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sábado, 8 de diciembre de 2012

Cero Absoluto.




La frase es poética, qué duda cabe. Más allá de que se entienda o no su significado. El calificativo absoluto siempre da fuerza. Me detendré apenas en decir que la temperatura de los cuerpos está determinada por el movimiento de las partículas que los constituyen, por eso si las partículas no se mueven, la temperatura no puede ser otra, que cero.
Esa escala de temperaturas, asociada al movimiento de las partículas y no al estado de agregación del agua, como en la escala centígrada, se llama temperatura absoluta o Kelvin. El cero de esa escala es el cero absoluto.
No he sido lanzado a estas reflexiones solo por ocio. Algo que por cierto hubiese muy bien podido ocurrir, pero no; en esta ocasión el detonante ha sido la recepción de la revista del Instituto de Ciencia y Tecnología del DF, que lleva ese nombre: Cero Absoluto.
Guillermo Cárdenas, coordinador de la página semanal conciencia de El Universal y colaborador de Cero Absoluto tuvo la gentileza de mandarme un número de la revista en el que se publica parte de una conversación que tuvimos acerca del cómic Dime Abuelita por qué.  Agradezco a Guillermo la entrevista y la revista y a continuación transcribo íntegramente las preguntas de Guillermo y mis respuestas:


GC. ¿Cómo surgió la idea de Dime abuelita?
RF. Es una historia en varias etapas. La frase esta obviamente tomada de la canción de Cri-Cri. La usé primero para darle título a uno de los capítulos del libro “Para Conversar de Ciencia”. En ese capítulo no había ni abuelitas ni personajes, la frase hacía referencia a que todos los artículos reunidos en ese capítulo explicaban el por qué ocurren ciertos fenómenos. Por eso el dime abuelita, por qué.
Después cuando revisé el libro de “Para Conversar de Ciencia”, para hacer una reedición; decidí mejor crecer cada uno de los capítulos y hacer de cada uno, un libro (ese proyecto sigue en desarrollo). Los artículos, revisados, del Capítulo Dime abuelita por qué, más otros más que se habían acumulado, se convirtieron en el libro Dime abuelita por qué, que creo que conoces.
A la gente que veía el título del libro, le parecía muy llamativo. Eso empezó a hacerme pensar en que la abuelita tendría que aparecer en algún momento, pero era una idea vaga, de la que ni siquiera tenía conciencia.
VAS, la empresa que edita el cómic, va todos los años a la FIL de Guadalajara. En 2010 fui con ellos y vi que había ya muchos materiales de divulgación en formato electrónico. La vocación inicial de VAS es la producción de cursos en línea, justamente en formato electrónico. Entonces me pareció muy natural convertir el material del libro de papel Dime abuelita por qué,  a formato electrónico, busqué quien me ayudara y al explicarle lo que quería, le dije: “Has de cuenta que vamos a hacer un cómic”. Los primeros desarrollos, que me mostró, no eran lo que yo estaba queriendo hacer, pero me pusieron ya en la ruta del cómic. Esos primeros ensayos se parecían, en la concepción, a las cosas que hace Rius en sus libros para principiantes, donde básicamente los dibujos van ilustrando un texto, en el que no hay personajes, sino el desarrollo de una idea. Algo distinto a lo que hace, el mismo Rius, con sus historietas de Los Supermachos o de Los Agachados. Yo quería algo del segundo tipo, donde aparecieran personajes y no solo las ideas del libro, ilustradas con dibujos. Ahí, la idea vaga de hacer aparecer a la abuelita se fue clarificando y nos pusimos a inventar los personajes principales de la historia. Así se me fue ocurriendo la idea del cómic.

GC. Por qué divulgar a través del cómic?
RF. Antes de responder la pregunta, permíteme aclarar que no veo el cómic como una vía preferente para la divulgación, lo veo como un medio más del que se puede valer el divulgador. Es curioso, pero el libro y el cómic, que se llaman igual y que divulgan los mismos temas, tienen espacios diferentes de aceptación. Algunas personas nos dicen que prefieren el libro al cómic y otras a la inversa. Obviamente el cómic tiene algunas ventajas, por ejemplo el dinamismo de los dibujos y el color. También tiene la capacidad de atrapar al lector con la historia de los personajes y lograr que los conceptos de ciencia vayan pasando casi imperceptiblemente. El libro, por su parte, tiene otras; mientras que cada número del cómic desarrolla dos temas,  el libro reúne más de cien historias y se puede adaptar más fácilmente a ser un texto de apoyo para el profesor. El libro desarrolla los temas con mayor amplitud. Como te decía, en el cómic se tratan únicamente dos temas por número y muchas veces su principal valor es inducir el deseo de conocer más a fondo y de leer más; la gente busca entonces el libro.
Después de todo esto creo que la respuesta a tu pregunta es: Por que el cómic es un vehículo de gran aceptación, relativamente económico, lleno de belleza y dinamismo que sirve como medio de entrada a otros formatos de la divulgación.

GC. Qué antecedentes históricos tiene el cómic canalizado a la ciencia?
RF. No los conozco. Creo que hay antecedentes educativos del cómic y de las caricaturas (si reservamos el término cómic, para los dibujos donde hay personajes y una trama y dejamos el de caricaturas para libros como los que te decía de Rius). El día que presentamos el cómic en el MUTEC, Pepe Franco hablaba de Los Supersabios. Según lo que yo recuerdo no era un cómic de divulgación de la ciencia, aunque sus protagonistas Pepé y Paco estaban siempre haciendo experimentos y había un villano, Solomillo, arquetípico, hasta donde me acuerdo, de una idea de científico desafortunada, la del científico medio trastornado que quiere dominar el mundo.
Creo que varios de los libros de Rius divulgan la cultura, la historia y hasta las opiniones gastronómicas de su autor como en “La panza es primero”, pero no se si haya alguno de esos libros específico de ciencia. Recuerdo haber leído una historia de los agachados sobre Malthus, que se llamaba: Malthus vs Echeverría
Yo disfrutaba mucho la lectura del Chanoc y ahí se hablaba, como decía su eslogan, de aventuras de mar y selva y se daban datos de los nombres de ciertas especies de animales, nombres de venenos, etc. Pero tampoco lo consideraría un cómic de divulgación.
Hubo unos dibujos animados que después fueron revista o la inversa, que se llamaban Cantinflas Show, me acuerdo de alguno sobre la vida de Miguel Ángel, pero no preciso si había temas de ciencia.
Otra vertiente son las caricaturas o dibujos de relatos fantásticos, de Ovnis y cosas así, que hacía la revista Duda, lo increíble es la verdad. En realidad esa revista divulgaba seudociencias, pero a final de cuentas pueden tener su lado bueno, pues como te decía antes, los cómics pueden inducir a buscar mayor información y entonces alguien que empezó leyendo sobre Ovnis, puede interesarse seriamente en la astronomía. Creo que la aceptación que en su momento tuvo Duda, muestra la gran potencialidad del cómic como elemento de divulgación.  La calidad de la divulgación y la veracidad de los temas es otra cosa.

GC. Hay alguna corriente o en especial el trabajo de un país que te haya influido?
RF. En México, el trabajo de Rius me parece notable. Ya mencioné también mi afición a la lectura del Chanoc. En estados Unidos, cómics como Superman, historias fantásticas y relatos fabulosos hacían surgir el interés en temas de ciencia. Supermán podía viajar al pasado volando en el sentido inverso de la rotación de la tierra, había llegado en una nave espacial, etc, etc. La ciencia, como tema estaba presente. Lo que se decía, sin embargo no era científicamente cierto. Eran relato de ciencia ficción, no de ciencia.
En Francia existe una gran tradición de cómics para adultos, no necesariamente eróticos. Por ejemplo mi favorito: Achiles Talon, pero no es tampoco un cómic de divulgación. Recientemente vi traducido al francés un cómic sobre la vida de Feynman. El copyright del libro tiene fecha de mayo 2012 para la edición francesa y cita que el autor del guión ha escrito también otras historias gráficas sobre Galileo, Newton y Bohr. No conozco ninguna de ellas, pero en todo caso creo que es un fenómeno reciente el de hacer cómics para llevar al público historias que antes se platicaban en los libros. Una amiga, hija del escritor uruguayo Felisberto Hernández, me ha comentado sobre el proyecto, en march, de poner la obra de su padre en formato de cómic. Me parece que esa tendencia puede explicarse por el auge que los multimedia han alcanzado gracias a las computadoras personales y a las tabletas y teléfonos móviles.

GC. ¿Crees que en México está subutilizado el cómic como herramienta pedagógica?
RF. Creo que sí. Con la gran cantidad de estudiantes que hay en el país, el número de lectores potenciales de buenos cómics educativos es enorme.

GC. ¿Qué obstáculos has enfrentado en México para practicar la divulgación mediante el cómic?
RF. El principal es la distribución. El costo de la distribución puede representar más del 50 % del precio de venta. Eso hace muy difícil, por no decir imposible, la rentabilidad a partir exclusivamente de la venta del cómic. Es necesario vender también la publicidad en sus páginas interiores para poder mantener el proyecto, pero si no tienes una circulación importante, la publicidad no se vende y el círculo se cierra. Una manera que hemos encontrado para tratar de vencer este obstáculo es vender los cómics directamente en las escuelas como material de apoyo pedagógico, incluso hemos desarrollado guías para su uso en el salón de clases por parte del profesor.

GC. ¿Crees que podría tener auge esta actividad?
RF. Creo que en Europa ya la esta teniendo, supongo que también en los USA. En un viaje reciente a España pude ver en la FNAC que es una de las cadenas europeas más importantes de librerías  un folleto con el sugerente título de “1001 cómics que hay que leer antes de morir”. Por supuesto no se trata de cómics de divulgación, pero muestra que el cómic esta teniendo un lugar muy importante en la cultura y en las librerías. 

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