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viernes, 17 de febrero de 2017

Las respuestas



A continuación las respuestas a las preguntas de la entrada anterior:

¿Ya no está indignado o es que acaso ya no hay motivo de indignación?¿ya no hay mafia que desarmar?

Desafortunadamente siempre hay motivos para estar indignados. A la escala planetaria el mismo Hessel, dice algo que es tremendamente actual: “Nos toca a todos juntos velar porque nuestra sociedad siga siendo una de la que nos sintamos orgullosos: No esta sociedad de indocumentados, de deportaciones, de sospechas hacía los inmigrantes, no está sociedad en la que se cuestionan las jubilaciones, la seguridad social, no esta sociedad en la cual los medios están en manos de los ricos (…)”.
La injusticia siempre indigna, a la escala del país, de la UNAM y de la FES C también la hay. Es injusto, por ejemplo, que un profesor con más de 20 años de antigüedad y que realiza tareas de profesor de carrera siga estando contratado como de asignatura. Es injusto e indignante que la mayoría de los profesores del área de físico matemáticas hayan desarrollado el síndrome de Estocolmo (enamorarse del verdugo) y voten masivamente en las elecciones con “disciplina”,  motivada en el mejor de los casos por conveniencia personal y en el peor por miedo a la represión.
Sigue habiendo mafia que desarmar. Un poco venida a menos, quizás más acotada, pero sigue estando ahí.  En algunos momentos más gloriosos, para ellos, trataron de extenderse a campo 1 y a las carreras del área de química, ahora hasta lo que me llego a enterar, están contraídos al área de matemáticas y parcialmente física e ingeniería.  

¿El Dr. Cuéllar es parte de la mafia?

Como escribí en el  texto que recordabas, Alfredo Cuellar merecía el  beneficio de la duda y creo que ha mostrado que no lo maneja la mafia de matemáticas, como si manejaba a Suemi (Aunque ella creía lo contrario).
Se puede opinar sobre la gestión de Cuellar, sobre si ha sido buena, mala o regular pero hasta donde alcanzo a ver, la mafia no lo maneja.

¿Qué piensa de su gestión ahora que casi ha concluido?

Responderé -atendiendo a tu solicitud- con lo que pienso y lo que pienso es producto de los escasos datos que tengo. Pienso que ha sido una gestión de aprendizaje, pienso que nadie dirige sólo y que es difícil –en cualquier parte de la UNAM, más en Cuautitlán- construir un equipo de buenos colaboradores.
Me ha gustado, sin embargo, que haya intentado hacer algunas cosas buenas, por ejemplo: acotar a la mafia, impulsar áreas “fuertes” de la FES C, como las carreras del área de química. En particular nombramientos como el de Andrea Trejo, me parecen muy acertados.
Me ha gustado también el impulso a la divulgación de la ciencia que se ha iniciado con la creación de la revista PaCiencia Pa’todos.
Me hubiera gustado que hiciera más por las áreas de físico matemáticas, sin duda. Pero, ¿Estaba en sus posibilidades? ¿Estaba en sus intereses?
La primera interrogante tiene que ver con que el director de una Facultad no es autónomo, depende de las autoridades centrales y estas muchas veces ponderan más lo político. Sin una masa crítica de buenos profesores de física, el cambio en esa área depredada, es imposible.
La segunda pregunta tiene que ver con la energía y el tiempo de que disponemos, para acometer diferentes tareas. Probablemente cualquiera de nosotros nos inclinamos por las que nos son más fáciles, más gratificantes, con menor probabilidad de fracaso.
Obviamente al actuar así se genera desilusión entre quienes esperan cambios espectaculares. Tú mismo me dices en tu correo: “(…) puedo notar mucha desilusión y descontento con la gestión del Dr. Cuellar entre compañeros académicos y administrativos”. El ejercicio del poder, desgasta, sin duda. Un director de una Unidad Multidisciplinaria está casi condenado a desilusionar a su comunidad.

¿Cómo ve el panorama político en la FESC?

Como cada cuatro años, la elección (o reelección) de un director hace concebir esperanzas de grandes cambios. El problema en la FESC es: ¿con quiénes?   Estuve alejado de la Facultad cerca de veinte años y cuando volví, me encontré con pocas personas nuevas. Los grupos están muy establecidos (y envejecidos),  la escuela-me parece- está en un statu quo, que paradójicamente si cambia, no lo hará desde adentro, sino por el impulso de la administración central, que descubrirá la potencialidad de estas Unidades.
No obstante,  la expectativa del próximo proceso agitará las aguas. En el futuro cercano veo a los diferentes grupos -entre ellos la mafia- moviéndose para “impulsar” sus candidatos. ¿Intentarán promover nuevamente a Aguirre? Contreras y Garibay están muy quemados. ¿Alguien más joven formado en el grupo?
Veo a la actual administración de la escuela tratando de reelegirse, lo que sería lo más lógico si la administración central no  tiene un particular interés en la facultad y un plan para cambiar su inercia y realmente mejorarla
Me imagino a Suemi tratando de jugar a Maquiavelo -pensando en sus sueños de grandeza- que tendrá una oportunidad de ser rectora y que debe construirse una base de apoyo desde la facultad, o de perdis “poner un director” que la apoye en sus ansias de ser miembro de la Junta de Gobierno.
Pienso que no faltarán algunos candidatos que se lancen por la libre. En la FESC ha habido procesos de cambio de director con cerca de sesenta postulantes.

¿Hay espacio para el cambio?

Mucho. Estas Unidades deberían ser el futuro de la UNAM. ¿Qué falta? Apoyo de la administración central. Probablemente revivir la idea de una coordinación de estas unidades, que ayude al rector a desarrollar un plan que las mejore a todas. Jubilar a muchos, contratar jóvenes capaces (de los que Trump no quiera allá). Gente “loca”, capaz de dormir cuatro horas, porque trabaja en algo que cree que vale la pena. Gente que tome la batuta y que sirva de ejemplo. Que los profesores quieran ser como el director, no por el salario, no por el puesto, sino por el compromiso.

¿Qué sucedió finalmente con los 3 mosqueteros?

Este es un ejemplo de como la Facultad perdió la oportunidad de contar con mejores académicos. Pineda no está en la FES C y la plaza se declaró desierta, Yamalev no está en la FESC porque ahí no hacía falta un Einstein, le dijeron. Romo, creo que volvió a solicitar la promoción y la obtuvo, pero no estoy seguro.

Quizás no sea necesario que lo aclare, pero obviamente todo lo que escribí son opiniones,  basadas en mi parcial conocimiento de lo que ocurre en la FES C. Podría estar mal informado; pero con base en lo que alcanzo a ver, estas son mis respuestas a tus preguntas.

domingo, 12 de febrero de 2017

Preguntas de un lector.



Sin darme cuenta han pasado los días -hasta hacerse meses-  sin que publique ninguna entrada en el blog. El correo electrónico de un lector me lo recuerda. Plantea el texto una serie de preguntas acerca de mi visión sobre la situación actual de la FESC
En próximas entradas estaré compartiendo con los lectores mis reflexiones sobre lo que se pregunta en el texto. Por lo pronto acuso recibo del correo, lo agradezco y lo comparto con los lectores. Aquí el correo, sin editar:

Primeramente me presento soy egresado y académico de la FESC de la carrera de medicina veterinaria con aproximadamente 5 años de antigüedad,  le envío un cordial saludo y me confieso admirador de su blog y sus cómics, creo que sus comentarios son muy acertados y sobremanera me interesan los que tocan las cuestiones políticas  de nuestra escuela en la sección de indignados, sin embargo, extraño leer  sobre  esos temas ya que desde que el doctor Cuellar tomó la dirección no ha escrito nada en este sentido (lo último...Cuellar el beneficio de la duda), mis preguntas son concretas y no se si sean pertinentes o correctas pero quiero saber

¿El Dr. Cuéllar es parte de la mafia?

¿Que piensa de su gestión ahora que casi ha concluido?

¿Cómo ve el panorama político en la FESC?

¿Hay espacio para el cambio?

¿Que sucedió finalmente con los 3 mosqueteros?

¿Ya no esta indignado o es que acaso ya no hay motivo de indignación?¿ya no hay mafia que desarmar?



 En lo particular aún no comprendo cuales son los grupos que hay en la FESC pero si puedo notar mucha desilusión y descontento con la gestión del Dr. Cuellar entre compañeros académicos y administrativos.



Le pido de antemano una disculpa si mis preguntas son tan directas en temas tan delicados pero apreciaría una entrada que hable de la situación que se vive actualmente en la FESC.  saludos cordiales.



En próximas entradas mis respuestas.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Qué libros compré y por qué en la FILG 2017



Me gustaría tener tiempo para comentar la lectura de cada uno de los libros que adquirí en mi reciente visita a la FIL de Guadalajara este año, pero es imposible. Así que para tener el placer de compartir el gusto por esos libros me contentaré con decir cuáles compré y dar un comentario, más o menos rápido, de la razón que me hizo llevarme la mano a la cartera para adquirirlos.
Seguiré en la descripción el orden en que aparecen al irlos sacando de las bolsas de las compras:
Cuentos Negros de Cuba. La autora, recomendada en la portada del libro por nadie menos que Alejo Carpentier, es Lydia Cabrera que me era totalmente desconocida. Me explica el vendedor que se trata de historias que su nodriza negra le contaba y que habían llegado hasta la nodriza por tradición oral. Me doy el tiempo de leer un poco el libro y veo que son fábulas en las que aparecen personificados animales, al estilo de La Fontaine, y partes del cuerpo como la Oreja. El primer texto que leo se llama: “El mosquito zumba en la oreja” y tiene como moraleja saldar las deudas.
De la misma autora me interesó otro libro que se llama El Monte, según lo que dice la portada se trata de “notas sobre las religiones, la magia, las supersticiones y el folklore de los negros criollos y del pueblo de Cuba”. Mi interés en el tema viene en parte de la lectura de la Dignidad Encarnada de  Silvia Gurrola, que habla de estas creencias en Mozambique, sitio donde se desarrolla su novela.
En ese mismo stand compré otras dos novelas históricas. Una de ellas Martí, el apóstol es una biografía novelada de José Martí, de quien no sé más que lo elemental: su participación en la lucha de independencia cubana y sus versos como el de la rosa blanca que cultiva para el amigo sincero. La otra novela fue la vida de Felipe II, llamada Felipe, el prudente. Esta me llamó la atención por su obvia vinculación a la historia de México y por los relatos que sobre él oí, cuando visité el Escorial, como por ejemplo que había muerto agusanado, en una agonía de varios meses en cama.  Veré que dice la novela.
En otro stand compré cuatro biografías de matemáticos de la serie “La matemática en sus personajes.”  Todas vienen en la misma bolsa. Las compré básicamente porque están baratas (100 pesos cada una, en una edición muy cuidada). Son obras de referencia que complementan otras que tengo como la enciclopedia de “Sigma, el mundo de las matemáticas”, pero que no están por demás. Los títulos que adquirí son Fermat. El mago de los números. La razón es que justo en estos días, acabo de escribir un mini relato sobre este personaje que ha llamado mi atención desde que, como preparatoriano, me enteré de su existencia. Otra de las biografías que adquirí por semejantes razones (haber escrito recientemente un mini relato donde lo menciono) es la de Fibonacci. El primer matemático medieval. La parte de la historia de las matemáticas en la edad media la conozco menos que la de la matemática griega o la reciente, así que es un buen motivo para hincarle el diente a esta biografía de Leonardo de Pisa. Dudé un poco para comprar la de Cauchy. Hijo rebelde de la revolución, pero finalmente me decidí porque también el año pasado escribí para “Derrotar a la Ignorancia”,  un texto donde menciono sus aportaciones para formalizar las ideas del análisis matemático. El último de los libros de esta serie que compré fue el de Nobert Wiener. Un matemático entre ingenieros. Sobre él no recuerdo haber escrito nada, quizás después de leer su biografía, redacte un texto. De él sabía lo que todo  mundo; que es el padre de la cibernética y que escribió su autobiografía “Ex Prodigio.” Por cierto que en esa serie hay un número dedicado a Euler, que me hubiera encantado comprar, pero que no habían traído.
En la siguiente bolsa vienen tres novelas y la adaptación de un poema clásico. La primera novela que aparece es El Golem de Meyrink. La compré por dos razones: una porque Borges habla muy bien de ella, siempre; la otra porque me llama mucho la atención el mito de la creatura que destruye al creador. La segunda novela es El lecho de Procusto de Camil Petrescu. Por lo que pude ver del libro y de su autor, al que desconocía, se trata de un gran escritor rumano de la talla de Cioran o de Ionesco, pero con la desventaja frente a ellos, de no haber escrito más que en Rumano y no en francés. La novela es una narración desde cuatro puntos de vista, el de los cuatro personajes del relato, que platica cada uno su parecer. Me pareció que sería algo así como “El Cuarteto de Alejandría”, en un solo volumen. Sigue un libro que me parece interesantísimo Homero, Ilíada de Alessandro Baricco. El libro surge de una idea de su autor de leer en público el poema homérico, lo que lo lleva a tener que preparar una adaptación que lo permitiese (la versión original hubiera necesitado de 40 horas de lectura). De Baricco había leído antes “Seda”, así que un autor que me gusta y esa idea de adaptar un texto clásico despertaron mi curiosidad. El último libro de este paquete es Número cero, la novela de Umberto Eco de la cual saqué hace unos días la cita que publiqué en mi Fb: “Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder tiempo en saber más: el placer de la erudición está reservado a los perdedores”. El hecho de que lo que he leído de Eco, antes, me ha gustado y el texto ya comentado me parecieron suficientes razones para adquirirlo.
En la última bolsa vienen: un libro de divulgación de la ciencia, dos de historia y uno de lógica. El de divulgación de la ciencia se llama El último alquimista en Paris y otras historias curiosas de la química. Lo compré porque  aunque la química me gusta, es una ciencia de la que desconozco muchas cosas. El de lógica, es un libro que leí hace años, como estudiante de la Facultad de Ciencias y que regalé o perdí. Como lo añoraba, al verlo reeditado lo compré. Total, qué son 35 pesos, que ese fue el precio que pagué por El juego de la lógica de Lewis Carroll.  Los dos libros de historia están escritos por mexicanos, el primero es de Enrique Krauze y se llama Redentores. Ideas y poder en América Latina. Trae biografías de personajes como Martí (nuevamente), Vasconcelos, Paz, Chávez, Eva Perón, el Che, García Márquez o Vargas Llosa. Un libro que se puede leer aleatoriamente y que además estaba en 85 pesos. El último en salir, de los libros de la compra de este año, es La imaginación y el Poder. Una historia intelectual de 1968. Lo compré por varias razones: su título alude a una de las pintas más famosas del movimiento estudiantil en Paris en 1968, “La imaginación al poder”. Su autor, Jorge Volpi,  es alguien a quien sigo regularmente los sábados en su columna del Reforma. Volpi es una persona con puntos de vista originales y bien documentados. De él había leído antes “En busca de Klingsor”, novela sobre la historia de la bomba atómica. Otra razón más para comprar el libro de Volpi sobre el 68 es que él no pertenece a la generación que lo vivió y eso puede darle una ventaja de objetividad frente a las fuentes que consulta.
Me gustaría haber comprado más libros para seguir hablando de las esperanzas que sus títulos, autores y temáticas nos despiertan, aún antes de leerlos, pero ya no hay. Continuaremos probablemente el año entrante.