Supongo que fue por la cercanía del día del maestro que Radio Imagen llevó a cabo, el viernes 13, una encuesta con la pregunta: ¿Se toma al magisterio como una forma de desempleo? La respuesta que comentaron al aire fue que el 75% de quienes respondieron decían que sí. http://www.imagen.com.mx/encuestas/553/
No me gusta el resultado de la encuesta; es más, me entristece, pero algo debe haber de verdad en esa percepción. Recuerdo que un día en clase, en el curso de una explicación, puse un ejemplo de algo que había yo hecho siendo director de cómputo para la investigación en DGSCA. Un alumno me vio muy sorprendido y me preguntó: ¿Y usted qué hace aquí? La pregunta me dio un poco de risa y no se me ocurrió otra respuesta que decirle, ¿qué no te gusta que te de clases? Sí, me dijo, pero usted podría estar en otra parte.
La respuesta me pareció terrible y un tanto injusta para los profesores y estudiantes de la FESC. El estudiante me estaba diciendo que quienes eran profesores en la FESC, no tenían de otra y que a los alumnos de la FESC no les quedaba mas que aguantarlos. Otras veces he percibido, en los estudiantes, ese sentimiento de que los profesores no son buenos y se consuelan pensando que es el servicio que brinda el estado y ni modo. Un poco como la actitud del que percibe un mal servicio médico en el seguro social y lo acepta porque no tiene para pagar la consulta privada.
He dado clases en universidades privadas y puedo asegurar que para nada son mejores que la Universidad Nacional, también en esas universidades hay el tipo de maestros que esta ahí porque no tiene una mejor oferta laboral.
El tema es económico: de oferta y demanda. A causa de la mala educación que, en general, se da en el país, hay una sobreoferta de malos profesionales que no encuentran acomodo en un mercado laboral competitivo y orientado a la eficiencia (deshumanizada). Eso hace la felicidad de quienes pueden ofrecer puestos de profesor a esos profesionales, pues les permite imponerles las condiciones de contratación que se les de la gana, para otorgarles a veces, solo unas cuantas horas de clase.
Ahora que estuve revisando mis papeles para la renovación del PRIDE, me encontré un texto que escribí hace como un año, se llama La enseñanza de la tecnología como aprendizaje de lo social. Una perspectiva personal y habla de lo que en mi opinión debe ser la labor del profesor, como formador de futuros profesionales, capaces de integrarse a grupos de trabajo para aportar sus saberes técnicos a la transformación de la sociedad.
Quizás la semana entrante hable un poco más de ese texto o incluso lo publique completo en slideshare. Por ahora quiero regresar al que era mi propósito al empezar este texto: Desearles felicidades a todos quienes son verdaderamente maestros y disfrutan su trabajo.