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viernes, 18 de febrero de 2011

Florence Cassez no es Ingrid Betancourt.


Escribí a mis amigos franceses, preguntándoles sobre cómo se vivía allá todo el tema de Florence Cassez. Me respondieron enviandome la liga: 
 

Lo que sigue es una traducción mía de ese texto:

"Al tomar, nuevamente partido por Florence Cassez en el juicio que enfrenta ante la justicia mexicana, el gobierno francés acaba de dar un fuerte golpe al año de México en Francia. Una manifestación cultural que debería mostrar la riqueza de una cultura que no es solamente Frida Khalo y Diego Rivera. Con el pretexto de que los jueces mexicanos no habían dado el veredicto que él esperaba, el presidente de la Republica declaró que ésta festividad sería dedicada  a la joven francesa detenida en México.
Como si se tratara de corregir a un mal alumno que no respetara los derechos del hombre (y de la mujer). Me parece que uno no tiene el derecho de insultar de ésta manera a un país que lleva a cabo una guerra difícil contra el crimen organizado y contra el tráfico de drogas, alentado por la creciente demanda de los consumidores estadounidenses (por otra parte, principales proveedores de armas a los narco traficantes). Desde 2006 esta guerra ha causado más de 30 mil muertos y los mexicanos son especialmente sensibles al clima de inseguridad que rebasa con mucho los estados de la  frontera norte para extenderse en todas las ciudades importantes del país, particularmente en la capital federal, donde cotidianamente se enfrentan bandas con grandes armamentos. En ese contexto y en tanto que se pretende dar lecciones universales de democracia, ¿cómo se puede reprochar a un gobierno el no hacer suficiente presión sobre la justicia de su país? Se trata de una confusión muy grave entre los roles del poder ejecutivo y el judicial. Y cuando una diplomacia torpe se inmiscuye es todavía mas grave –sobretodo cuando uno cree poder resolver un problema social que pone en juego el honor de una nación, actuando sobre las relaciones personales. Si bien es cierto que se puede, con causa, criticar el funcionamiento de la justicia y de la policía mexicanas, también parece necesario que  nos preguntemos sobre el fondo del asunto. No se si Florence Cassez participó en los secuestros que se le imputan, pero en todo caso ha sido bastante torpe (o bastante ciega) al relacionarse de manera muy estrecha con una banda de mafiosos que vivían de esta industria despreciable, sin mencionar las actividades anexas (tráfico de drogas, robo, violaciones, extorsión…) En un país en el que las fronteras sociales están muy marcadas y en el que la violencia es parte de la cultura, hay que ser muy ingenuo para no darse cuenta que uno se esta relacionando con gangsters. La ingenuidad no es un crimen, pero tampoco una excusa. No hay, entonces, que confundir las cosas. México no es Colombia. La justicia mexicana no es el buró político de las FARC y Florence Cassez no es Ingrid Betancourt".       

3 comentarios:

  1. Estimado Doctor:

    Efectivamente este hecho es muy lamentable y más lamentable aún es que se tome a la cultura como rehén político. Mi familia vivió en carne propia el escarnio de esta banda de delincuentes en la que participó esta mujer. El día 6 de abril del 2005 mi sobrino político fue secuestrado por esta banda. El día 10 de mayo del mismo año nos llegó su oreja para ejercer presión en la familia. Con profundo dolor vendimos lo que pudimos: carros, camionetas. En lo personal no tengo recursos económicos pero saqué dinero de mis tarjetas de crédito para cooperar y poder liberar a mi sobrino. Vivimos momentos terribles de profundo dolor y una angustia interminable. Cuando llamaban los secuestradores el papá de mi sobrino se desmayaba al pedir la prueba de vida y escuchar sus gritos, esos gritos lastimeros que seguramente taladraban sus oídos. Así transcurrieron 3 meses agónicos, interminables. El día 6 de julio llamaron para decirnos que nos habían dejado un "regalito" enfrente de la casa de sus padres: era el cadáver de mi sobrino. Ahí yacía inmóvil, putrefacto con un tiro en la cabeza. Todo había terminado y la AFI impacible, la familia enardecida porque una vez denunciado el secuestro esta agencia no deja que se negocie con los secuestradores, ni que se entreguen las cantidades que solicitan. Ellos se instalan en los domicilios y solo "actúan". Después fue capturado Israel Vallarta y junto con él esta mujer que se dice inocente, que desconocía lo que su novio hacia. Difícil de creer, ahí estaban las llamadas telefónicas, las declaraciones de las víctimas que de manera inicial y entre la confusión propia de ser liberados no sabían ni qué les estaban preguntando. En meses posteriores el mismo presidente Calderón platicó con cada uno de ellos y reconocieron a la francesa como una de las participantes de la banda, los mismos integrantes la delataron.

    Hasta la fecha el crimen de mi sobrino sigue impune, todavía no se lo atribuyen a la banda. No sabemos si por petición de la familia con la que ya tenemos poca relación o por alguna circunstancia o estrategia judicial, hoy día no lo sabemos. Lo que si les puedo platicar es el inmenso dolor e impotencia que vivimos y que seguimos viviendo porque es algo que difícilmente se puede asimilar.

    Saludos
    Rosy Valadez

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  2. Rosy, es un testimonio terrible. Por eso le tengo tanto respeto a la Sra. Wallace, para mi -y lo digo en serio- ella debería ser la próxima presidenta. Una presidenta ciudadana, con el valor y la terquedad necesarios para luchar con la corrupción que hace posibles historias tan espantosas como la que nos cuentas y que desafortunadamente no son excepcionales.
    Un abrazo.

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  3. Efectivamente Doctor: Es admirable lo que hace esta distinguida mujer, admirable en todos los sentidos, con agallas y valentía sin igual. Yo no he tenido oportunidad de hablar con ella pero mi sobrina sí, además de conocer a detalle aspectos legales sobre el tema del secuestro es profundamente humana.
    Lamentablemente hubo una ruptura entre la familia política de mi sobrina y ya no tiene acceso al expediente, pero en lo personal me duele mucho que el asesinato de mi sobrino esté impune. Si se investigara más a detalle la AFI sabe perfectamente que esta banda era la que lo tuvo secuestrado, pero si la familia no quiere, nosotros que podemos hacer?...en fin yo soy creyente y todo esto lo he puesto en manos de Dios y Él me ha dado muestras de su justicia, pero ha sido muy difícil liberarnos de ese odio que sentimos por ellos, muy difícil...
    Gracias Doctor por su comentario...repito, han pasado casi 6 años y no lo podemos aceptar, sobre todo cuando veo a 3 huérfanas añorando a su papá.

    Saludos

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