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domingo, 16 de septiembre de 2012

Comida en la rambla del Poblenou.


Falta un cuarto para la una de la tarde, el sol cae a plomo sobre la ciudad de Barcelona. Estoy frente a la estación del metro Poblenou, buscando alguna sombra, cuando aparece Josep Xercavins -con quien me he citado justamente ahí, para ir a comer, aprovechando mi paso por la ciudad.
Conocí a Josep, hace algunos años ya, en la Ciudad de Cleveland, donde el desarrollaba estudios para obtener su PhD, en la Case Western Reserve University, bajo la dirección de Mihajlo (Mike) Mesarovic, estudiando los problemas de la globalización.
Quizás fue el nexo del idioma español. Quizás el hecho de que ambos proveníamos del mundo de la física y en particular de la mecánica de fluidos o probablemente los roles futuros que nuestras respectivas ciudades, México y Barcelona, tendrían en la vida del otro; el hecho es que Josep y yo iniciamos, hará 16 años, una amistad que aun cultivamos y que cuando las situaciones son propicias, como este jueves, nutrimos literalmente frente a unas tapas o un menú de varios tiempos.
Me ha explicado Josep, que los cursos acaban de iniciar y que tendrá poco tiempo para la comida, así que hemos decidido adelantar la hora de los alimentos y comer casi en horario francés. A la una de la tarde estamos ya sentados en un restaurantito, sobre la rambla del Poblenou.
Mientras caminamos desde la estación del metro me informa Xercavins, que Poblenou era una comunidad primero de pescadores y luego de obreros, que se fue convirtiendo en urbana, cuando la ciudad de Barcelona se extendió hacía esa Zona, por motivo de los juegos Olímpicos de 1992.
Llegamos, muy rápidamente, a la rambla de Poblenou que es una avenida, que va de la Diagonal a la playa.  Tiene un paseo ancho en medio,  en el que se ubican las mesas de los restaurantes y sobre el cual las personas, pasean sin prisas. Sobre las aceras están los comercios. Justo enfrente de donde comemos hay un bazar que anuncia cualquier objeto a dos euros. Veo desde la mesa una gran bandera catalana, a la venta.
La rambla del Poblenou tiene el encanto de las ramblas de Barcelona, pero sin la afluencia masiva de turistas, lo que la hace más disfrutable.
El mesero, que resulta ser uruguayo, nos explica lo que hay para comer. Analizamos un momento la opción de las tapas o el menú de dos tiempos, optamos por lo segundo. Yo pido una parrillada de verduras y el hígado encebollado, el pide una ensalada y los sonsos. Pregunto que son los sonsos y me dicen que son unos pescados pequeños; me imagino una sardinas, por el tamaño que indica el mesero con los dedos. Cuando los veo, en el plato, descubro que los sonsos, no son otra cosa que nuestros charales.
¿Para tomar? Nos pregunta el mesero. Josep, que va a dar clases, prefiere el agua. Yo pido un vaso de vino blanco y como se estila en estos sitios el mesero trae la botella y nos la deja. Sin el apoyo de Josep, hago lo que puedo para consumir media botella, acompañando los alimentos.
Conversamos de todos los temas que nos interesan: De la diada, la fiesta nacional catalana, que se celebra el 11 de septiembre y que este año ha reunido a más de tres millones de personas en un reclamo independentista. Hablamos de la situación económica de Europa, de nuestros respectivos trabajos, de los amigos en común. De los amores, de la literatura, de la universidad, de la comida, de los viajes, de nuestros blogs... (El blog de Josep esta en
http://actglobally.wordpress.com/)
Así como la charla se ha ido rápido, también lo ha hecho el tiempo. De repente son casi las dos y media de la tarde, es la hora en que Josep deberá partir para estar a tiempo en sus ocupaciones vespertinas. Nos despedimos, con un abrazo, recordándonos los compromisos que hemos contraído. Josep camina por la rambla, rumbo al metro, yo lo hagoen sentido contraruio, hacía la playa.
Aunque la tarde esta calurosa, prefiero regresar a pie, por la orilla de la playa, viendo a los turistas aprovechar los últimos días de este verano, mientras voy reconociendo los sitios por los que pasé más temprano, en la carrera de la mañana.

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