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miércoles, 15 de junio de 2016

Alebrije de palabras



Hace unos meses -que pueden parecer años cuando se atraviesa un semestre lectivo- José Manuel Ortiz me regalo un ejemplar de Alebrije de palabras, lo leí más o menos rápido, porque se trata de una colección de relatos breves. Palomeé los relatos que me gustaban.

El libro se quedó sobre el escritorio todo el periodo escolar. Ahora, con un poco más de tiempo, “limpié” el escritorio y di nuevamente con la antología. Por curiosidad, revisé los relatos y autores que había marcado e hice unas muy breves acotaciones de por qué me habían gustado. 
Probablemente las acotaciones les dirán muy poco a quienes no han leído los textos, pero ojalá les den curiosidad y busquen leerlos redmini.net/pdf/Alebrijes.pdf  
Estos son los textos palomeados, sus autores y las notas:


Maleficio de Abelardo Hernández por su aroma a Soylent Green y el derecho de los viejos a decidir su muerte.

Antiguo oficio de Agustín Cadena por el doble discurso, cándido y sensual, que nos despista hasta el final.

Imperdonable de Amélie Olaiz por la curiosidad, para siempre insatisfecha.

En el cementerio de Armando Alanís, por el eterno juego de espejos entre la vida y la muerte.

Belcebú de Áurea Martínez Hernández por su “simpatía por el diablo”

Fraticidio de Daniel Zetina por el aire de minficción policiaca

Voyeur de David Baizabal por el pudor de los personajes

Efecto Dominó de David Rubio por el dominó último, que escribe el texto sin conocer del todo su destino

Celos de Elizabeth Pérez Por que nos hace ver que los celos son también envidia.

Iba caminando de Gerardo Oviedo por “la dicha inicua de perder el tiempo” de la que habla Leduc

Metamorfosis de Hernán Lara Zavala por lo Kafkiano de su relato.

El ilusionista de Hugo López Araiza por el aire irreverente del texto.

Un error de Apolonio, el perfeccionista silencioso de Isaí Moreno por lo tragicómico de su destino.

El típico malasuerte de Jaime Muñoz Vargas por aquello de “Ten cuidado con lo que deseas no vaya a ser que no se te cumpla”

Sherezada de Jesús Humberto Olague por su conformismo amatorio.

Nota roja de Joaquín Márquez por el juego de palabras.

La fácil y deliciosa pero no recomendable magia del olvido de José de la Colina por poner luz sobre la sombra de la sombra.

Condominio de José Manuel Ortiz Porque caras vemos…

Hora Pico de Laura Eliza Vizcaíno por la sinécdoque.

De mano en mano se perdió un elefante de Marco Tulio Aguilera por la hipérbole que muestra el tamaño de la burocracia.

El bibliotecario de Marcos Rodríguez porque el tema recuerda las obsesiones de Borges

¿? De Odilón Ortiz porque encontró el camino.

Aves de mal agüero de Peter Paul Ramírez Por la doble irreverencia materialista.

Nunca hubo milagro de Quique Ruíz por el milagro de la lógica

Las muchas metamorfosis de René Avilés por aquello de que cada loco con su tema.

Ana de Richard Densmore por la crueldad de las coincidencias que n o coinciden del todo.

Distribución de mi casa de Rogelio Guedea porque no habita una casa, la casa lo habita a él. 


Como siempre, este tipo de elección de los cuentos y los comentarios pueden variar de un día a otro, de un lector a otro, Estos fueron los que hice los días en que leí el libro, ojalá sirvan para motivar otras lecturas de la obra completa y generar más comentarios.

2 comentarios: