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lunes, 31 de agosto de 2009

Una de Keller

Hace unas semanas mantuve un intercambio de puntos de vista con Beatriz Agrati y Jorge Tórtora acerca de si Keller era prócer o no. Los argumentos ya fueron dados y no pretendo reabrir la discusión , quiero sin embargo platicar algo que aprendí de Jaime Keller. Un día de mucho trabajo, nos encontramos de pronto Keller y yo con que no habíamos comido y teníamos poco tiempo para hacerlo, pues debíamos ambos volver al mismo evento. Nos fuimos a comer a lo más cercano: un restaurantito, medio fonda en Cuautitlan de Romero Rubio, ahí le expliqué a Keller mi frustración del momento, por la forma como las personas con las que estaba tratando de resolver algún problema se comportaban. Me quejaba yo de que llegada la hora de la salida, se iban y no se quedaban a continuar resolviendo el asunto. Keller se sonrió, me vio creo que con cierta simpatía y me dijo: “Entiéndalos maestro, para ellos es un trabajo, no es como para usted y para mí, que la Universidad es nuestra vida”. Me acordé de este pasaje porque aun suelo desesperarme cuando veo la manera como ciertos profesores y funcionarios se conducen, entonces me repito: Para ellos es solo un trabajo.

Me acaba de ocurrir esa sensación el viernes pasado en la junta con la jefatura del departamento de física para ver asuntos relativos a la certificación de los laboratorios, pude ver en el grupo de profesores, dos subgrupos claramente identificados, aquellos para los cuales la UNAM es un trabajo y otro para los cuales es su vida. Me quedé pensando que de cualquier manera si queremos un cambio en la FESC debemos contar con ellos, con los que ven la UNAM como un trabajo y van a las juntas no a debatir ideas sino a defender el empleo. A ellos hay que darles la oportunidad de que su empleo sea más gratificante.

3 comentarios:

  1. Rafael, sigues siendo un romántico. Es muy desepcionante lo que voy a plantear, pero...
    Hay gente en la facultad, para quien el cargo que tienen es SU empleo, porque no pueden conseguirlo en otro lugar. Nunca, por más que hagamos, van a sentir pasión por lo que hacen. La docencia no es su vocación, sino su refugio. Posiblemente no les interese en lo más mínimo la investigación. Sin duda que no les debe interesar, porque para investigar, hay que olvidar todo lo demás.
    Y el Dr. Keller la tenía clara. No es lógico pelear contra molinos de viento. Vivamos la docencia y en el caso de ustedes la investigación, agradeciendo a la FESC (y a la UNAM) la oportunidad de trabajar en algo que nos gusta, nos apasiona, nos atrapa, nos hace olvidar que el tiempo corre.
    Me da gusto que le reconozcas cosas buenas al doctor.
    Saludos.

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  2. No se muy bien que quieres decir con que sigo siendo un romántico, pero si es lo que me imagino me halaga. Me imagino que quieres decir que mi trabajo me sigue entusiasmando, que quiere decir que soy de los "ilógicos" que pelean contra molinos de viento para construir para mí y para los demás mejores espacios de trabajo.
    Por supuesto que reconozco cosas buenas de Keller, como decía Voltaire cuando le preguntaron por los aciertos de los astrólogos: "Ni siquiera los astrólogos pueden equivocarse siempre"

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  3. Si, a eso me referia y el viejo loco de Voltaire en muchas otras cosas se lucía más, que hablando de astrologìa.
    Saludos

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