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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Foro TV. (Entrevista con Guillermo Ochoa)

Llegué, a Televisa, pasadas las 8 de la noche, el tráfico estaba infernal. En la entrada ya me esperaba alguien para guiarme a través de los pasillos hasta el foro. Entré al estudio justo en el momento en que la presentadora del tiempo se levantaba para hacer su intervención. Una mujer muy llamativa con un idem vestido rojo. Se acercó la maquillista y empezó a trabajar en busca del milagro, también llegó la persona que me iba a colocar el micrófono.

Enseguida vino un camarógrafo y realizó algunas tomas, me pidió tomar el Cómic y hojearlo. Mientras tanto la guapa mujer del vestido rojo, terminaba de dar los pronósticos del tiempo y entraba al aire una cortinilla con el video recién grabado que anunciaba la conversación sobre el Cómic “Dime abuelita porque” que tendría lugar en unos momentos más.
Durante el corte fui conducido a los sillones del set donde estaban sentados Guillermo Ochoa y Jill Begovich. Iniciamos una conversación informal sobre el libro y los temas que ahí se tratan. Los dos presentadores hablan con agrado de que se trate el tema del vino, desde un punto de vista cotidiano y con enfoque de ciencia.
Comentamos que el corte es largo; lo que muestra que el noticiario esta teniendo buen rating y que hay buen número de anunciantes. Jill pregunta: ¿Cuánto tiempo falta para entrar al aire? Treinta segundos le responden y con sarcasmo agrega Guillermo Ochoa: “Ya no te da tiempo de ir a fumar”. Nos reímos y en ese momento empieza el clásico 5, 4, 3…
Entramos al aire y después de anunciar de que se va a hablar, se dirige Guillermo Ochoa a mí y me pregunta: ¿A quién van dirigidos el libro y el cómic? Empiezo a responder y Guillermo Ocho hace la broma: ¿A las abuelitas? Sí, respondó, para que puedan contestarle a sus nietos las dudas de ciencia y me corrijó de inmediato: “no , las abuelitas son sabias, no les hace falta” Todos nos reímos y sigo más en serio explicando que en principio,  ambos, libro y cómic, están destinado a todo mundo, aunque el cómic, sobre todo se orienta más a los muchachos de prepa. Les digo que cada historia toca un solo tema y ejemplifico con los del lenguaje del álgebra, la caída libre o el principio de Arquímedes. Guillermo Ochoa me deja hablar y yo sigo: insisto en la diferencia del libro con el cómic.  Aclaro que el libro no trae ninguna fórmula, mientras que el cómic, sí. El cómic está pensado para servir también de apoyo a la enseñanza de ciertos tópicos en la prepa; pero no es –puntualizo-  solamente una serie de temas de ciencia puestos en dibujos, existen personajes. Se trata de narrar las vivencias cotidianas de un muchacho que va a la prepa y tiene su grupo de amigos y sus historias de amor y desamor.
Me pregunta cómo integrar esto en era de las tecnologías de la información y le cuento que el cómic es un producto colateral, que surgió de hacer la adaptación del libro a un formato para Ipads o tabletas personales.
¿Por qué es importante para ti hacer estas cosas?, continua Ochoa. Para mí es importante, respondo, porque es mi profesión, soy profesor, a eso me dedico, pero más allá de que pueda ser importante para mí, creo que hacerlo es importante para el país. Las vocaciones científicas hay que irlas a buscar, como las deportivas, entre los jóvenes.  Cito la frase de Picaso de que de niños todos somos artistas, lo difícil es seguir siéndolo cuando crecemos, para decir que lo mismo aplica en ciencia: De niños todos somos científicos, lo difícil es seguir siéndolo cuando crecemos.
El tiempo se ha ido volando y Guillermo Ochoa, prepara el cierre de la conversación con la pregunta de cajón: ¿Dónde se puede adquirir? Rápido pasa por mi mente que probablemente no pueda decir marcas, ni nombres de empresas, lo pregunto y me aclaran que así es y el mismo Guillermo Ochoa da la respuesta: Librerías de prestigio. Volvemos a reírnos y en seguida despide, agradeciendo.
Al salir a la calle, enciendo nuevamente el celular y empieza a vibrar indicándome que hay mensajes de correo electrónico. Hay varias solicitudes de información. Una de ellas, la que más me gusta es la de un profesor de Oaxaca que dice: “Soy Director de una Escuela Secundaria en Tlaxiaco, Oaxaca, quiero saber cuánto cuesta el comic Dime abuelita por qué, si lo envían y si tiene algún precio especial para escuelas, quiero fomentar la lectura científica con mis alumnos”
Después de leer eso pienso que el agradecido soy yo y que vale la pena hacer estos esfuerzos.
Por cierto el video completo de la entrevista puede verse en:

jueves, 5 de agosto de 2010

Opus 200 (Entrevista en El Universal)


Pues como no queriendo la cosa se han ido acumulando las entradas en el blog, ésta es la número 200, en casi año y medio de blog. Un blog que me parece va cumpliendo su tarea de ir desarmando la mafia. Poco a poco los profesores nos vamos organizando, el miedo se va perdiendo y sin duda tendremos en éste próximo semestre lectivo algunos avances en la defensa de la academia en la FESC. El próximo lunes iniciamos nuevamente los cursos y ya tendremos tiempo -espero- de ir haciendo un recuento de lo publicado en el blog.
Por lo pronto, hoy jueves me estoy preparando para ir a la presentación del libro “Dime Abuelita por que...”, pero antes de salir a la casa del lago y como se trata de Jueves de divulgación de la ciencia, les copio la entrevista que me hicieron a propósito del libro y que publica hoy el Universal on line ( www.eluniversal.com.mx/articulos/60073.html ). La nota la retomaron otros diarios como El Financiero y Medicina digital:


“México debe impulsar a la ciencia: físico

Para el experto Rafael Fernández es inconcebible que el país sólo cuente con 15 mil científicos y que la demanda de carreras esté a la baja
Lo que falla en los países que eran llamados del Tercer Mundo, ahora periféricos o en vías de desarrollo, no es la ciencia básica, sino su aplicación, pues no existen, salvo excepciones, compañías que lo hagan, ni las cadenas de profesionales para desarrollarla, afirmó el físico Rafael Fernández Flores.
El científico presentará este jueves 5 de agosto su más reciente libro "Dime abuelita por qué... Explicación científica a hechos cotidianos", primero de una serie de volúmenes que publicará el también doctor en ingeniería por el Instituto Nacional Politécnico de Toulouse, Francia.
En entrevista explicó que la intención de esta colección es que las personas sepan que la ciencia es parte de la cultura y de la vida cotidiana, por sus aplicaciones a la tecnología.
"Creo que nos falta empujar la ciencia, a nadie le sobra la parte científica en ningún país de la Tierra por más avanzado que éste estuviera, y en México nos ha faltado tenerle un poco de respeto a la actividad científica, hay un sentimiento como de que no es necesaria y por ello no hay inversión en la investigación", dijo.
Todos los ganadores del Premio Nobel de Física, explica en su primer libro, pertenecen a un pequeño grupo de países, entre los que no se encuentran los de América Latina.
Esto no se debe a que los nativos de estas latitudes sean menos dotados para las ciencias físicas que sus colegas del primer mundo, sino simplemente porque en Latinoamérica están muy ocupados en construir las cosas para ayer.
Es inconcebible, continuó, que un país como México, que ya rebasa los 100 millones de habitantes, escasamente tenga 15 mil científicos, pero lo peor no es este número reducido, sino que la demanda de las carreras de este tipo va a la baja.
Urgen más científicos en México, subrayó, la saturación de carreras tiene mucho que ver con la creencia de que en determinadas profesiones hay más dinero.
"Todos tenemos el derecho humano de querer ganar mejor, pero en la medida de que no expliquemos que la ciencia es una profesión rentable, que se puede vivir de ser científico en este país y que además hay un respeto al científico, estamos amolados", señaló.
Si bien no se busca ganar el Nobel de Física, continuó, la preocupación es la tecnología, estar a la par con los tiempos del Tratado de Libre Comercio, vincular los planes de posgrado -que es la iniciación a la investigación- a los problemas de la industria. En síntesis, hacer de la ciencia algo útil, subrayó.
Problemas como el cambio climático, hambre, salud, abasto de energía y una serie de situación que giran alrededor de lo que es la compresión de las leyes naturales y su aplicación al desarrollo de la economía, son parte de la ciencia y su aplicación, expresó el físico.
Y sobre esto las personas comprenden la importancia de la ciencia, enfatizó; muchas veces se percibe a través de sus aplicaciones tecnológicas que terminan por comprar, en lugar de desarrollarla, pues con ello se cree ya se es un país moderno, y "hay una serie de ejemplos que muestran que no es correcto hacerlo de esta manera".
"Dime abuelita por qué... Explicación científica a hechos cotidianos", que será presentado este jueves en la Casa del Lago, por el presidente de la Academia Mexicana de las Ciencias, Arturo Menchaca, y el director de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ramón Peralta, es una recopilación de artículos publicados por Fernández en diversos medios de comunicación.
Hay artículos, explicó el también profesor universitario, que surgieron de preguntas que le hacen sus alumnos, y eso da respuesta a una anécdota y de ahí al artículo. Los temas en realidad los escoge la misma situación, acotó.

Este libro, continuó, es el primero de la serie "Para conversar de ciencia", publicado por Servicio de Consultoría de Valor Agregado, y ya prepara el segundo volumen, que se llamará "Derrotando a la ignorancia".

El tercero será "El mundo que se enreda" y otro más aún sin título, que estará dedicado a la ciencia en México y sus científicos.
Como sociedad científica, advirtió, hace mucha falta el que las personas tengan acceso a esta información, "uno cree que a la gente no le interesa, pero cuando se comienza a platicar de estos temas surge el interés más allá de lo que pudiera parecer, un ejemplo es este libro, que aun cuando no se ha presentado, ya lo están pidiendo en las librerías".
Comentó que el libro también está dedicado a menores de 10 a 15 años de edad, para quienes encuentren en este volumen que hay en la actividad científica una posible carrera profesional.
Pero aun con todo, si deciden tener otra actividad, por lo menos que sean personas cultas, que puedan tomar sus decisiones con base en información que le permitirá ser capaz de analizar y procesar, concluyó”.