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domingo, 6 de noviembre de 2011

La Soledad de los Números Primos

El último comunicado de la Junta de Gobierno informa que "entre el 7 y el 9 de noviembre los candidatos comparecerán en orden alfabético ante el pleno de este órgano colegiado con el objeto de exponer su plan de trabajo y responder a los cuestionamientos que los miembros de la Junta de Gobierno les hagan. Una vez concluida la última comparecencia, la Junta de Gobierno se reunirá a deliberar las veces que sean necesarias para llegar a una decisión con respecto a la designación de la persona que ocupará la rectoría de la UNAM en el periodo 2011-2015".
Así que en espera de que lleguen esas fechas y podamos seguir comentando el proceso, he decidido publicar la reseña de un libro que leí hace un par de años, mas o menos. La reseña está ya publicada en el libro Dime Abuelita porqué, pero puede ser una lectura interesante, en espera de noticias del proceso de elección de rector.  A continuación la reseña, espero la disfruten:

La Soledad de Los Números Primos.
Es agradable que las personas que nos quieren piensen en nosotros cuando hacen un viaje y si ese cariño se traduce en un libro como regalo, pues mejor aun. “La soledad de los números primos” llegó a mis manos por esa vía
El libro esta escrito por Paolo Giordano un joven físico italiano que estudia el doctorado en la Universidad de Turín, realizando la tesis en el estudio de partículas elementales.
Curiosa historia la de éste, hasta hoy, científico profesional que incursiona en el mundo de la narrativa y con su primera novela ha vendido mas de un millón de ejemplares y consigue los premios  Campiello, Fiesole narrativa under 40 y Strega, el más importante de Italia.
La novela toma su nombre de parejas de números primos que están lo más cerca que pueden estar dos números primos, separados únicamente por el inevitable número par enmedio de ellos. Esas parejas como el 11 y el 13  o el 41 y el 43 se llaman primos gemelos, en eso se inspiró Paolo Giordano para poner nombre a la novela que platica la historia de dos personas que se encuentran quizás lo más próximo que pueden encontrarse, pero separados siempre por la soledad.
Las dos personas son Alice y Mattia. Cada uno de ellos con una tragedia infantil a cuestas. Alice, con una fractura de pierna que la ha dejado inválida y Mattia, responsable de la desaparición de su hermana gemela. Mattia es brillante, estudia matemáticas en particular, los ceros de la zeta de Riemann, el problema más famoso, sin resolver, de las matemáticas. Alice, anoréxica, se dedica  al la fotografia. Ambos tienen dificultades para contruir relaciones.
El relato va contando los encuentros y desencuentros de los dos, en diferentes etapas de sus vidas; desde sus años de escuela hasta que Mattia, ya doctorado parte a trabajar en el extranjero. Alice, no es para él causa suficiente para permanecer en Italia, su país natal, o quizas por que lo es, él se va. En la trama van apareciendo otros personajes; sus respectivos padres, una pareja para ella, un amor para él, colegas, patrones, compañeros, todo para ir creando una expectación sobre la posible relación entre ambos.
Al final, cuando Mattia trabaja ya en una Universidad extranjera,  Alice, que ha visto en una desconocida los rasgos de Mattia, piensa reconocer en ella a Michela, su hermana gemela desaparecida.  Alice le manda una carta con una foto, detrás de la foto una frase: “Tienes que venir”. Matia toma el avión y regresa a Italia..., lo que sigue no lo platicaré para no arruinar el final de la novela a quienes quieran leerla.
Diré en cambio, que en la narración encuentro algunos detalles muy interesantes sobre la manera como Mattia ve el mundo, sus reflexiones acerca de cómo funcionan los limpiadores del auto, de la comunicación telefónica con su padre, de la variación de temperatura o de las figuras geométricas que los alimentos forman en su plato. Es interesante la manera en la que el autor trae al relato su propia visión del  mundo físico.
Dos detalles interesantes de la novela: en algún momento el racional Mattia piensa: “Las decisones se toman en unos segundos y se pagan el resto de la vida”. Pero -pienso yo- decidir no decidir es tambien una decisión y tambien se paga toda la vida.
En otro momento Mattia trabaja con un colega en una demostración, el lector está tentado a suponer que se trata de la demostración de la hipóptesis de Riemann. Una frase, empero hace dudar al lector. Mattia inicia su exposición diciendo: “Consideremos el caso en dos dimensiones”. ¿Por qué en dos dimensiones? La zeta de Riemann es una función de una variable compleja, ¿No se trataba del célebre problema o es una clave que Paolo Giordano da para su solución :) ?

lunes, 13 de septiembre de 2010

Loret.

Hacía muchos años que no iba a las instalaciones de televisa, en avenida chapultepec. Quizás desde aquellos maratónicos programas con Nino Canún y Jorge Mausan discutiendo sobre OVNIs. En aquellas veces salía de madrugada o ya bien empezada la mañana, luego de toda una noche de argumentaciones. Ahora estaba llegando aún con la oscuridad de la noche anterior para participar en el noticiero de la mañana, en una breve entrevista sobre ele libro Dime Abuelita Por qué…
El edificio donde esta el “News Center”, que es el lugar donde se producen los noticieros de Loret, López Dóriga y Lolita Ayala es nuevo, relativamente; tiene seis años. No reconocí entre tanta modernidad el viejo galerón donde se instalaba el panel del programa “…Y usted ¿qué opina?
Mientras Twiteba que había llegado ya a televisa y que estaba listo para la entrevista se aparecieron las maquillistas, vestidas como rock star, y ahí, en la salita de espera me dieron una manita de gato. Se fueron, llegó el encargado de sonido y me instalo el micrófono, finalmente el floor manager me condujo a la sala donde se llevaría a cabo la mini entrevista. Loret estaba ya sentado en uno de los dos sofás que hacen ángulo. Yo me instalé en el otro. Nos saludamos y me dijo, como disculpándose: “me acaban de dar el libro, pero ya encontré varias cosas interesantes”. Tomó un papel y empezó a apuntar algunas ideas. Mientras èl escribía, conversábamos, me preguntó como iban las ventas del libro y dónde se podía comprar.
En algún lugar que yo no alcanzaba a ver, un monitos traía la imagen y el sonido del noticiario, se habalaba de las mujeres, acusadas de aborto, que habían sido liberadas el día anterior en Guanajuato. En un momento dado, el oído entrenado de Loret, percibió que terminaba la nota anterior y cortándose a sí mismo la palabra volteó hacía la cámara para anunciar mi presencia y el libro.
Tras una introducción para dar contexto a la pregunta se volteó hacía mí, con la misma rapidez con que había hablado a la cámara me lanzó la pregunta: ¿Existe un problema de matemáticas aun sin resolver? Existen muchos contesté, sin saber bien que quería saber Loret, luego pensé que en el libro habló de la hipótesis de Riemann y que debía decir algo al respecto. En fracciones de segundo pensé: “cómo diablos explico que se trata de las raíces complejas de la Zeta de Riemann”. Me acordé de la anécdota de Eintein que platica que a la pregunta de un reportero sobre si podía explicarle la teoría de la relatividad, contestó: ¿Usted podría explicarme como frie un huevo?. Sí, dijo el repotero. Pues hágalo, dijo Einstein, suponiendo que yo no se lo que es un huevo, ni un sartén, ni el aceite.
Mientras pensaba eso, mi boca, por su priopia cuenta, iba diciendo algunas cosas sobre los números complejos y la Zeta de Riemann, afortunadamente Loret, interrumpió para preguntrarme que tan viejo era el problema y ahí pude salir del terreno abstracto de las raíces de la ecuación y entrar al dato histórico del congereso de Paris en 1900, donde Hilbert planteó el problema.
No acababa yo de hablar, cuando vino la siguiente pregunta sobre el infinito y luego otra sobre las encuestas y otra sobre los icebergs y sobre el centro de la tierra, me sentía como en examen contra reloj, pues no bien acababa de armar una idea ya venía la siguiente pregunta. Cuando terminé de hablar del centro de la tierra, Loret de Mola volteó nuevamente a la cámara y empezó a agradecer. La entrevista en total había durado unos dos o tres minutos, pero muy intensos.
Cuando me sentè, horas mas tarde, frente a mi computadora, empecé a recibir en mi cuenta de facebook comentarios sobre la entrevista, algunos opinaban que Loret no había sabido preguntar, que habría sido mejor tener la entrevista con otro conductor, etc, etc. Desde mi punto de vista, esa opinión no es justa, creo que Loret lo hizo bastante bien, Me parece que en unos pocos minutos hojeo el libro y encontrò dos o tres cosas que le parecieron de interès general, para lo cual es necesario no solo inteligencia, que sin duda tiene, sino tambien una cierta capacidad de asonbro, como la que mostrò, con cierta inocencia, cuando dijo: Hay un problema de matemàticas que no ha sido resuelto.
Me pareciò muy bien, no por tratarse de un libro escrito por mi, que una emisiòn con una audiencia tan numerosa haya dado espacio a temas que tradicionalmente no lo tienen.
En el siguiente enlace pueden ver la entrevista que se encuentra en la parte donde el iondicador de tiempo indica 2:32.



Ya se hizo demasiada larga esta entrada, mañana publicarè el programa para el foro del dìa 4 de octubre.