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miércoles, 10 de junio de 2009

Gooooya, Gooooya, Universidad!!!!

Ya Francisco Bolívar y Marcos Moshinky, científicos de la UNAM habían recibido el Premio Príncipe de Asturias, además de Pablo Rudomín y Carlos Fuentes. En total ocho de los diez mexicanos que han recibido el Premio Príncipe de Asturias han salido de las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo mismo que los tres premios Nobel que tiene el país. Hoy se anuncia que la UNAM ha sido galardonada con este mismo premio de Comunicación y Humanidades, el cual "será concedido a la persona, institución, grupo de personas o instituciones cuya labor creadora o de investigación represente una aportación relevante a la cultura universal en esos campos". Como Universitarios debemos sentirnos todos orgullosos y comprometidos.

Es obvio que lo que hace que hoy la UNAM reciba este reconocimiento es el trabajo de años y años de muchos brillantes universitarios, el reto para los actuales es mantener a la UNAM en esos mismos niveles que nos han sido heredados, contribuyendo por partida doble: con nuestro trabajo personal y con la formación de las nuevas generaciones.

1 comentario:

  1. En general las personas tienen dos maneras de desarrollar su trabajo, o lo hacen bien o lo hacen mal, cuando la mayoría desarrolla su trabajo bien, no se puede ocultar, y se otorgan premios, como el otorgado el día de ayer a la UNAM.

    En la FESC no se alcanza a ver un grupo sobresaliente ni en el trabajo docente ni en investigación, a pesar de ser una facultad muy grande, con muchos estudiantes, muchos profesores, muchas áreas de conocimiento.

    Se ha señalado en este blog, que a la facultad no le es posible avanzar porque tiene un

    lastre muy pesado que se identifica con un trabajo mal desarrollado por parte de las personas quienes dirigen la facultad, al designar personas no competentes en puestos de dirección.

    Son evidentes los privilegios discrecionales que gozan algunos miembros de la comunidad universitaria en FESC, son evidentes también las agresiones que sufren otros. Esto tiene como consecuencia un mal ambiente académico de trabajo, y se refleja en situaciones anómalas que se viven día a día.

    Pérdida de libros en la biblioteca (Campo 1), Campo 1 frecuentemente parece un mercado sobre ruedas, si, a los estudiantes se les permite vender alimentos dentro de las instalaciones con música y todo.

    A los estudiantes tampoco se les respeta, hay un laboratorista en Campo 1 que siempre que se termina una práctica los estudiantes deben pagar por un vasito rayado, por una parrilla manchada, pero también se le van las manos con las alumnas y cuando se quejan las acusa de robo, los profesores responsables no quieren tener problemas con la persona en cuestión.

    Se observa que hay casos de profesores que han ganado plazas por concurso de oposición, que se han ratificado en el C.T., y nunca nadie les avisó el resultado, después de un año, la plaza ya se había asignado a otro concursante.

    Los PRIDES el C.T. los maneja como quiere, los sube, los baja, si, como en mi caso que en 1998 la comisión evaluadora me asignó nivel C, pero el C.T. ratificó nivel A, 20 meses después del dictamen de la comisión evaluadora.

    Se puede decir que la FESC es una tierra sin ley, somos como un barco a la deriva en medio del océano (Atlántico?) a merced de una tormenta que llegue y nos quite la vida (académica) que aún conservamos.

    En el 2002 estuve de sabático en el CCADET, me llamó mucho la atención que una mañana llegó el director, el Dr. Felipe Lara al laboratorio de materiales y sensores y dijo para todos “ doctores, díganme qué necesitan para hacer su trabajo”
    Entonces, hay maneras y maneras.

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