Alfonso Pedraza, quien me informó que preparaba la edición de un libro que recopilara minificciones escritas por quienes habían sido publicados en las páginas de El Cuento.
Generosamente, Alfonso me pereguntó si podría enviarle dos nuevos relatos breves para ser incluidos en la antología, que él preparaba. Le dije que sí, le mandé los relatos solicitados y casi me olvidé del tema.
Digo que casi me olvidé, porque Alfonso hacía el favor de mantenernos informados, a los autores que apareceríamos en el libro, de los avances de éste. Así nos informó que la presentación sería el 4 de mayo del 2014 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de las Bellas Artes.
La presentación, pues, ocurrió el día de ayer con la presencia de Luis Bernardo Perez, Javier Perucho, Marcial Fernández y el propio Alfonso Pedraza, como oradores.
Les comparto versiones casi finales de los dos textos enviados a Alfonso y que aparecen en la antología:


PENA DE MUERTE
No había escapatoria, la habían encontrado en la escena del crimen. Tampoco había la menor duda de que ella era la asesina, todas las pruebas de laboratorio lo confirmaban. Ningún abogado quiso asumir una defensa con tan escasas posibilidades de éxito. Finalmente el defensor de oficio habló sin convicción del destino manifiesto, del libre albedrío, de las malas compañías y de oscuras complicidades, pero no tuvo éxito. La condena solo confirmó lo que ya se sabía: la pequeña criminal fue sentenciada a la pena de muerte en la silla eléctrica.
La condenada soportó sin un gesto de dolor la descarga eléctrica. Ningún grito, nada que indicara sufrimiento o arrepentimiento. Nada, hasta que poco a poco por influjo de la corriente eléctrica la diminuta bala asesina se fue fundiendo y volvió a ser metal.

ES EL DE ELLA
¿Por qué lo dejó?¿no lo quería?¿nunca lo quiso?¿Qué iba a hacer él?¿buscarla?¿resignarse a vivir sin ella?¿lanzarse, desde el puente, al río?¿Iría a rescatarlo alguna de las personas que pasaban por debajo?¿se habrían fijado que iba a saltar?¿tendría valor de hacerlo?¿Y si se arrepintiera de aventarse al vacío?¿si empezara a gritar, para llamar la atención?¿si de todos modos nadie le hiciera caso?¿no sería peor? ¿no estaría obligado a matarse para no decepcionar a los que no le hacían caso?¿Era ridícula su situación?¿o era patética?¿todos los que se suicidan se hacen tantas preguntas?¿de dónde le salían tantas dudas?¿no eran pretextos para no saltar?¿Cuánto tiempo llevaba ahí parado, dudando?¿podría decirse que estaba prolongando su vida?¿valía la pena alargarla?¿no da lo mismo vivir treinta que noventa años?¿qué haría con los otros sesenta?¿Esas manchas, en la orilla del río, son gente?¿vienen a salvarlo?¿por qué están cerrando el tráfico del puente?¿irá a venir un policía a disuadirlo?¿es ese, el de la camisa de fuera?¿por qué se tarda?¿no ve que le tiemblan las piernas?¿no se dan cuenta que está nervioso, que puede perder el equilibrio?¿Sabía ella lo que planeaba él?¿si ella estuviera sufriendo por él, valdría la pena matarse?¿sería un dolor menos terrible el de la muerte que el de la tristeza?¿cuándo se enteraría ella?¿qué pensaría de su muerte?¿se sentiría arrepentida?¿lloraría?¿iría al velorio?¿al entierro?¿ Resbaló?¿se armó de valor?¿saltó por miedo?¿Quién corre abajo, desgarrándose el vestido entre las hierbas?¿quién grita?¿de quién es ese rostro de angustia?


Datos y enlaces adicionales.
Sobre la entrada anterior del blog, en donde hablo del cuento reaparecido.
Sobre el antologador (¿antólogo o antologista?)
Alfonso Pedraza es médico cirujano, nacido en el Estado de Hidalgo, su obra esta recogida en libros como: El libro de los seres no imaginarios y Alebrije de palabras. Tiene tres blogs: www.arcaficticia.com

Para compartir estos textos interrumpí el relato de mis recuerdos de la FES Cuautitlán, pero los retomaré...

miércoles, 23 de abril de 2014

40 años de la FESC. Recuerdos personales. Segunda parte.

A finales de 1989, ya habiendo solicitado permiso al Consejo Técnico para irme de sabático al Instituto Mexicano del Petroleo a colaborar con Marisa Ruíz Santoyo, en las investigaciones sobre transporte de contaminantes en la atmósfera, me llamó Jaime Keller para decirme que era probable que “nos encargaran hacernos cargo de la facultad”, el plural lo uso él.
Efectivamente así fue. Jaime Keller Torres fue nombrado el quinto director de la escuela. Unos días antes de que la Junta emitiera su veredicto, me llamó Keller y me preguntó si me molestaría que me buscara por teléfono después de que él conociera el resultado. Le contesté, bromeando, que lo que me molestaría sería que no me llamara.
La junta deliberó el11 de diciembre y Keller me habló para decirme que me esperaba al día siguiente, día de asueto, en su casa con un equipo mínimo de personas que nos pudieran ayudar. Hice, a esas horas, unas cuantas llamadas y al día siguiente estuvimos en casa de Keller; Juan Antonio Montaraz, Jorge Martínez Peniche, Jorge Tórtora y María Esther Monroy Baldí. Se sumaron al grupo, unos días después, Nacho Rivera y Fermín Viniegra. Los dos primeros estarían ocho años después en la terna para suceder a Keller.
A Fermín yo lo fui a buscar a la Facultad de Ciencias y lo invitamos a desayunar en Samborns de Plaza Satélite, al día siguiente. Durante el desayuno le hicimos la propuesta de hacerse cargo, a partir de ese momento, de la División de Ciencias Físico Matemáticas y aceptó. Lo que recuerdo que dijo fue: “¿Así, sin anestecia?”
Keller me preguntó, en algún momento, si quería ser Secretario Académico, le dije que sí y en la primera reunión del Consejo Técnico – y creo que la única- de la que fui secretario, hicimos el trámite para diferir el disfrute del año sabático.
No voy a decir ahora que tengo cualidades que no poseo. No soy una persona que pueda “negociar” con grupos de presión. Mi posición -ante los mensajes que, de inmediato, empezaron a mandar los Consejeros Técnicos hostiles- era de confrontarlos. Keller no me decía que no, pero en la práctica no lo hacía. Por esa razón le sugerí al director separar la Secretaría del Consejo Técnico de la Secretaría Académica. Me dijo que sí y me pidió nombres para hacerse cargo de la Secretaría del Consejo, sugerí a Adolfo Obaya y a Torres Cossio. Keller los entrevistó a ambos y no optó por ninguno. Los dos fungieron, simultaneamente, como secretarios del Consejo Técnico.
El inicio de la primera gestión de Keller estuvó marcado por la celebración del Congreso Universitario de 1990. Montaraz y yo fuimos delegados electos por el personal académico1
Del Congreso se ha escrito mucho e incluso la UNAM publicó un libro con fotografías. Creo que para todos nosotros fue una gran experiencia. Recuerdo en particular el último domingo, mientras esperabamos la comida, que ya no estaba programada, como el tedio produjo una lluvia de aviones de papel por todo el interior del frontón cerrado. 
Tambien tengo clara la imagen de Yacamán en muletas bajando muy airado a protestar por unas pancartas y las intervenciones de Litvak, el Pino, etc.
Presidía la mesa uno del Congreso, el Dr. José Laguna ex director de la facultad de medicina y quien al finalizar el congreso fue nombrado Coordinador para el Desarrollo Académico de las Unidades Multidisciplinarias. De mis recuerdos y gran afecto hacía el Dr. Laguna he publicado ya en este blog el texto "Una Laguna que fue un Oasis". http://desarmandolamafia.blogspot.mx/2011/07/una-laguna-que-fue-un-oasis.html
No voy a insistir en lo poco disciplinado que en muchos aspectos era Jaime Keller, de mis recuerdos de él ya también he escrito en este blog, el texto "Se los digo de otra manaera" (http://desarmandolamafia.blogspot.mx/2011/01/se-los-digo-de-otra-manera-recuerdos-de.html), que es el estribillo con el que siempre nos trataba de convencer de hacer alguna cosa. Voy simplemente a recordar aquella ocasión en que Jorge Tórtora en una de las juntas- asambleas de planeación le dijo un día que el director era el campeón mundial de brincarse las trancas.

No es pues de extrañar que con ese campeonato que Tórtora le concedió Honoris Causa, a Keller le costara mucho trabajo tratar laboralmente con el Dr. Laguna, a quien nunca vi llegar tarde a ningún lado. Keller delegó en mí, el trato con el Dr. Laguna. Gracias al apoyo del Dr. Laguna hubo durante la primera gestión de Jaime Keller, momentos que parecían muy promisorios para la escuela. Llegó, sin embargo, un momento en que había una especie de dos direcciones. El Dr. Laguna llegaba temprano los miércoles y teníamos reuniones de planeación con él; se iba, llegaba Keller y teníamos otra junta, distinta, de palneación con él.

Empecé a sentir el disgusto de Keller conmigo y creo que también el Dr. Laguna lo percibió. Para mi buena suerte se reestructuró el Consejo Asesor de Cómputo del rector y había que nombrar a un representante de las Unidades Multidisciplinarias. Le pidieron al Dr. Laguna que hiciera la propuesta y tuve el honor de que me sugiriera para ser parte del Consejo. Más adelante, para mí, sería vital ese nombramiento, pues me dió una salida cuando Keller se reeligió.
Desafortunadamente el Dr. Laguna se enfermó y a la pena por la suerte del amigo hubimos de sumar la triste convicción de que había terminado una etapa de orden y de planeaciónen la facultad.
Pocos días, o quizás semanas, después de que el Dr. Laguna se enfermara, Keller nos invitó a comer a Jorge Martinez y a mi. Brevemente, lo que me dijo Keller es que quería mi renuncia a la Secretaría Académica. En su estilo de decir las cosas de otra manera, me lo dijo ofreciéndome un proyecto nuevo: Crear un Centro de Investigación en el CAT. Me ofreció todos los apoyos que tenía en la Secretaría Académica. A mi, me entusiasmaba el proyecto.
Cuando terminamos de comer y nos quedamos Jorge y yo solos, le pregunté:
-¿Cómo la ves?
-¿Cómo la ves tu, que eres el que se va? Contestó.
-Sí, pero tu eres el que llega, argumenté.
- Nunca me lo propusó, me hizo notar Jorge.
Hasta ese momento me dí cuenta que efectivamente no sería Jorge el sucesor. La secretaría se la entregué a Sara Valdés en una ceremonía en la que quizás aparte de Keller, Jorge, Sara y yo los demás asistentes no entendían que pasaba.
A partir de ese momento, las diferencias entre Keller y yo se fueron profundizando hasta el momento en que él se reeligió y yo me fuí, al día siguiente. 
Uno de los daños colaterales de esas diferencias fue la supresión de “Ciencia, Conciencia y Café” el programa de conferencias de divulgación de la ciencia que organizaba yo; primero desde la secretaría académica y después desde el efímero CIM (Centro de Investigaciones Multidisciplinarias)
Me fui a la DGSCA con un cambio de adscripción temporal para hacerme cargo de la subdirección de cómputo para la docencia.
Yo había creído, como sin duda lo creía el Ingeniero Manuel Viejo Zubicaray, a quien le oí decirlo muchas veces, que la FES Cuautitlán se iba a convertir en la Ciudad Universitaria del Norte, había hecho mi vida alrededor de la FESC, vivía en la zona de Satélite y ahora; a principios de 1994, estaba sin saberlo cambiando mi proyecto de vida.
Para principios de 1996 ya había yo tomado una decisión importante: cambiarme de casa. Dejar la zona de Satélite y mudarme al sur de la ciudad, para estar más cerca de Ciudad Universitaria. Esa decisión era una especie de renuncia a volver permanentemente a la FES Cuautitlán y lo tenía claro.
Para 1997 me nombran Director de Cómputo para la Investigación en la DGSCA y no tenía ningún interés en postularme para suceder a Jaime Keller, en el proceso que se avecinaba a fin de año.
Dos de mis amigos y compañeros en el equipo de colaboradores de Keller, sí se postularon y llegaron a la terna: Jorge Martínez Peniche y Juan Antonio Montaraz Crespo. Al final, el segundo de ellos resultó el director. 
Recuerdo la cena con ambos, en la tasca Manolo, la noche que se conoció la terna. Recuerdo a Juan Antonio tomando la llamada del rector, en mi casa en el sur de la ciudad. No había querido regresar a Satélite por miedo a que la llamada lo tomara viajando de regreso. Éramos unos cuantos en espera de la llamada y cuando se produjo todos estuvimos muy contentos.

Juan Antonio abrió las puertas para que regresara a la escuela Ciencia, Conciencia y Café. Aunque seguía yo en la DGSCA iba cada conferencia a moderar la mesa del café.
El cambio de adscripción temporal a la DGSCA venció y lo renové. Me sugirieron hacerlo definitivo y en ese momento no quise, porque pensaba que lo mío era estar en una escuela, en contacto con los estudiantes y no en una dependencia de la administración central.
La huelga de 1999 me tomó en la DGSCA y a su conclusión en el 2000, estaba un poco cansado de la responsabilidad administrativa, tenía tres años sabáticos acumulados y los empleé en dirigir la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación (UNETE). Fue una experiencia muy enriquecedora, que quizás platicaré en algún otro momento, con más detalle.
El punto, para la mini historia de la FESC que estoy narrando, es que mientras estaba de sabáticos, venció el cambio de adscripción temporal a la DGSCA. En algún momento de los sabáticos volví a estar administrativamente en la FESC, sin que me diera yo cuenta. Cuando el tercer año sabático terminó, tuve que reintegrarme, no a la DGSCA, sino a la FES C. Aún era director Juan Antonio Montaraz, en un segundo periodo.
El grupo que hoy llamamos la mafia había devastado el área de físico matemáticas y había pocas posibilidades de hacer algo que valiera la pena en esos temas, así que busqué nuevamente un cambio de adscripción temporal. Me llamaba la atención el gran potencial de la FES Acatlán: era, como la FES C una escuela multidisciplinaria, pero con carreras muy interesantes como Matemáticas Aplicadas y Computación, Pedagogía, Letras Hispanas, Diseño Gráfico, todas ellas muy útiles para hacer cursos en línea y montarlos en una plataforma, que era lo que yo quería hacer.
Como si fuera poco, la FES Acatlán tenía un gran Centro de Idiomas, donde dar clases de francés. Ya había yo dado clases de español para extranjeros ahí, años atrás y ya había yo obtenido mi certificación del CELE como maestro de francés.
Hablé con la directora de la FES Acatlán y se formalizó un cambio de adscripción. Aunque el Consejo Técnico de la FES C, de entonces, concedió el cambio de adscripción definitivo, Acatlán lo aceptó temporalmente, con la idea de hacerlo definitivo después del tercer año, si les parecía adecuado.
Trabajé muy a gusto dando clases de matemáticas superiores. Quizás una de mis mayores satisfacciones haya sido poder poner en contacto a estudiantes de Acatlán con el mundo de Ciudad Universitaria, llevarlos a la sala Ixtli de visita y haber tenido tesistas como José Luis Avendaño Nandez, que terminó reconvirtiéndose de matemático aplicado a físico y al final doctorándose en el extranjero. Bueno, alguna parte de la física es una aplicación de las matemáticas, podemos verlo así.
El tiempo pasó, vencieron los plazos del cambio de adscripción temporal y por alguna razón que desconozco, pero imagino, la FES Acatlán no aceptó el cambio de adscripción definitivo2. Hubo algunos detalles de forma, porque aunque los plazos se habían vencido, me habían asignado actividades académicas, después del tercer año, lo cual de facto hacía que el cambio fuera definitivo, algo que hubiera podido pelearse legalmente. 
Pero pensando en que no vale la pena estar donde no te quieren, regresé nuevamente a la FES Cuautitlán. Obviamente pensando en volver a moverme. Las razones eran dos: Vivía ya muy lejos de la escuela y la más importante: no había posibilidad alguna de hacer vida académica en el área de físico matemáticas.
Estoy por entrar ya a la época de Suemi Rodríguez, pero creo que es mejor que, como Sherezada, continue mañana, porque el texto se va haciendo largo...

1También, por cierto, lo fue Alfredo Cuellar, actual director.

2Sobre este punto puede verse en este mismo blog el texto http://desarmandolamafia.blogspot.mx/2013/09/comisiones-dictaminadoras-de-la-fesc-un.html sobre los vasos comunicantes entre el personal académico de fisico matemáticas en la FES C y en la FES A.

martes, 22 de abril de 2014

40 años de la FES Cuautitlán.

La fecha es propicia a la nostalgía y a las remembranzas. Hoy la FES Cuatitlán esta cumpliendo 40 años. Se inauguró el 22 de abril de 1974. Las memorias, dice Neruda, son intermitentes y a ratos olvidadizas, como la vida misma. Espero no ser demasiado impreciso en lo que recuerdo.
A finales del '74 daba yo clases de Física Teórica 2, en la Facultad de Ciencias, como ayudante de mi director de tesis de licenciatura, el Dr. Enrique Prieto y ni idea tenía de que pocos meses después estaría haciendo lo mismo en la recién inaugurada ENEP Cuautitlán.
Una invitación de José Landeros aunada a una serie de otras circunstancias hicieron que para principios de 1975 estuviera ya en la ENEP Cuautitlán impartiendo el curso de matemáticas a los estudiantes de Química, Ingeniería Química y QFB, que en esa época la cursaban todos juntos. 
De esa generación de estudiantes, son los profesores María Eugenia Posada Galarza y Juan José Mendoza Flores, que están actualmente en la Facultad dando clases.
Imposible repasar en unas pocas líneas toda la historia de la facultad. Tengo excelentes recuerdos del Dr. Jesús Guzmán, su director fundador. A él le tocó la primera huelga estudiantil, la que se resolvió con la histórica comisisón tripartita. Son para narrarse alguna vez, las noches de reunión, en busca de soluciones. Las intervenciones del secretario académico Roselló y la caballerosidad y buena fe del Dr. Guzmán que mostrándonos una hoja manuscrita nos decía: “El punto ya esta resuelto, me lo dijo Memo”. Memo era el Doctor Soberón, rector de la UNAM.
También de su sucesor, el Ingeniero Manuel Viejo, de cuya amistad me precio ahora, guardo agradables recuerdos, no obstante que la relación entre nosotros no siempre fue buena. En la gestión del Ingeniero Viejo hicimos el colegio académico, de aquel entonces, e imprimimos la Revista “Marcha”, que nos permitía el juego de palabras Marcha en la Universidad y La Universidad en Marcha.
La revista tomó su nombre de la revista Uruguaya homónima editada por el gran periodista sudamericano Carlos Quijano. Quijano estaba exciliado en México (de hecho murió aquí en 1984). Gracias a Mabel Hernández, muy querida amiga y también entrañable maestra de aquellas primeras etapas de la facultad, tuvimos el honor de visitar a Quijano en un departamento que habitaba en Copilco. Nos permitió usar el nombre de Marcha y nosotros salimos muy contentos de esa visita.Creo que iban conmigo Jesús Cruz y Gloria Soto.
En esa revista publicamos una entrevista a Manuel Viejo, que titulé “Manuel, el solitario en Palacio”. Fue una conversación muy franca e interesante con el director de la facultad. Hace unos meses digitalicé el texto y le regalé una copia al Ingeniero Viejo.
Las primeras épocas de la escuela coincidieron con tiempos de mucha ebullición política. En 1975 se hace el Spaunam, en 1977 se crea el Stunam, al fusionarse Spaunam y Steunam. Para 1980 se lleva a cabo el recuento por la titularidad del contrato colectivo. En la FES C, perdimos la votación, por dos votos de diferencia.
Extraordinarios recuerdos de los camaradas Armando Sánchez, en cuya casa dormí la noche anterior, para llegar de madrugada a la escuela a poner la última propaganda, de Santiago Flores, que llegó de traje el día de las votaciones, de Jorge Martínez Peniche que estuvo en la mesa de votaciones, como representante.
Algunos de los jóvenes que llegamos a dar clases, en los inicios de la escuela, estábamos recién salidos de la licenciatura, algunos sin recibir. Yo lo hice, casi recién llegado a la escuela e inicié mis estudios de posgrado, así que cuando se presentó la oportunidad de concursar por una plaza de carrera estaba listo para hacerlo. Ocurrió casi al mismo tiempo que el recuento. Se abrieron unas pocas plazas -ya desde entonces eran escasísimas. Yo me inscribí al concurso de una que en principio estaba creada para el perfil del secretario del consejo técnico, el Ingeniero Carlos Franco de Ajuria. Nos apuntamos a ese concurso tres personas: El ingeniero Franco, José Luis Fernández Chapou, que era alumno de Fermín Viniegra y yo. Al final resulté ganador del concurso.
Me parecía que era necesario continuar mi desarrollo académico y partí al extranjero para hacerlo. Había concluido en México los créditos de la maestría y el doctorado en Física y me fui a Francia a hacer un doctorado en ingeniería. En Francia, la mecánica de fluidos es considerada parte de la ingeniería, más que de la física. Me dan ganas de seguir escribiendo de mi experiencia como estudiante y profesor de español en Francia, pero me desviaría de lo que voy narrando.
Cuando volví, estaba al frente de la escuela Guillermo Aguilar Campuzano, su gestión estaba terminando y prácticamente no lo traté como director.
A Aguilar lo sucedio José Luis Galván. A José Luis le tocó el conflicto del CEU y del CAU, en 1986. Varios de los profesores que habíamos estado, una década atrás, en la formación del sindicato y en el recuento, simpatizamos con el CAU, lo que incomodaba a José Luis; con quien, por otra parte no teníamos una mala relación.
Durante su administración María Luisa Arias fue la jefa de división de químico biológicas y Bertha Rodríguez la jefa del departamento de Química, con las dos nuestras relaciones eran buenas. Incluso María Luisa nos hizo un dibujo para ilustrar un texto que titulé. “La FES C planeta habitable”.
Nuestra preocupación era que pudieramos crear en la escuela un ecosistema académico sustentable, pero la tensión del director con el CAU, lo impidió. Ocurrió que hubo elección de consejeros técnicos y en el afán de que no se “colaran” quienes simpatizaban con el CAU y el CEU, se abrió la puerta al grupo que hemos llamado “La Mafia”. Armando Aguilar fue nombrado consejero técnico, por primera vez en 1986.
Recuerdo la noche que se contaron los votos, en la sala de juntas de la dirección. Antonio Herrera, jefe de división de físico matemáticas, se dejó caer con un suspiro de alivio sobre el sofa al ver que habían ganado “sus” candidatos. Martínez Peniche le advirtió: “Hay víctorias que son derrotas”. Cuanta razón tuvo, al paso del tiempo ese grupo hostigó a Herrera.
De Antonio Herrera me llega a hora un recuerdo banal. Una mañana voy con Tegest, una etiope que era mi alumna de español en Acatlán y nos encontramos a Herrera. Cuando se la presento y le digo que es etiope, Herrera, a quien le gustaba correr, le dice Abebe Bikila es etiope, sí se sonrié Tegest. Bikila fue dos veces campeón olímpico del maratón y es una gloría de Etiopía.
Llegado ese grupo al consejo técnico empiezan a tratar de imponerse al director. Hay un feo pasaje donde hostigan al nuevo jefe de la división, el Ingeniero Fernando Orozco, hasta lograr su remoción. Termina el periodo de Galván, ya solo unos meses más, como jefe de la división José Guadalupe Ramos Anastacio, profesor actualmente en la Facultad.
En ese ambiente de encono se da el proceso para la elección del director del periodo 1989-1993... pero esa historia y lo que sigue quizás sea mejor platicarla mañana.