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jueves, 21 de diciembre de 2017

¿Qué opción viable en el 18?


¿Entonces qué opción viable? La pregunta se hace así,  directa,  en la conversación de Facebook, entre nosotros tres.  Ella había iniciado con un meme más sobre el presidente. Él, un amigo en común, la reprende: “Parece que lo admiras”.  No, dice ella, “cómo cree. Yo Morena”.
Aquí es donde meto mi cuchara en la conversación: “¿Con todo y alianza con el PES? Ya hasta Poniatowska le sacó pancartas al peje”. A este comentario, siguió por parte de nuestro amigo común la pregunta que inicia el texto,: “¿Entonces qué opción viable?”
Respondo “Yo espero que el frente crezca, incorporando organizaciones ciudadanas como Ahora. Ojalá ocurra”. Después me quedo pensando un rato y me doy cuenta que necesito escribir algo más extenso que lo que suelo poner en el Facebook, para tratar de responder la pregunta: ¿Entonces qué opción viable?

Opciones.
Es interesante decir que en esta ocasión las opciones partidistas se presentan agrupadas no únicamente como en el pasado en forma de alianzas, sino como coaliciones de gobierno. Algo inédito en la política electoral mexicana. Veamos las ofertas:
Opción 1. El Gatopardismo, es decir: que todo cambie para que nada cambie. Es la opción del  partido en el poder, en coalición con el Partido Nueva Alianza (PaNal) y el Partido Verde Ecologista (PVM) que propone un  candidato “ciudadano”, con un perfil más técnico-económico, que político. Aunque el mero hecho de aceptar la candidatura del PRI, es un acto totalmente político. Sin hacer juicios de valor, esta opción aunque se vende como el cambio de sí mismo, es la del continuismo. Si queremos que las cosas no cambien es una buena alternativa.
Opción 2. La del no continuismo. Esta opción se presenta en tres sabores distintos, según el tipo de cambio al que se aspira: 2.1 Morena,  2.2 El frente por México y 2.3 Los “independientes”. Aunque sean tres opciones diferentes, las he agrupado en una sola con la etiqueta de no al continuismo, porque se van a disputar el voto del descontento, pero eso tiene ya que ver más con la viabilidad. Describamos brevemente en que consiste cada opción de no continuismo.
Opción 2.1 Morena. Es la nueva versión de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador. Las dos anteriores, aunque también en alianzas, ocurrieron bajo las siglas del PRD, en esta ocasión Morena va en coalición con el Partido Encuentro Social (PES) y con el Partido del Trabajo (PT). Esta opción ha sido tradicionalmente la de la “oposición”, pero ha sido derrotada las dos ocasiones anteriores por el voto útil. En el 2006, a favor de Calderón, “haíga sido como haíga sido” y en el 2012 a favor de Peña Nieto. Las dos veces se ha hablado de “fraude electoral”,  pero lo cierto es que Andrés Manuel tiene muchos detractores. Es una personalidad que polariza, es adorado u odiado. Y sus apoyadores no logran superar a sus detractores. Lo que es peor una fracción de intelectuales de izquierda, que fueron anteriormente sus aliados, ya no lo apoyan. La reciente presentación de su gabinete, fue un triste espectáculo. Y me parece que es un candidato que luce “viejo” para una gran cantidad de votantes jóvenes. No es lo mismo los tres mosqueteros, que tres intentos después.
Opción 2.2 El Frente. Aunque construido alrededor del Partido Acción Nacional. Hay algunos hechos interesantes en su conformación. 1. El principal impulsor de la coalición, desde el PAN ha sido Ricardo Anaya. En el camino para lograrlo “limpió” el partido de liderazgos viejos como los de Gustavo Madero y de los expresidentes Fox y Calderón. Los dos expresidentes panistas están a favor de la opción 1, Fox abiertamente y Calderón al apoyar una candidatura independiente -la de su esposa- que puede disputarle votos a una parte de los electores del frente.  2. La lección aprendida en las elecciones de gobernador en el Edo Mex, para prueba el video del palomazo de Anaya y Juan Zepeda 3. La posibilidad del frente de crecer incorporando ciudadanos sin partido como Miguel Ángel Mancera, Jorge Castañeda, Juan Ramón de la Fuente y otros líderes de organizaciones civiles como Ahora, Causa en común, etc. 4: Anaya es el único candidato joven.
Opción 2.3 Independientes. No parecen ser realmente ni una opción, ni independientes. Los dos principales punteros en la recolección de firmas, el bronco y Margarita Zavala,  militaron en el PRI y el PAN respectivamente.
2.3.1 El bronco capitalizó el enorme descontento contra el gobernador Priísta saliente de su estado, para ganar como independiente la candidatura, pero ahora abandona sus funciones para disputar una candidatura independiente.
2.3.2 Margarita aspiraba a ser nombrada candidata por el PAN o por el frente, pero no es difícil entender que arrastra el peso de ser la esposa de un ex presidente controvertido. Calderón, por otra parte fue jefe del ahora candidato del PRI y su familia política, Virginia Gómez del Campo, prima de la senadora del PAN Mariana Gómez del Campo, es esposa de Luis Videgaray.  
2.3.3 El resto de los independientes tienen muy pocas posibilidades de lograr los apoyos solicitados por el INE y lo más probable es que terminen siendo “espectadores” o incorporándose con alguna de las opciones  que juzguen viable. 

Viabilidad.
La viabilidad de las opciones va a depender de como empiecen a desarrollarse primero las pre campañas y luego las campañas.  Al no existir en México la segunda vuelta electoral, esta se construye de facto por el voto útil. La 1ª vuelta electoral, la realizan en la práctica las encuestas. Por lo general quienes están a favor de una opción que no logra despegar, transfieren su intención de voto al candidato que tiene posibilidad de derrotar la opción que no desean.
Los escenarios posibles son el hundimiento de alguna de las tres alianzas de gobierno.
A) Si se hunde Meade, algunos de sus votos vendrían a apoyar a Anaya para evitar el ascenso del peje, que los Priístas ven como un riesgo de “volver al pasado”, tratando de deshacer las reformas.
B) Si se hunde Anaya y la elección se tiene que decidir entre Meade y López Obrador entonces lo más probable es que los votos de Anaya, vayan a apoyar a Meade, por la misma razón que en el caso A), López Obrador es percibido por ese grupo de votantes como un conservador nostálgico del PRI, anterior a De la Madrid.
C) Si se desfonda López Obrador, el núcleo duro de Morenistas, dirá que las encuestas están mal y mantendrán su intención de voto. Algunos pocos que apoyan a López Obrador por oposición al PRI, apoyaran a Anaya y otros pocos que lo siguen por odio histórico a la derecha conservadora, que verán encarnada en el frente, votaran por el PRI.
D) Si ninguna de las tres opciones se desploma entonces estaremos en el poco probable caso de una primera vuelta en las urnas, ninguno sacará más del 50 % y se volverá a hablar de fraude electoral.
¿Qué opción me gusta (ría) a mí?
 Ver crecer el frente con participación de organizaciones de la sociedad civil, que participen en una inédita coalición de gobierno en 2018, pero por lo pronto es todavía prematuro decir cualquier cosa.   

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