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jueves, 11 de noviembre de 2010

La necesidad de las nuevas carreras.

El lunes 8 de Noviembre participé en el ciclo de conferencias sobre física, en campo 1. El propósito principal de la charla era hablar del uso de la sala de cómputo de campo 1 como laboratorio para la asignatura de física y la comunicación intermediada con los estudiantes a través de un software para la gestión del aprendizaje. Ya en éste blog he dado la referencia del texto que relata esa experiencia tal y como se presentó en el foro de la enseñanza de las ciencias básicas que organizó la facultad de Ingeniería. Así que para no repetirme agregué a la plática los elementos que tienen que ver no solo con el uso de las TIC (por cierto una de las preguntas que me hicieron fue: ¿Qué son las TIC? Para quienes tengan la misma duda, lo aclaro son las Tecnologías de la Información y la Comunicación, es decir el conjunto de disciplinasque subyacen la consteucción de la sociedad de la información y el conocimiento), sino también con la necesidad de modernizar la enseñanza. Mucho de lo que dije a ese respecto es la presentación que hice el 4 de Octubre en el foro del Colegio Académico Multidisciplinario de la FESC. Este es el texto:

El propósito de la enseñanza es formar los mejores profesionales posibles, por lo tanto no puede ser una actividad que se realice de manera rutinaria y acrítica. Los profesores debemos cuestionarnos continuamente sobre nuestras actividades y la manera como las desarrollamos, pues nuestras acciones afectan el desempeño de los futuros profesionales. La reflexión sobre esos puntos y la intensión de mejorar continuamente el proceso de enseñanza y aprendizaje son la línea que guía el desarrollo del presente escrito.
    Empecemos por responder a la pregunta de ¿Por qué nuevas carreras? La respuesta más evidente es por que hay nuevas áreas de conocimiento y hay que formar profesionales en ellas (Ojo muchas de éstas nuevas áreas emergentes son de un perfil multi e interdisciplinario por lo que son necesarias nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje).
    Aunque este surgimiento de nuevas áreas de conocimiento es la razón más evidente para la creación de nuevas carreras, no es la única; también es necesario crear nuevas carreras por la evolución de las profesiones mismas, hoy una secretaría no tiene que saber taquigrafía, ni picar esténsiles y casi nunca que enviar un fax; en cambio si debe conocer los principales programas de cómputo para oficina. Lo mismo puede decirse de profesiones técnicas como los análisis clínicos de laboartorio donde son rquipos automatizados y programables los que van a realizar los análisis y el operador más que realizar, él, los análisis debe conocer perfectamente los principios sobre los que funciona el aparato y su manejo. De hecho todas la áreas de conocimiento son “nuevas”, pues se están renovando de la mano de las TIC. Algunos ejemplos: la simulación en computadora de nuevos fármacos, la visualización en 3-D del flujo de fluidos como hemos realizado para la tesis de José Luis Nandez en la Sala Ixtli de la DGSCA. En ese caso lo hicimos con agua, pero podría ser un fluido orgánico como la circulación de la sangre.
    También las áreas administrativas se están reconfigurando por las TIC y cada vez más se utilizan programas de cómputo como los Customer Relationship Management (CRM) y las redes sociales como herramientas para el marketing.
    Incluso el desarrollo profesional de áreas como las matemáticas y la demostración de teoremas también se han visto revolucionadas por las TIC. Fue con auxilio de una computadora que finalmente pudo demostrarse el teorema de los cuatro colores. Y por si faltara algo más, también la enseñanza ha cambiado gracias a las redes de computadoras, desarrollándose un área completamente nueva, la de la educación a distancia.
    En suma, podemos decir que es necesario crear nuevas carreras por que las actuales dejan de funcionar. Dejan de funcionar para los empresarios que contratan a egresados sin el perfil requerido y tienen que capacitarlos en los sitios de trabajo. Dejan de funcionar para los estudiantes que buscan capacitarse para el trabajo y no consiguen empleo o lo encuentran con salarios muy bajos pues son plazas que corresponde a perfiles no especializados. Dejan de fucionar para la sociedad que, al carecer de trabajadores especializados, basa su economía en la producción de materias primas y no puede transitar hacía una economía basada en el conocimiento, y finalmente dejan de funcionar también para la propia universidad que deja de cumplir su función.
Sin embargo el principal cambio no esta en los contenidos, estos varían tan rápido que es “imposible” estar adaptando o creando nuevas carreras para responder a su evolución. Es preferible un uso responsable de la libertad de cátedra, para que cada profesor vaya incorporando en sus exposiciones en clase los últimos avances de los temas que enseña. El cambios principal, en realidad, están en la manera de trabajar que implica por un lado el trabajo colaborativo basado en la internacionalización de la educación superior y por otro el desplazamiento de lo operativo (lo que hacen las máquinas) a lo intelectual (lo que hacen las personas).
Cierto que la frontera de lo operativo con lo intelectual es difusa, como todas, pero en la resolución de un problema real (Desarrollar un nuevo fármaco, construir un satélite, crear una nueva prótesis) cada una de las personas que participan realiza un tipo de actividad específica a un perfil. Hay técnicos, ingenieros e intelectuales, desarrollando cada uno su función.
Todos esos perfiles profesionales los desarrollamos hoy en día en la Universidad Nacional, no es el caso de lo que ocurre en otras sociedades, por ejemplo la francesa. Donde los técnicos se forman en los Institutos Universitarios Tecnológicos, los ingenieros y administradores en las Grandes Escuelas y los intelectuales como científicos, filósofos, literatos en las universidades. Las tres instituciones son diferentes y tienen propósitos educativos distintos. Aquí la selección la hace el mercado de trabajo a partir de la misma formación en el aula.
    Además de la formación de los tres perfiles profesionales mencionados, la universidad tiene otro rol más, quizás el más importante socialmente: el de certificadora de conocimientos. Probablemente muchas de las personas que se inscriben a ella no lo harían “solo por aprender” si no hubier al afinal de los estudios un documento certificando su capacidad para el desempeño de la profesión que se estudió. Sin embargo también ese rubro esta cambiando, existen hoy organismos cerftificadores como “Qualifications & Curriculum Authority” que ha dado titulos educativos oficiales a estudiantes de la Universidad Mc Donald (Universidad de la hamburguesa), de la Universidad de Network Rail y de Aerolíneas Flybe, todas Universidades corporativas, es decir universidades creadas por empresas para capacitar y formar empleados con los perfiles profesionales requeridos por ellas.
    Como resultado de lo anterior se ejerce una gran presión social sobre la Universidad Tradicional para hacerla más eficiente, al tiempo que se realiza un avance de las Universidades Privadas y Corporativas en el mundo de la educación superior.
    La Universidad pública se encuentra entonces en una encrucijada entre su rol social, que le exige responder a las demandas de un mercado laboral, conducido por la fuerzas del mercado y su razón de ser que la obliga a formar a los individuos de una manera integral. Esas son las razones de fondo que subyacen en la necesidad de la universidad para redefinir sus carreras y planes de estudio. Obviamente esta redefinición requiere ser acompañada de una serie de otras actividades como la capacitación de los profesores, la incorporación de las TIC a los planes de estudio de una manera estructural y la cosntrucción y mantenimiento de una infraestructura que soporte los nuevos odelos pedagógicos que derivan de éstos cambios.
    Si bien son necesarias las nuevas carreras, su puesta en marcha no debe hacerse con criterios políticos, que granjeen a aquien las realiza la simpatía de sus jefes. Lograr que la universidad mantenga su razón de ser, al mismo tiempo que evoluciona para ser eficiente. es un problema de administración y de ética, no de política.

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