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sábado, 16 de noviembre de 2019

Lecturas del verano 2019 (3ra parte). Peter Pank y Memorias de unos ojos pintados


El mismo día que fui por el libro de La maldición de Eva también recogí el cómic de Peter Pank. Quería ver que espacios ha conquistado el cómic para adultos. Entendiendo que “para adultos” no significa exclusivamente de contenido sexual explícito. La historieta no me gustó, esperaba más de ella. Es obviamente una parodia, de Peter Pan, sólo que en versión “soft porno”.
El protagonista Peter Pank es un Punk, drogadicto, que tiene como lema y guía de vida la convicción de “No hay futuro”. Ese es su país de Nunca Jamás, el de No hay futuro. En la parodia aparecen, como en la versión original, unos piratas que persiguen a Peter. Hay además un grupo de Hippies que son enemigos de los Punk, el grupo de Peter Pank. La hija del líder Hippie, una princesa Hippie, es ninfómana.
Completan el reparto de la historieta unas amazonas lesbianas. En el relato original unos niños son llevados por Peter Pan y Campanita al país de Nunca Jamás. En la parodia son unos jovencitos los que se van con Peter Pank y Campanilla al mundo donde No hay futuro.
Como si faltaran elementos de sexo, los punk y las lesbianas tratan de seducir, por decirlo decentemente, a la joven. Por supuesto Peter Pank tiene las mismas intenciones. Todo el guion me parece sin mucha imaginación, escrito únicamente como un pretexto para escenas de sexo, violencia y droga.
Quizás en su momento (la historieta es de los ochenta), hablar abiertamente de estos temas era un logro. Hoy, sin exagerar mucho, puede decirse que es del estilo de los cómics mexicanos “soft porno” como “El maestro y sus chalanas”. Lejos queda Peter Pank de otras historietas eróticas para adultos, mucho más elaboradas y mucho mejor dibujadas, como por ejemplo las de Milo Manara.

El cómic de Peter Pank se lee muy rápido, lo leí en una sola sentada. En cambio los otros dos libros que había sacado de la biblioteca, los regresé sin terminar de leerlos. El de Memorias de unos ojos pintados porque, aunque interesante, cuando llegó el momento de devolverlo o renovar el préstamo, preferí devolverlo, había ya satisfecho mi curiosidad.
Es la primera novela del cantante Catalán Luis LLac y está construida con base en la transcripción de supuestas entrevistas grabadas en las que un viejo de ojos pintados, que justifica el título de la novela, va platicando sus recuerdos.
En una parte de esas entrevistas el personaje habla del periodo anterior a la guerra civil y de la manera como esta se gestaba a finales de los años veinte. Una frase que llamó mi atención con relación a este tema es la que describe a los intelectuales de la Barceloneta, a principios del siglo XX:

  • ·         Eran hombres cultos, universitarios, que defendían a los humildes y su dignidad en busca de un mundo que soñaban mejor. Suena trasnochado, ya lo sé, pero era así. Muchos de ellos arriesgaron la carrera, la hacienda y finalmente la vida. Ninguno de ellos sospechaba que, entre todos, estaban abriendo las puertas de un infierno atroz que lo devastaría todo, y a ellos en primer lugar.

Un libro donde, al menos en lo que leí, la nostalgia está bien retratada:

  • ·         La Barceloneta sigue siendo para mí el lugar donde gira la vida.

  • ·         Éramos sólo el polvo que algún erudito sacudirá algún día soplando sobre el papel para poder leer con más claridad lo que está escrito.

Lo mismo que el respeto al pensamiento y a los maestros:

  • ·         Había unos hombres y unas mujeres que ejercían y daban sentido a una de las palabras más preciosas que se pueden encontrar en cualquier diccionario: magisterio.

Leí las primeras diez o doce entrevistas, en las que habla de su grupo de amigos, del barrio de la Barceloneta, de su despertar a la adolescencia y de sus primeros amores. Como el libro era de la biblioteca no lo subrayaba, pero cuando alguna frase me llamaba la atención, la escribía. Además de las que ya cité, me llamaron la atención estas otras:

  • ·         Los dioses no tienen que demostrar nada. Son dioses, y eso es todo.
  • ·         Detrás de aquella aparente timidez se escondía una chica decidida a no decir nunca “no” a mis apasionados requerimientos.

Alternaba la lectura de este libro con el otro, que tendría que devolver a la biblioteca, la Antología del cuento griego. Me dispondría ahora a comentar su lectura  pero veo que resulta demasiado extensa.  Así que habrá que tener una cuarta parte le las reseñas de este “largo”  verano de lecturas.
A suivre…

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