Este blog es una especie de respuesta anticipada a la invitación de Stéphane Hessel a indignarse. Nace de la indignación de que un grupo de profesores de la FES Cuautitlan –la mafia- haya por mas de 30 años usado y abusado los puestos de funcionarios y de elección popular. Pero el blog se ha convertido también en un espacio donde se comparten experiencias docentes, temas de divulgación de la ciencia, literatura y opiniones. Bienvenidos!!!
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jueves, 21 de octubre de 2010
La Física de Liliput. El Nobel de Física 2010
Ya en su obra “Dos nuevas ciencias”, Galileo Galilei había hecho notar que si el mundo se reduce o se aumenta a escala, los seres vivos no podrían tener las mismas formas. La razón es simple: algunos fenómenos son proporcionales al volumen, por ejemplo el peso; pero otros son proporcionales a la superficie, por ejemplo la presión que puede soportar una varilla.
Entonces, si como en el relato deSwift, el mundo aumenta 12 veces de tamaño. El peso de un hombre, puesto que el volumen es proporcional al cubo, aumentará 12x12x12 = 1728. Mientras que la resistencia de sus huesos a la ruptura, solo aumentaría 12x12 = 144 pues la superficie es proporcional al cuadrado. Es decir no se podría sostener sobre su propio pie, a menos que la forma de los huesos fuera otra o que el material del que están hechos cambiara. Esta es la razón por la cuál humanos de gran talla no pueden estar de pie o por la cual los huesos de animales como los elefantes son de forma diferente a la de los humanos.
Un muy buen libro de física elemental que se llama “Física”, pero que es conocido como PSSC, por haber sido desarrollado por el Physical Science Study Committee tiene un artículo bastante interesante sobre el tema que se llama “La Física de Liliput.” Voy a tomar prestada esa frase para referirme al descubrimiento que merecieron el premio Nobel de Física este año: El Grafeno.
En Octubre de 2004, André Geim y Konstantin Novoselov, galardonados éste año con el Nobel de física publicaron en la revista Science un artículo acerca de una hoja de grafito con espesor de un átomo. Para obtener una capa de grafito de espesor de un milimetro es necesario apilar 3 millones de láminas de grafeno.
Por razones semejantes a las analizadas por Galileo, acerca de cómo al disminuir o aumentar la escala, los fenómenos físicos cambian, porque unos son proporcionales al cuadrado y otros al cubo, el grafeno presenta propiedads físicas distintas a las del grafito “macroscópico”, entre ellas ser un material sumamente fuerte, excelente conductor de la electricidad -tanto como el cobre- y de la electricidad. Es además es prácticamente transparente y tan denso que resulta inpenetrable.
Su estructura es la de una malla hexagonal, como las de la malla ciclónica, con un átomo de carbono en cada vértice. Un átomo del elemento base de la vida, al menos como la conocemos en la tierra.
El descubrimiento del grafeno ha hecho concebir esperanzas de muchos desarrollos tecnológicos, como ppor ejemplo el desarrollo de transistores de grafeno en vez de silicio, lo que permitiría reducir aún más los tamaños de los componentes de una computadora, pues el grafeno presenta propiedades conductoras en un tamaño en el cual ya no lo hace el Silicio.
Por ahora muchas de las posibles aplicaciones como el desarrollo de computadoras de grafeno o de pantallas táctiles transparentes y enrollables son aun especulación, pero ese es el universo de posibilidades que la “Física de Liliput”, ola nano tecnología, como se le llama más convencionalmente, están poniendo en el horizonte del desarrollo tecnológico. Ese es el descubrimiento que mereció el premio Nobel de Física 2010
jueves, 16 de septiembre de 2010
30 años después.
jueves, 8 de abril de 2010
Castigo
DE TORRICELLI A TORRICELLI
Siempre me llamó la atención ver en la televisión al jugador de fútbol americano conocido como la “cocina" Newton, y no sólo por la corpulencia que le hacía merecer el apodo, sino porque no podía dejar de pensar en el más ilustre de los Newton que ha habido en mundo: Isaac. El mismo por el que el apellido se convirtió en unidad de medida de fuerza. Los Newton tienen derecho a jugar futbol, boxear o ser desempleados, pero siempre, a algunos de nosotros, nos parecerá curioso.
Hay otros apellidos que se han convertido en unidades de medida, quedando casi al mismo nivel que el metro, el kilogramo o el segundo y dejando con ello un difícil paquete a quienes los llevan. Estoy pensando por ejemplo en Blais Pascal, cuyo apellido resultó más tarde seria unidad para medir la presión en el Sistema Internacional. Tales ideas me han venido a la cabeza, por extraño que parezca, gracias a la: Ley Torricelli.
Los Torricelli tienen todo el derecho de meterse a políticos, lo mismo que los Newton a jugar futbol, pero es curioso oír hablar de una Ley Torricelli, más aún si esa ley se refiere a presiones, pero de tipo económico.
El Torricelli original, quien también dio a la ciencia el apellido de la familia como unidad de medida de presión, se llamaba Evangelista y contaba con 32 años de edad en 1641. Ese mismo año Galileo Galilei, recién absuelto por la Iglesia católica, tenía ya 77 años, estaba casi ciego y achacoso y necesitaba para seguir trabajando en su casa de Arcetri, un ayudante. Ese ayudante fue el joven Evangelista Torricelli.
Torricelli era alumno del amigo de Galileo, Benedetto Castelli, con quien había estudiado matemáticas. Desafortunadamente Galileo murió al año siguiente de la llegada de su nuevo ayudante, cuando apenas habían empezado a redactar la primera de las nuevas jornadas que se pretendía añadir al libro de las Nuevas Ciencias.
En realidad fue una desgracia que Torricelli sólo hubiera podido colaborar con Galileo unos cuantos meses, pues esperaba mucho de ese contacto, como se ve en el fragmento de una carta que él mismo había escrito al viejo científico: "No veo la hora de hallarme lo más pronto posible enriqueciéndome a mí mismo con recoger las migajas de aquellos tesoros que se manejan en vuestra casa, donde la presencia de vuestra excelencia constituye el gobierno de la verdad y el tesoro de la sabiduría".
Una de esas migajas a las que aludía Torricelli venía en una carta de Baliani recibida por Galileo. En ella se sugería -en contra de la opinión aristotélica- que el aire pudiese tener peso y especulaba con la posibilidad de producir un vacío venciendo ese peso. A la muerte de Galileo, Torricelli permaneció en Florencia como su sucesor y siguió pensando en el problema del peso del aire y la fabricación del vacío.
En 1643 Y 1644 Torricelli, aprovechando que Galileo había mostrado que el peso de una columna de agua de 18 codos producía los mismo efectos que los de la atmósfera, y valiéndose de que el mercurio es trece veces más denso, llevó a cabo una serie de experimentos encaminados, primero, a demostrar que el aire pesaba; segundo, a cuantificar su peso y, tercero, a producir vacío.
El experimento, bastante simple en su ejecución, consiste en llenar un recipiente ancho con mercurio e introducir verticalmente en él un tubo de vidrio abierto por el extremo en contacto con el líquido y cerrado por el otro. A causa del peso del aire en contacto con la superficie libre del mercurio en el recipiente, éste es empujado dentro del tubo de vidrio y asciende dentro de él hasta alcanzar una altura tal que el peso del mercurio en el tubo equilibra el peso del aire. la altura que sube el mercurio al nivel del mar es 760 mm. Un Torricelli es la 760ava. Parte de eso, es decir la presión ejercida por un milímetro de mercurio. Torricelli notó que la altura a la que sube el mercurio tiene pequeñas variaciones de un día a otro, lo que se interpretó, correctamente, como variaciones en el peso de la atmósfera de un día a otro. Estas variaciones tienen aplicación en el estudio meteorológico.
Quedaba aún por averiguar si el peso del aire era el mismo al nivel del mar que en la cima de una montaña. La idea parece haber sido propuesta por Descartes a Pascal en 1647. En todo caso, fue el cuñado de este último, Florin Perier, quien en 1648 escaló el Puy de Dóme para realizar el experimento que demostró que la presión atmosférica disminuía con la altura. Esto terminó con las especulaciones filosóficas sobre si la capa de aire alrededor de la Tierra era finita o infinita y si tenía o no peso.
Estos son a grandes rasgos los estudios de Evangelista Torricelli acerca de la presión atmosférica y sus principales consecuencias. Me vinieron a la memoria por el rechazo de la Asamblea de la ONU a la ley Torricelli para ejercer presión política. Ni modo, la fuerza de los apellidos. A lo mejor nunca habrá un Maradona que gane el Nobel de Física.