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martes, 13 de diciembre de 2011

La tesis


Hace unos días se recibió Ricardo Montoya de cuyo  trabajo acerca de las universidades corporativas he escrito ya en el blog.  El examen se realizó en la Facultad de Filosofía y Letras,  Dado que la pedagogía, como la geografía, es aún considerada una parte de la filosofía. Algo que le daba, de entrada, al examen un tinte entre la tradición y el anacronismo; un hecho semejante a usar toga y birrete en alguna celebración especial o peluca, como los jueces y parlamentarios ingleses.
Ricardo ha sido un excelente estudiante, con un promedio de 9.7 y hubiera podido optar por la opción de titulación que se ofrece a alumnos como él, sin embargo prefirió dedicar un año de su vida a realizar una investigación:  a leer la bibliografía del tema, encontrar las preguntas fundamentales, planear una encuesta, aplicarla a un grupo de empresarios y a un grupo de académicos, analizar los resultados, extraer conclusiones y presentarlas por escrito en un trabajo final: su tesis.
Cuando llegó mi turno de examinarlo, sentado frente a él en el salón de la facultad de Filosofía y Letras, pensaba yo en el sentido que tiene la ceremonia en la que estábamos, así que cuando me tocó interrogarlo, empecé recordándole el significado de ese acto: Te has preparado durante varios años para llegar a ser pedagogo, le dije. Pasaste un tiempo en los salones de clases asistiendo a las exposiciones de tus maestros, dedicaste horas a realizar las tareas y a leer  textos que profundizaban en esas enseñanzas. Terminada la época de asistir a la escuela buscaste un tema para realizar una investigación y la llevaste a cabo.
Hoy –continué- estás aquí para mostrarle a los miembros del sínodo el resultado de ese trabajo original, que te ha permitido obtener una conclusión, una tesis, algo que tu crees y que hoy vienes a defender. Así se dice: defender la tesis. Si tienes éxito en la defensa de ella, nos habrás convencido de que mereces ser considerado pedagogo. Ese es el sentido del acto que hoy realizamos, así que mi pregunta es: ¿Cuál es la tesis que hoy vienes a defender?
Ricardo, meditó un rato, seguramente tomado un poco por sorpresa por la pregunta que no era la clásica de “…en la página tal dices que…” Sintetizó la tesis a la que lo condujo su trabajo y empezó a explicarme lo que pensaba y porque lo pensaba.  Continuamos hablando sobre el trabajo, pero más que como profesor y alumno, como dos colegas que platican sobre un tema de interés común.
Cuando terminó el examen, debía reintegrarme al trabajo, al que había robado unas horas para ir al examen. En el camino iba pensando en las cosas que me esperaban en la oficina y en el mundo académico que dejaba atrás; me parecía más romántico, pensaba en que aun ahora hay jóvenes que prefieren hacer una tesis en temas de filosofía (finalmente la pedagogía lo es), antes que oír el canto de las sirenas del “eficientísmo” que los invita a no hacer tesis y usar una opción diferente de titulación para insertarse más rápido en el mundo laboral. Pensaba que es cierto, que no todos los estudiantes deben hacer tesis, pero también que la tesis no debe desaparecer del todo, pues es una excelente manera en que un joven, como Ricardo, puede demostrarle a los viejos profesores que esta listo para ejercer la profesión.

viernes, 2 de septiembre de 2011

LAS UNIVERSIDADES CORPORATIVAS.


Hace unos días  Gustavo  Rivera Rodríguez nos compartió un texto sobre el ranking de universidades que realiza la universidad de Shangai, en el comentario a su aportación, comenté sobre un trabajo acerca de la Universidad Corporativa, que realiza Ricardo Montoya Ramón, estudiante al cual le dirijo la tesis.A continuación un resumen del 1er capítulo de esa tesis:

Al tratar de encontrar un antecedente directo de las universidades corporativas tendríamos que empezar nuestro análisis haciendo una primera busqueda histórico- geográfica e ideológica de la universidad, cuya primera referencia educativa tiene un origen anglosajón, caracterizado por su perspectiva basada en el análisis organizacional, disciplinario y sincrónico. La universidad Latinoamericana, en cambio, tiene un origen enfocado en un estudio histórico social de la realidad; dándole más prioridad a los procesos políticos y económicos como fuente de transformación. (Un breve diagnostico de las universidades argentinas: identidades alteradas, 204).
Como parte de los cambios científicos y tecnológicos del siglo XX, también se experimentó una transformación en nuestra manera de ver el mundo, y por ende, de educar a las nuevas generaciones. Dichas transformaciones se dieron al margen de la adopción de modelos “norteamericanocéntricos” industriales y educativos, por lo que se manifestó un triunfo de las universidades de tipo “organizacional” sobre las de tipo “político social”. (Un breve diagnostico de las universidades argentinas: identidades alteradas, 204).
En esta nueva sociedad la necesidad fue lograr la competitividad por medio de la producción de riqueza a través del conocimiento, donde la super-especialización de la industria demandaba una nueva mano de obra super-especializada y adaptada a la demanda. Dicha situación se fue acentuando con el paso de los años de una manera acelerada y hasta nuestros días, marcha que no pudo sostener la universidad “tradicional” para su vinculación con el sector productivo –que hoy en día conocemos-, de manera que las industrias se han apoyado principalmente en el recurso de la capacitación (a base de una gran inversión monetaria) para subsanar las carencias de este personal egresado de universidades tradicionales (Cuando la educación superior se convierte en mercadería. Hacia una explicación del fenómeno de la mercantilización en las universidades, 6).
Así es como surgen las Universidades Corporativas, instituciones cuyo nacimiento se caracterizó por la evolución de las áreas o centros de capacitación empresarial -en su mayoría de las poderosas empresas transnacionales-. Fue a partir de 1960 con la creación de la “Hamburger University” de McDonald´s, que comenzó el avance de dicha opción educativa experimentando su mayor impulso durante la década de los 80s. y 90s.; siendo las grandes corporaciones las nuevas proveedoras de formación profesional reconocida de sus empleados (aun desde su inducción). La posibilidad de formarse con programas educativos adaptados a las necesidades de los puestos, la cultura y las políticas de la empresa.
Un sueldo, un futuro asegurado dentro de la empresa y la obtención de grados académicos fueron piezas claves para que el sector laboral de la población, no atendido por las universidades tradicionales, se desarrollara profesionalmente.
Actualmente se calcula que el número de universidades corporativas llega a 3700 en todo el mundo (La educación superior en el mercado: configuraciones emergentes y nuevos proveedores, 93), donde se han llegado a distinguir hasta 7 tipos de universidades corporativas (Universidad Corporativa, un modelo para el aprendizaje global, 15-22).
Podemos identificar algunas de las universidades corporativas más destacadas globalmente, por ejemplo, del sector productivo (General Electric, General Motors, Land Rover y Shell), del sector bienes de consumo (Coca Cola, Marlboro y MacDonald´s), del sector comercial (Walt Mart, Eddi Bauer, Best Buy, Home Depot y Target Store), del sector financiero (American Express), del sector entretenimiento (Disney y Universal) y por supuesto, del sector de telecomunicaciones e informática (Apple, AT&T, Microsoft, Dell, Xerox, Motorola, Sun y Oracle) (La educación superior en el mercado: configuraciones emergentes y nuevos proveedores, 93).
En el caso de España encontramos las Universidades Telefónica, BBVA, Fiat, Ferrovial, Iberdrola, Unión FENOSA, Grupo Santander, Everis, La Salle, Cadbury Schweppes, Bankinter, Caixa Galicia y Mondragón, (Panorámica de las universidades corporativas en Iberoamérica. 8-15). La Universidad Corporativa de Souza Cruz y Algar en Brasil, y la productora de petróleo PDVSA de Venezuela en América Latina.
En el contexto mexicano encontramos ejemplos como el de la Universidad E- Innovation, Intelego, Novartis, BMW, Soriana, Tyson, CFE, Genexis, Mexinox, Volaris y Grupo Modelo, siendo el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey punta de lanza para el surgimiento e implantación de la Universidad Corporativa en México.
Hasta el momento la universidad corporativa surge con objetivos bien definidos en cuanto a su organización, por ejemplo debe:
  • Ser un instrumento para la notoriedad y prestigio de la compañía y de su oferta formativa, tanto interna como externamente.
  • Convertir la formación en algo unificador y corporativo geográficamente.
  • Facilitar la transmisión de valores y cultura de la compañía.
  • Desarrollar profesionalmente a los empleados, asegurando el alineamiento entre las competencias requeridas para la evolución profesional y la formación disponible.
(Universidades corporativas, políticas y alianzas estratégicas, 8)

Puesto que el liderazgo de las empresas depende cada vez más del desarrollo y de la rápida apropiación del conocimiento circundante externo e interno a la empresa, el perfil laboral ahora también requiere de un nuevo trabajador: el trabajador del conocimiento. Trabajador capaz de buscar, discernir, organizar y procesar en un nuevo conocimiento la información útil, pero desordenada en la red.
Sin lugar a dudas uno de los condicionantes que permitieron el desarrollo y evolución de la tecnología educativa, fue el surgimiento de la Universidad Corporativa, ya que a través de ella se realizó la mayor inyección de capital a estas instituciones en la historia de la universidad,Pues gracias a que las UC siempre estuvieron equipadas con lo mejor de la tecnología existente, se desarrollaron técnicas, estrategias, herramientas y planes educativos de base tecnológica. (Panorama evolutivo de la educación a distancia. 44 y 51).
Esa misma tendencia dio paso al surgimiento de las Universidades Virtuales y a las Universidades Corporativas Virtuales, a través de las cuales la Educación a Distancia ahora disfruta de todos los elementos que goza la educación presencial. La libertad que gozaron las universidades corporativas para experimentar nuevas formas de operación y organización, rompió las barreras que impedían a la universidad convertirse en una opción de formación permanente para todos (Panorama evolutivo de la educación a distancia. 52-57)

jueves, 11 de noviembre de 2010

La necesidad de las nuevas carreras.

El lunes 8 de Noviembre participé en el ciclo de conferencias sobre física, en campo 1. El propósito principal de la charla era hablar del uso de la sala de cómputo de campo 1 como laboratorio para la asignatura de física y la comunicación intermediada con los estudiantes a través de un software para la gestión del aprendizaje. Ya en éste blog he dado la referencia del texto que relata esa experiencia tal y como se presentó en el foro de la enseñanza de las ciencias básicas que organizó la facultad de Ingeniería. Así que para no repetirme agregué a la plática los elementos que tienen que ver no solo con el uso de las TIC (por cierto una de las preguntas que me hicieron fue: ¿Qué son las TIC? Para quienes tengan la misma duda, lo aclaro son las Tecnologías de la Información y la Comunicación, es decir el conjunto de disciplinasque subyacen la consteucción de la sociedad de la información y el conocimiento), sino también con la necesidad de modernizar la enseñanza. Mucho de lo que dije a ese respecto es la presentación que hice el 4 de Octubre en el foro del Colegio Académico Multidisciplinario de la FESC. Este es el texto:

El propósito de la enseñanza es formar los mejores profesionales posibles, por lo tanto no puede ser una actividad que se realice de manera rutinaria y acrítica. Los profesores debemos cuestionarnos continuamente sobre nuestras actividades y la manera como las desarrollamos, pues nuestras acciones afectan el desempeño de los futuros profesionales. La reflexión sobre esos puntos y la intensión de mejorar continuamente el proceso de enseñanza y aprendizaje son la línea que guía el desarrollo del presente escrito.
    Empecemos por responder a la pregunta de ¿Por qué nuevas carreras? La respuesta más evidente es por que hay nuevas áreas de conocimiento y hay que formar profesionales en ellas (Ojo muchas de éstas nuevas áreas emergentes son de un perfil multi e interdisciplinario por lo que son necesarias nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje).
    Aunque este surgimiento de nuevas áreas de conocimiento es la razón más evidente para la creación de nuevas carreras, no es la única; también es necesario crear nuevas carreras por la evolución de las profesiones mismas, hoy una secretaría no tiene que saber taquigrafía, ni picar esténsiles y casi nunca que enviar un fax; en cambio si debe conocer los principales programas de cómputo para oficina. Lo mismo puede decirse de profesiones técnicas como los análisis clínicos de laboartorio donde son rquipos automatizados y programables los que van a realizar los análisis y el operador más que realizar, él, los análisis debe conocer perfectamente los principios sobre los que funciona el aparato y su manejo. De hecho todas la áreas de conocimiento son “nuevas”, pues se están renovando de la mano de las TIC. Algunos ejemplos: la simulación en computadora de nuevos fármacos, la visualización en 3-D del flujo de fluidos como hemos realizado para la tesis de José Luis Nandez en la Sala Ixtli de la DGSCA. En ese caso lo hicimos con agua, pero podría ser un fluido orgánico como la circulación de la sangre.
    También las áreas administrativas se están reconfigurando por las TIC y cada vez más se utilizan programas de cómputo como los Customer Relationship Management (CRM) y las redes sociales como herramientas para el marketing.
    Incluso el desarrollo profesional de áreas como las matemáticas y la demostración de teoremas también se han visto revolucionadas por las TIC. Fue con auxilio de una computadora que finalmente pudo demostrarse el teorema de los cuatro colores. Y por si faltara algo más, también la enseñanza ha cambiado gracias a las redes de computadoras, desarrollándose un área completamente nueva, la de la educación a distancia.
    En suma, podemos decir que es necesario crear nuevas carreras por que las actuales dejan de funcionar. Dejan de funcionar para los empresarios que contratan a egresados sin el perfil requerido y tienen que capacitarlos en los sitios de trabajo. Dejan de funcionar para los estudiantes que buscan capacitarse para el trabajo y no consiguen empleo o lo encuentran con salarios muy bajos pues son plazas que corresponde a perfiles no especializados. Dejan de fucionar para la sociedad que, al carecer de trabajadores especializados, basa su economía en la producción de materias primas y no puede transitar hacía una economía basada en el conocimiento, y finalmente dejan de funcionar también para la propia universidad que deja de cumplir su función.
Sin embargo el principal cambio no esta en los contenidos, estos varían tan rápido que es “imposible” estar adaptando o creando nuevas carreras para responder a su evolución. Es preferible un uso responsable de la libertad de cátedra, para que cada profesor vaya incorporando en sus exposiciones en clase los últimos avances de los temas que enseña. El cambios principal, en realidad, están en la manera de trabajar que implica por un lado el trabajo colaborativo basado en la internacionalización de la educación superior y por otro el desplazamiento de lo operativo (lo que hacen las máquinas) a lo intelectual (lo que hacen las personas).
Cierto que la frontera de lo operativo con lo intelectual es difusa, como todas, pero en la resolución de un problema real (Desarrollar un nuevo fármaco, construir un satélite, crear una nueva prótesis) cada una de las personas que participan realiza un tipo de actividad específica a un perfil. Hay técnicos, ingenieros e intelectuales, desarrollando cada uno su función.
Todos esos perfiles profesionales los desarrollamos hoy en día en la Universidad Nacional, no es el caso de lo que ocurre en otras sociedades, por ejemplo la francesa. Donde los técnicos se forman en los Institutos Universitarios Tecnológicos, los ingenieros y administradores en las Grandes Escuelas y los intelectuales como científicos, filósofos, literatos en las universidades. Las tres instituciones son diferentes y tienen propósitos educativos distintos. Aquí la selección la hace el mercado de trabajo a partir de la misma formación en el aula.
    Además de la formación de los tres perfiles profesionales mencionados, la universidad tiene otro rol más, quizás el más importante socialmente: el de certificadora de conocimientos. Probablemente muchas de las personas que se inscriben a ella no lo harían “solo por aprender” si no hubier al afinal de los estudios un documento certificando su capacidad para el desempeño de la profesión que se estudió. Sin embargo también ese rubro esta cambiando, existen hoy organismos cerftificadores como “Qualifications & Curriculum Authority” que ha dado titulos educativos oficiales a estudiantes de la Universidad Mc Donald (Universidad de la hamburguesa), de la Universidad de Network Rail y de Aerolíneas Flybe, todas Universidades corporativas, es decir universidades creadas por empresas para capacitar y formar empleados con los perfiles profesionales requeridos por ellas.
    Como resultado de lo anterior se ejerce una gran presión social sobre la Universidad Tradicional para hacerla más eficiente, al tiempo que se realiza un avance de las Universidades Privadas y Corporativas en el mundo de la educación superior.
    La Universidad pública se encuentra entonces en una encrucijada entre su rol social, que le exige responder a las demandas de un mercado laboral, conducido por la fuerzas del mercado y su razón de ser que la obliga a formar a los individuos de una manera integral. Esas son las razones de fondo que subyacen en la necesidad de la universidad para redefinir sus carreras y planes de estudio. Obviamente esta redefinición requiere ser acompañada de una serie de otras actividades como la capacitación de los profesores, la incorporación de las TIC a los planes de estudio de una manera estructural y la cosntrucción y mantenimiento de una infraestructura que soporte los nuevos odelos pedagógicos que derivan de éstos cambios.
    Si bien son necesarias las nuevas carreras, su puesta en marcha no debe hacerse con criterios políticos, que granjeen a aquien las realiza la simpatía de sus jefes. Lograr que la universidad mantenga su razón de ser, al mismo tiempo que evoluciona para ser eficiente. es un problema de administración y de ética, no de política.