Me quisiera dormir, pero el Jet lag, no
entiende razones. Asi que al teclado, ya manana veremos a que horas
amanece. Tomo mi celular, que uso como camara fotografica y recorro
las imagenes grabadas hoy, para recordar la jornada. Hay fotografias
de monumentos memorables como La Consiergerie o el Pantheon, otras de
tiendas de vinos y de libros, varias de amigos, pero al final la que
mas llama mi atencion es una que tomé muy rapido y casi con pena.
Es una mujer clochard, es decir sin
domicilio fijo, que esta sentada en la calle, leyendo a Stephen King
(en la foto no se distingue lo que lee). Junto a ella esta echado su
perro. Tomo la foto, cuando voy de mi estudio hacia la estacion del
metro; lo hago sintiendome casi culpable de encontrar digna de
perpetuarse como imagen, esa reprsentacion de la inequidad, no
parisina, sino humana. Unos minutos antes habia pasado en sentido
inverso de la estacion del metro al estudio, donde me alojo, y habia visto un cuadro
aun mas seductor (perdon por el calificativo). La mujer dormia, deben
haber sido las 4 de la tarde, abrazada al perro, en media acera. A un
lado el libro de King. Paso por mi mente rapido, la idea de sacar la
foto, pero no me animé. Asi que al regreso tome valor y distancia y
lo hice.
En Paris, me gusta mas caminar, que
andar en el metro. Tomo el metro, solo para tratar de estar a tiempo en
algun compromiso. Por lo general camino tres o cuatro
estaciones, en la superficie, antes de decidirme a entrar al
subterraneo. Como estoy en un barrio chic, al hacer ese recorrido,
paso enfrente de muchos cafés con terraza, en cada mesa de esas
terrazas hay un hombre, una mujer, una pareja o un grupo que bebe
cerveza, mientras mira el paso de los demas. Me llaman la atencion; en todos hay una mirada de gran satisfaccion. Algunos parecen parejas
de recién casados o de amantes, se miran a los ojos con
deseo y luego se dejan ver por los paseantes. Otros adoptan un aire
distraido y un tanto melancolico, suspiran entre los sorbos de la cerveza y parece que quisieran llevarse, con ellos, el aire de Paris,
cuando se vayan. Porque todos se iran, todos son turistas. Todos
parecen tener en sus labios el inicio de una frase, que sin embargo
no pronuncian : ver Paris y después morir.
Cuando paso frente a ellos, voy al
encuentro de amigos que viven y sobreviven aqui. Nos dirigimos a la
Snob, inauguraciôn de una exhibicion de cuadros y objetos de arte,
que incluye una esfera metalica y pulida de unos cincuenta
centimetros de diametro, que bajo la premisa del arte interactivo, rueda entre los asistentes, irritandolos.
Mientras ellos calman su desesperacion con la esfera, bebiendo
algunos vasos de Pastis.
Estamos un rato, viendo la exposicion y
sobre todo a los que asisten a la exposicion, « Le tout Paris
est là ». Después de cierto tiempo decidimos irnos y buscar
un lugar donde tomar una cerveza y probablemente comer algo. Mi
acompanante sugiere un lugar cerca de la Porte Saint Denis, donde se
reunen algunos amigos luego de los talleres de creacion literaria en
los que participan.
Nos encaminamos hacia alla y pedimos
dos cervezas, las tomamos mientras hablamos de literatura y
escritores hispanoamericanos, al acabarlas tenemos hambre, vamos al
negocio de al lado que vende sandwiches arabes de cordrero y de
pollo, compramos uno de cada uno y volvemos al bistrot, que permite
introducir los alimentos, y pedimos otras dos cervezas para acompanar
el sandwich.
Acabamos de entrar cuando se produce en
las mesas del bistrot, que estan sobre la banqueta, un principio de
pelea. Quizas haya ocurrido la pelea, el local se vacio, pero nosotros no lo supimos, seguimos comiendo y bebiendo, comentando entre la diferencia de estar
sentado en las terrazas del Paris Chic, donde todo parece el guion de
una pelicula romantica y estar sentados aqui en un bistrot al que
asisten quienes cotidianamente viven en Paris y en donde se cobran las
cervezas a la mitad del precio de las de la zona turistica.
Casi estoy contento, pero un
pensamiento aguafiestas cruza mi mente: Yo tambien soy un snob,
tambien estoy de paso, también soy turista, también volveré a mi zona de comfort. Este,
que narro, también es el guion de una pelicula, lo unico, quizas,
es que no es tan rosa... y eso quién sabe...
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