El jueves pasado la Escuela cumplió 36 años. Como es costumbre se han organizado una serie de actividades para conmemorarlo. Una de ellas fue la entrega de las medallas a los profesores que cumplimos el año pasado 10, 15, 20, 25, 30 o 35 años de servicio en la UNAM. Como empecé a trabajar en ella en 1974, me tocó estar en éste último grupo de profesores, así que me presenté a la ex-UB 2, a las 12 horas del jueves 22 a la ceremonia. Me encontré a viejos y buenos amigos.
Como llegué a tiempo, oí el discurso de Suemi. Habló durante un tiempo de las cosas que ha hecho en su administración y al final se refirió a las críticas, mencionó que de una u otra manera las atiende. Pensé que era un buen síntoma que lo dijera y mejor aún que las atendiera.
Terminado el discurso, vino el largo desfile de quienes recibiamos la medalla, junto con Jesús Cruz, sentado a mi lado, empezamos a contar cuantos profesores había en cada categoría, para ir constatando que la población docente de la UNAM, envejecemos.
Vimos la manera como cada quien saludaba al subir al estrado, los que daban beso, los que no daban, los que saludaban a todos, los que lo hacían selectivamente, los que llevaban porra, los que se habían enterado de último minuto, etc...
En lo personal me dio gusto ver a Juan José Mendoza y Sandra Díaz-Barriga, quienes fueron parte del primer grupo de matemáticas que dí en la entonces ENEP, cuando era posible dar clases de matemáticas (bueno ahora lo hago en mis clases de física, hoy por ejemplo platiqué como obtener la fórmula para resolver la ecuación de segundo grado, completando el trinomio cuadrado perfecto).
Con Juan José además jugué futbol en el equipo de Padres Solteros, que tenía de porristas ni mas ni menos que a las madres solteras. En ese equipo Juan José se ganó mercidamente el apodo de "El Suavecito" por sus entradas en la defensa central.
Si no me falla la memoria creo que en ese equipo también jugaba otro de los que recibieron medalla ese día: Enrique Ángeles Anguianos y él si jugaba, no como yo, que nomás corría. Otro que jugaba muy bien era Paco Montiel, aunque no jugué nunca en un equipo con él.
Ya en los recuerdos futboleros, voy a platicar que uno de los reclamos que durante mucho tiempo me hizo Suemi, fue que el día de la quema de batas, supongo que de la segunda generación, les pusé a su generación, que no era la quemaba las batas, examen y mientras ellos lo resolvían me fui a jugar futbol en el partido de los profesores y estudiantes. La verdad no recuerdo el episodio, pero debe haber sido así. Siempre terminaba yo el temario el último, último día.
Así que éstos ex-alumnos ya tienen 30 años de profesores, de repente me sentí cansado. Vi a los de mi generación como Rafael Sampere al que le cambiaron de nombre y luego corrigieron para volver a decirlo mal, son cosas que pasan, ni modo. Cuando pasaba Fernado Guerra, se fue la luz y estuvimos un rato a oscuras esperando la continuación del evento.
Cuando terminaron de entregar medallas, se anunció que habría un concierto y sorpresa!! en representación de los profesores que recibieron medalla iba a hablar ni más ni menos que.... Juan Garibay. De no creerse!!!
No que Garibay no tenga antigüedad y derecho a que se la reconozcan, pero es un funcionario, que además ha sido cuestionado, por esa crítica que Suemi acababa de decir que iba a atender. No espero que designen orador a nombre de los profesores alguién que ya se sabe va a criticar abiertamente, pero por lo menos un profesor común y corriente y no alguien señalado como parte de camarilla a la que llamamos la mafia. ¿Tanto miedo se tiene a las voces independientes?
Aunque pensándolo bien no hubiera sido mala idea que los profesores designaramos a nuestro representante, ¿vamos a terminar teniendo el año próximo dos festejos, el oficial y el de los profesores?
