El diálogo con Beatriz

Beatriz, mis comenarios resultaron demasiado extensos y no caben en el espacio para ellos en la entrada anterior, los traígo aquí a manera de diálogo, sobre el desplegado de La Jornada. En itálicas tus aportaciones y a continuación mis comentarios:

Me parece que ese planteo, como parte del proceso del que hablas, se debe llevar a cabo frente a frente en esas citas a las que van hasta Ciudad Universitaria. Poner nombre y firma en una lista es muy fácil, dar la cara es otra cosa.

Lo uno no esta reñido con lo otro. Releo en el desplegado la frase: “Independientemente de las visitas que hagamos a los distintos integrantes de la Junta de Gobierno…”. Me parece que el desplegado no sustituye al diálogo con los miembros de la Junta de Gobierno, es una acción adicional a la conversación con los miembros de la junta en lo individual, es un mensaje a todos ellos, incluso algunos que pudieran no dar citas.

Si quieren dar a conocer su opinión, me parece bien plantearlo pero en otros términos. "No estamos de acuerdo con la reelección, por los siguientes hechos:..." pero "desdèn y prepotencia", son términos que dan lugar a muchos planteos diferentes.

El desdén y la prepotencia son hechos. Cuando se revoca el fallo de una dictaminadora, como en el caso Pineda, hay prepotencia, cuando se responde al anuncio de una conferencia de prensa diciendo: “Ni que fuera Zabludowsky” hay desdén. Cuando se mandan las cartas que se mandaron a la dictaminadora en el caso Iamaleev hay desden y prepotencia. El desden y la prepotencia están documentados en los oficios de la defensoría de lo derechos universitarios y en los procesos en la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Tú recuerdas cuantos funcionarios renunciaron en el período del Dr. Keller por no estar de acuerdo con él. No esperaron a que llegaran tiempos como estos; tuvieron otra calidad moral para decidirlo antes, a tiempo.

No reconozco todos los nombres que firman el desplegado y no identifico funcionarios en él. Pero ese no es el punto, el punto es que “llamen a cuentas” a quienes expresaron su opinión, presionándolos con argumentos de un tipo o de otro. Insisto, a los que se que han llamado, no son funcionarios.

El planteo que hacía alguien (ya no recuerdo su nombre) sobre privilegios y que nunca se aclaró, tenía otro giro que por supuesto no comparto. Considero un privilegio el que se confìe en tu capacidad para coordinar, dirigir, organizar cualquier área de la facultad

¿De veras crees que a los funcionarios de la FESC se les nombra por su capacidad para coordinar, dirigir y organizar? Sí es así, es una confianza traicionada. Nada más fíjate como están coordinadas, dirigidas y organizadas ciertas áreas como difusión cultural o físico matemáticas. Es una tristeza y una pena, pero me parece que se les nombra, por su obediencia, por su capacidad de llevar gente a las entrevistas con la junta de gobierno o de llenar la unidad de seminarios el día del informe. Uno de los departamentos más pequeños, como física, tenía el día del informe una gran representatividad: puros “privilegiados” ¿Y qué logros tenemos académicamente, en ese departamento? Ni los laboratorios de campo uno han sido certificados.

Si la dirección confìa en alguien para esa tarea,lo menos se le debe es lealtad.

La lealtad es un sentimiento en los dos sentidos, los funcionarios son leales a un director y el director es leal a los proyectos y a los funcionarios que los encabezan. ¿Hubo lealtad de la dirección al proyecto del Coro? ¿Hubo lealtad de la dirección al proyecto del hospital veterinario? Se puede decidir hacer cambios en los proyectos y reorientarlos, pero hay que tener lealtad a las personas, de otra manera no se esta buscando lealtad a la dirección, sino obediencia acrítica o peor: servilismo.

En cuanto al coordinador de carrera, ¿te refieres al doctor Cornejo? Creo que él no esperaba esta situación.

¿Cómo, tenemos un candidato en la terna por azar? A la mejor no esperaba que su nombre se propusiera, pero ya hubiera tenido tiempo de declinar. En la entrevista el Secretario General pregunta explícitamente a cada uno los candidatos si quieren ser director, supongo que habrá contestado que sí y supongo que habrá elaborado un plan de trabajo, que no conocemos. Lo mismo que no conocemos su equipo de colaboradores. ¿Con quienes va a dirigir la Facultad, con la misma mafia?

¿Cuándo tendría que haber renunciado, cuando salieron los cinco, o mejor ahora, en pleno proceso?

Creo que debió hacerlo en el momento en que su nombre se publicó entre los 21y el decidió continuar en el Proceso