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lunes, 16 de marzo de 2015

Texto de Rina Martinez y Raquel Flores en la presentación del libro Eros y Tánatos.


El 27 de febrero se presentó el libro Eros y Tánatos en la Ciudad de México (ya se había presentado antes en la FIL de Guadalajara). Me hicieron el favor de hacerlo Manuel Ortiz Soto, Ignacio Rivera Santacruz y Lizbeth Raquel Flores Ozaine, en representación de Rina Martinez Romero. Unos días después Lizbeth me compart las líneas del texto que prepararon conjuntamente, ella y Rina, para la presentación. Las transcribo para los lectores del blog:
 
El amor, la muerte y la pasión son los temas más recurrentes dentro de la literatura pero al mismo tiempo son los temas más difíciles de abordar por el juego de sensaciones que se intensifican y se contienen al mismo tiempo. En el caso de los universos creados por Rafael Fernández Flores, quien hoy nos presenta este maravilloso ejemplar Eros y Tánatos, se confabulan desde el inicio para que el lector disfrute de la recreación y confluencia de estas tres pulsiones llevándonos al interior de los personajes que no son otra cosa que fragmentos de nuestros propios deseos.
En un juego de espejos, de tiempo y de espacios los personajes de esta serie de narraciones nos introducen en sus historias para llevarnos a las rabiosas búsquedas de su pasado, de personajes que son tocados como ellos por la frustración o por el amor; para rememorar sensaciones pasadas sensibles al tacto y la ropa interior femenina, para hacer citas desde ultratumba para despedirse del amante y obligarlo a que no deje de pensar el contacto de su piel en su último encuentro, o para hacer del contacto carnal un experimento que alude a otra época, a otro tiempo.
Bien dicen que las propias pasiones son las que nos encaminan a la escritura narrativa, el caso del Dr. Rafael no es la excepción, la trayectoria profesional del autor se trasluce a lo largo de diversos cuentos, pues nos conquistan por la minuciosidad de las pesquisas de sus personajes como la de Dulce María, sobrina de La Sauvage nicaragüense del mismo nombre cuya belleza opaca no sólo a sus hermanos o padres sino también a sus descendientes, la misma que arrincona a la narradora-descendiente para indagar en cartas y a través de conversaciones sobre el amor tortuoso entre esta mujer y el pintor-amante que hace inmortal, a manera de cuadro, no sólo su imagen sino además el reflejo de su sensualidad y la pasión que corre ente ellos.
Algo similar ocurre en el cuento de la Señorita Morphy quien, a través de la investigación desvía su mirada para encontrarse con otro Morphy de dotes extraordinarios para el ajedrez pero sin carácter para imponerse ante sus amigos y familiares dejando de lado lo que quiere o lo que le gusta, reflejo de ella misma pues su belleza lejos de liberarla para desarrollarse profesionalmente la acorrala con el deseo de los otros. Un juego de espejos en los que los apellidos no son lo único que existe en común.
En ambas historias confluyen otras pasiones del autor a las que se aluden en esta serie de cuentos como la búsqueda del dato preciso a través de documentos o conversaciones que intentan encontrar una explicación aunque no exista; la fascinación por el arte retomando anécdotas y descripciones de artistas afamados así como por la poesía de autores clásicos que recrea momentos en los que las fronteras del amor, la muerte y la pasión se desdibujan.
Otra de las aficiones del Dr. Rafael Fernández que encuentra cabida en sus relatos son las historias de ciencia ficción encarnada en tinta bajo el nombre de Titania, cuento en el que, cama de agua de por medio, dos adolescentes recuperan la investigación de dos expertos sobre prácticas ancestrales y nos demuestran que el placer, por más objeto de estudio que este sea, forma parte de nuestra naturaleza y nos hace sucumbir aunque sea a manera de experimento.
En el caso de textos como “Nos pela los dientes” y “Una muerte color de rosa” encontramos personajes que ante los últimos minutos de vida, los de la muerte que toma por sorpresa o es largamente esperada, no dejan de aferrarse a la vida y a los placeres del amor y del cuerpo.
Una y otra vez las páginas de estos cuentos nos hacen sucumbir ante la necesidad de saber los hechos que ahí se mencionan pero sobre todo solazarnos ante el espectáculo de sensaciones que desencadena nuestros propios Eros y Tánatos.
Es en este punto en el que nos preguntamos ¿Qué pueden encontrar nuestros alumnos del CCH en estos cuentos? Uno de nuestros cometidos como profesores es ayudarlos a encontrar nuevos rumbos en sus itinerarios lectores, presentarles textos amenos con gran profundidad, a través de los que puedan reconocer al otro pero sobre todo reconocerse a sí mismos. Textos con los que pueden vivir la vida de las múltiples historias recreadas en papel y tinta o en las pantallas de los dispositivos electrónicos pero que también los anima a vivir intensamente la que tienen entre las manos.
Sin duda, el Dr. Fernández puede contribuir en la construcción de la identidad del estudiante no sólo por la calidad de sus relatos en los que le ofrece nuevas miradas sobre el amor y la muerte, sino porque le permite incursionar, en algunos casos por primera vez, en la literatura erótica (la mayoría de las veces censurada y poco conocida), horizonte en el que no pocos jóvenes posaran su mirada en los siguientes años.
Hablar del amor y las pasiones que rodean a los jóvenes es una necesidad entre nuestros estudiante; muestra de ello es el reciente “Primer concurso de cuento sobre el amor y otras pasiones” con el que para gran sorpresa nuestra convocatoria atrajo a más de 350 alumnos que abordan que coinciden con las propuestas por el autor de Eros y Tánatos por lo que creemos que será una lectura obligada desde ahora para nuestros alumnos.
Finalmente quisiéramos mencionar que en pocas ocasiones una persona combina de manera tan excepcional su pasión por la ciencia, la ficción y el arte como lo hace el Dr. Fernández y lograr a través de la aparente sencillez de su obra sumergirse en la profundidad del ser humano y los deseos de aquellos que viven intensamente o están a la espera de una invitación para vivir.1
1 En esta presentación se invitó al Dr. Fernández a participar como jurado en el “Primer Concurso de Cuento Macabro” en el CCH.
 
Por cierto que acepto, con mucho gusto, participar como jurado en el concurso de cuento macabro.





jueves, 12 de marzo de 2015

Testamento Apócrifo-Político de Jorge Ludlow Landero

Este es un texto de 37 años de antigüedad, todas las frases que se citan son frases reales que usaba a menudo Jorge Ludlow. Quienes lo trataron, las recordarán posiblemente. El escrito que es una sátira a su manera de hablar, envolver, provocar y conciliar termina, al llegar a la séptima lección, siendo un reconocimiento.


Como ser el padrino en siete lecciones.


1. Sea empático.
Domine el manejo de frases que demuestran conformidad, pero no conceden nada. Por ejemplo:
  1. Por eso (Nombre de pila del interlocutor) estoy de acuerdo contigo, pero dentro de nuestro propio esquema de desarrollo…
  2. Es una afirmación muy temeraria, ¿no crees?, pero la podríamos discutir e incluso implementar un seminario.
  3. Comprendo su simpatía por el sindicalismo utópico..

2. Demuestre su popularidad
Mezcle dentro de la plática, con estudiado descuido, varios nombres de pila que hagan pensar en altos personajes de la política. Lo hará parecer muy popular en ese grupo. Use frases como:
  1. Se lo decía yo a Luis, ayer en la comida
  2. Incluso gente tan capaz como Rolando y Eliezer
  3. Ayer Pepe se lo dijo a Carlos: el bueno para gobernación es Pedro
  4. Estimo mucho a Felix, pero…

3. Muestre su eclecticismo.
Acuñe frases eclécticas para hablar (y convencer) a gente de todas las tendencias, por ejemplo:
  1. Dejemos de ser los buenos y los malos, los negros y los rojos
  2. Yo a su lado, soy reformista
  3. En política no hay verdad, hay éxito y eso hay que entenderlo

4. Encante a sus oyentes.
Cuando hable en público, refiérase a personas del auditorio (invitadas por usted) y trátelas de “experto” en tono informal y resultar encantador al resto de la audiencia. Use frases como las siguientes:
  1. Y si no que se los diga (nombre del amigo “experto”) que es experto en integración de Lesbegue (o el teorema de los cuatro colores)
  2. Gente tan valiosa como (Nombre del amigo experto) experto en simulación, se los puede decir.

5. Impresione con sus conocimientos.
Hable con tecnicismos ante personas no especializadas. Causa un gran impacto.
Por ejemplo en un discurso de bienvenida a alumnos de nuevo ingreso:
  1. Los reales son el único campo ordenado completo. Los complejos no están ordenados.
  2. Es trivial entender la derivada como un operador lineal, lo podemos discutir en dos minutos.

6. Contrargumente con humor.
Tenga un repertorio de frases para diferentes ocasiones:
Para aparentar ser dialéctico
No te adelantes a conocerme
Para mostrarse filosófico
La vida es el privilegio de equivocarse
Para parecer irónico
Yo creía que eras inteligente, pero ya me di cuenta que sólo tienes buena memoria.
7. Tenga talento.
Si ha asimilado las anteriores seis lecciones está a punto de convertirse en El Padrino, sólo falta esta última e indispensable lección, sin la cual nada de lo anterior sirve.