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jueves, 3 de marzo de 2011

Ciencia y Tecnología en México.

Cada cierto tiempo volvíamos a oir el rumor: Se va Romero Hicks de CONACYT, hasta que finalmente el rumor se hizo cierto: Se va Romero Hicks del CONACYT.  El relevo oficialmente ocurrirá el próximo miércoles, por lo pronto se maneja el nombre del ex director general del IPN Enrique Villa para relevarlo.
La noticia merece analizarse, pues el cambio ocurre prácticamente a finales de sexenio, en un momento de la administración actual en la que quien llegue no vendrá a realizar nuevos proyectos, a menos que...
La pregunta es ¿por qué el relevo? Las explicaciones que se oyen son: Porque al renunciar Villa al IMP, había que encontrarle acomodo. Porque Romero Hicks es gente de Josefina Vázquez y habría sido víctima del fuego amigo. Porque en CONACYT no se ha hecho nada en éste sexenio, etc… 
Dentro de las explicaciones asoma otro rumor: se trata, comentan, de modificar el SNI. De otorgar el dinero que se dedica al  pago de los investigadores, a las universidades e instituciones de educación superior para que sean ellas las que ejerzan el gasto.  Esa sería, dicen, la respuesta del gobierno a las reiteradas demandas de aumento de presupuesto para las universidades que se le hacen.
El tema da para mucha discusión, pues los pagos del SNI se originaron en la necesidad de pagar mejores salarios a los investigadores para que no desertaran de las universidades. Por otra parte, es necesario que los proyectos de investigación institucionales, estén alineados con las políticas de investigación de las dependencias y que las dependencias financien el desarrollo de infraestructura y la operación de los grupos de investigación, para lograr consolidar equipos capaces de llevar a cabo Mega Proyectos de investigación que rebasen lo que puede hacer un investigador aislado, preocupado por mantenerse en el SNI .
Claro, también se requiere que esto ocurra en un clima de imparcialidad y no de apoyo únicamente a personal académico incondicional y muchas veces sin nivel académico (¿Dónde hemos visto esto?)
Así pues el relevo en el CONACYT vuelve a poner el dedo en la llaga: En México no hay una política clara de Ciencia y Tecnología. No es un tema de recursos económicos, es un tema de cultura científica, de imagen de la ciencia, de moralidad y de organización. No existe cultura científica, la imagen de la ciencia es de impráctica, los recursos se reparten con escasa moralidad y no existen, salvo las excepciones que confirman la regla, grupos de investigación con una sólida organización.

martes, 26 de enero de 2010

Sheridan...continuación

Aquí a continuación, la segunda parte del texto de Sheridan sobre los salarios en la UNAM:

"Decía la semana pasada que, a mi parecer, el espíritu de la UNAM se debilita si tienen mayores ingresos los funcionarios y los académico-administrativos que los maestros y los investigadores, pues se crea una práctica del poder, una politización, una desacademización. ¿Qué ingresos son esos?

De acuerdo con la página de transparencia de la UNAM (www.transparencia.unam.mx) sus profesores e investigadores mejor pagados son los titulares C de tiempo completo, los TCTC. Llegar al nivel TCTC toma, en teoría, por lo menos 15 años de trabajo y productividad, pues hay que ascender por ocho niveles previos ganando concursos abiertos, concursos cerrados o cerrados abiertos (que los hay), mientras que un funcionario puede ser nombrado de un día para otro. Luego, difícilmente puede llegarse al nivel TCTC sin doctorado, pero en cambio se puede ser director de un instituto con sólo el grado de bachiller, y rector con 10 años de antigüedad académica.

Según la sección “Puestos académicos” de la página, los académicos mejor pagados, los TCTC, reciben un sueldo neto de 15 mil 826 pesos al mes. La sección “Puestos de funcionario” muestra que el funcionario con el salario más bajo de la UNAM, el “Supervisor de escuelas incorporadas”, recibe 13 mil 558 pesos al mes, es decir, sólo 2 mil pesos menos que el académico mejor pagado. El tercero peor pagado de la larga lista de cargos (el “Subjefe de departamento) gana 17 mil 179 pesos, que ya supera al TCTC. De ahí en adelante, en los 41 niveles que le siguen, todos los funcionarios de la UNAM tienen salarios netos más altos que un TCTC. Un “Delegado” gana un poco más que el doble (32 mil 717 pesos) y un “Jefe de unidad” el triple (45 mil 222 pesos).

Por otro lado, aunque esa página de transparencia no lo dice -pues sólo anota sueldos netos-, el TCTC recibe una compensación por antigüedad y puede recibir estímulos económicos a la productividad académica. Un TCTC con 30 años de antigüedad recibe casi 13 mil pesos mensuales por ese concepto. Y si tiene el nivel más alto en el sistema interno de estímulos -previa solicitud y previa evaluación cada tres años- recibe 34 mil más. Suman unos 61 mil pesos netos, más que apropiado para ingresar a la “justa medianía”, sí, pero menos de lo que gana un “Coordinador de gestión”, que recibe 64 mil 273 pesos al mes.

Además, puede ser uno de los 3 mil 374 investigadores de la UNAM que reciben estímulos económicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACyT, cuyo nivel más alto aporta unos 20 mil pesos, siempre y cuando salga airoso de las evaluaciones (bastante más estrictas que las de la UNAM). El SNI lo sube al rango de los 80 mil mensuales, que ya es un lujo, aunque inferior al que recibe un director de facultad o instituto que, a sus 70 mil netos mensuales, suma compensación por antigüedad y (si quiere) estímulos de la UNAM y del SNI; e inferior también al de cinco funcionarios de la UNAM que ganan 103 mil, a 12 que ganan 138 mil y el rector, que gana 142 mil. Claro, hay varios funcionarios de esta jerarquía que además de sus 138 mil netos al mes y su antigüedad reciben los más altos estímulos internos, para sumar 185 mil, y aun piden el apoyo del SNI para alcanzar hasta 205 mil netos y ganar no sólo más del doble que el académico mejor pagado, sino más que el rector, que los diputados y hasta el presidente de la república. Son los que además de sus tareas administrativas y políticas juran al SNI que dedican por lo menos 20 horas semanales a sus tareas académicas. Y son los que ya van a moderar sus gastos de representación…"