Cuando
llegamos a la historieta 68 de Dime abuelita por qué, nos dimos
cuenta con espanto que se nos habían acabado las historias del
libro. Estábamos a cuatro aventuras todavía de concluir la 3a
temporada ¿Qué materiales utilizar para el cómic? Fácil: echar
mano de algunos de los textos que no están en el libro pero que
había publicado en otra parte. Así incorporamos el relato de La
física de Liliput sobre el grafeno, de la comida de los astronautas,
de la partícula de Dios y estaba seleccionando cuál otro justo en
el momento en se anunció que la Medalla Fields era, este año, por
primera vez para una mujer.
Decidí
que la historia faltante del cómic sería sobre el premio a Maryam
Mirzakhani.
Les
comparto el texto que sirvió de base a la historia del cómic, por
cierto una de las que más me gusta de la 3a temporada.
La
medalla Fields a Maryam Mirzakhani

La noticia le dio la vuelta al mundo y no era para menos, una mujer -Maryam Mirzakhani- había ganado la medalla Fields. Lo sensacional de la nota es que se trataba de la primera mujer en obtener ese reconocimiento. ¿De qué se trata ese premio y por qué es tan extraordinario que lo haya ganado una mujer?
La
Medalla Internacional para Descubrimientos Sobresalientes en
Matemáticas es conocida brevemente como Medalla Fields por haber
sido sugerida y financiada por el matemático canadiense John
Charles Fields, quien era en 1924 presidente del VII Congreso
Internacional de Matemáticas (ICM) celebrado en Toronto.
Cuando
concluyó el congreso, los organizadores tuvieron un remanente que
Fields propuso usar para financiar un premio internacional de
matemáticas. Fields murió
el 9 de agosto de 1932 y en su
testamento dejó escrito que se usara su herencia para financiar el
premio. Pocos meses después se llevó a cabo, en Zurich el
Congreso
Internacional de Matemáticas y ahí se aceptó su propuesta.
Los
primeros premios se entregaron en 1936 a Lars Ahlfors de finlandia y
Jesse Douglas de Estados Unidos.
La idea era entregar dos
medallas cada cuatro años, en los Congresos Internacionales de
Matemáticas, que tienen esa periodicidad, pero la segunda guerra
mundial evitó la entrega de los siguientes galardones hasta el año
de 1950. En 1966 el número de medalla entregadas cada cuatro años
pasó de dos a cuatro, en reconocimiento de la creciente expansión
de los desarrollos matemáticos.
El
premio está pensado para incentivar a los jóvenes matemáticos, por
lo que se otorga siempre a matemáticos menores de 40 años. Para
elegir a los ganadores del premio se forma un comité, el Fields
Medal Committee de la International Mathematical Union (IMU) que es
encabezado por el presidente de la IMU. El resto de sus integrantes
es secreto hasta después de la entrega de los premios.
Antes
de que lo ganará Mirzakhani el premio había sido entregado a más
de cincuenta matemáticos y nunca a una mujer, eso es lo que ha hecho
que la noticia de la entrega de un premio de matemáticas se
convierta en un hecho de sociedad.
Una
mujer para poder se reconocida al nivel de sus colegas hombres debe
ser mejor que ellos para poder vencer las dificultades suplementarias
que su genero le acarrea. Así ha sido en la historia de la
ciencia en general e incluso hasta la actualidad. No hay que olvidar
que la misma Madame Curie, dos veces galardonada con el premio Nobel,
no fue aceptada en la Academia Francesa y que resultó ser apenás la
1a
mujer aceptada en el Pantheon,
que es el espacio donde se entierra a los franceses ilustres.
Lo
de ser mejor para ser igual es una idea de Gauss que reconoció de
esa manera el talento matemático de Sophie Germain. Sophie -quien
dedicó parte de sus investigaciones a tratar de probar el último
teorema de Fermat, estableciendo
varios teorema importantes, uno de ellos el llamado teorema de Sophie
Germain- mantenía con el matemático alemán correspondencia sobre
temas temas relativos a la de teoría de los números, usando el
seudónimo masculino de Monsieur Leblanc.
La
verdadera identidad de Sophie quedó al descubierto cuando en 1806
Napoleón invadió Brunswick, el pueblo natal de Gauss y ella
intercedió en favor de él, usando su verdadero nombre. En 1807, en
una carta famosa, Gauss reconoce que el talento de Sophie debe ser
superior al de sus colegas hombres, para poder vencer todos los
obstáculos que las costumbres y prejuicios le oponen.
Sophie
además de sus trabajos en teoría de números realizó aportaciones
en temas de física como acústica y elasticidad. la universidad de
Gotinga la
distinguió con un doctorad Honoris
Causa pero
murió
un mes antes de la fecha en la
que
iba a recibirlo.
Otra
matemática, Amalie Noether, también tuvo que recurrir al artilugio
de usar nombres de varón para ejercer su profesión. Noether,
nacida en 1882, dio clases usando el nombre de su padre y el de
David Hilbert que era su mentor, antes de conseguir en 1919 tener una
plaza con su propio nombre. Noether trabajó en temas de estructuras
algebraicas y fue una profesora inspiradora aunque, parece ser,
difícil de seguir.
Aunque
no hay una uniformidad de opiniones acerca de quien es la primera
mujer matemática de la historia, no lo son ni Sophie Germain ni
Amelie Noether. A quien se reconoce frecuentemente como tal es a
Hipatia quien vivió en el siglo IV de nuestra era. Hipatia era hija
de un hombre ilustrado Theón, que la educó en el amor al
conocimiento. Hipatia se interesó no sólo en las matemáticas sino
también en la astronomía y la filosofía y se dice que era una
excelente oradora. Sus trabajos de matemáticas versaron sobre el
estudio de las cónicas.
A
Hipatia se le conoce también como una mártir pues su muerte ocurrió
de manera trágica, al ser víctima de los enfrentamientos religiosos
entre cristianos y no cristianos. Hipatia fue atacada por una turba y
su cuerpo cortado con fragmentos de cerámica y después arrastrado
por las calles.
Otras
personas piensan que antes de Hipatía habría que considerar a
Theano -la mujer de Pitágoras- como la primera mujer matemática.
Michael Deakin, estudioso del caso, ha escrito un artículo titulado
¿Theano:
la primera mujer matemática de la historia?
en el que asegura, al referirse a la afirmación de que Theano
escribió un tratado sobre la razón áurea: “Lo más que se
puede decir es que es posible, era el tipo de cosas de las que ella
era capaz, pero no existe evidencia alguna de que lo haya hecho”.
Sea
como sea desde Theano o Hipatia hasta Maryam Mirzakhani las mujeres
no han tenido los espacios que les corresponderían.
Finalmente
en pleno siglo XXI una mujer matemática es reconocida con la
medalla Fields, por eso la noticia ha causado conmoción.
Vale
la pena puntualizar que si bien la medalla Fields es el más famoso
de los premios que Maryam Mirzakhani ha ganado, no es en modo alguno
el único. Ella obtuvo a los 17 y 18 años medallas de oro en las
olimpiadas de matemáticas. Tras doctorarse en la Universidad de
Harvard en 2004, en 2006 la revista Popular
Science
la nombró entre los “Brilliant 10” un reconocimiento que hace la
publicación a los científicos del año. En 2009 ganó el
reconocimiento Blumenthal
de la Sociedad Americana de Matemáticas y en 2013 el premio Ruth
Lytle Satter
de la misma asociación. Todos por sus trabajos en el área de las
superficies de Riemann y sus espacios modulares.
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