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domingo, 29 de noviembre de 2009

El ajedrez y otras pasiones.

Recibí comentarios al texto de cómo piensan los grande maestros II, tanto a través del blog, como a mi correo. Prefiero responderlos en una entrada nueva, porque abordan diferentes temas.

Empiezo por las pasiones que menciona Berenice: El ajedrez y la política. En mi caso el ajedrez, lo fue. Ahora lo juego muy de vez en vez, aunque siempre será un orgullo haberme sentado a jugar (en partidas simultaneas) con el campeón del mundo, en esa época, Veselin Toplaov . Tengo enmarcadas la partida y el tablero firmados por él. Aunque ahora juego poco al ajedrez, por no decir casi nunca, me parece que proporciona elementos muy importantes para el pensamiento estratégico. Kasparov, el más notable de los campeones del mudo, en la época posterior a Boby Fischer, escribió un libro que se llama: “Cómo la vida imita al ajedrez”, donde analiza los paralelismos de lo que pasa en el tablero con lo que pasa en la vida, en particular la política. Recuerden que Kasparov montó un movimiento político para ser presidente de Rusia.

En cuanto a la otra pasión de la que habla Berenice, la política, nunca la he tenido. Tengo pasión por la UNAM y como consecuencia de eso una pasión por lo que sucede en Cuautitlán. Mi visión de la política es la de un “arte” que exige a veces “tragarse ciertos sapos”, yo no soy de esa naturaleza. Tengo un talante demasiado individualista y si existe la posibilidad: elitista en el buen sentido, no creo en el acarreo de masas para apoyar ninguna causa, muchos de mis héroes son personas profundamente individualistas como el poeta y cantante francés George Brassens, a cuyas letras recomiendo fuertemente acercarse.

Ya Berenice, citaba El Príncipe de Maquiavelo, en otra entrada hablé también del libro del “Dialogo en el Infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”, ahora complementaría las referencias a las lecturas sobre la política, con un textito muy interesante de Max Weber: “El Político y el Científico”. Ojala Berenice, lo leas y ojala nos hicieras un resumen y algunos comentarios en el blog (no se me quita la inclinación docente, ¿verdad?).

Para terminar el asunto de las pasiones, que son la vida, (porque una vida sin pasión, ¿pa’ qué?) cito el prólogo de Bertrand Russel en su autobiografía: “Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas han dominado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la Humanidad”, En ese prólogo de una o dos cuartillas desarrolla Russel, su relación con esas pasiones y concluye con una frase notable: “ Esta ha sido mi vida. La he hallado digna de vivirse, y con gusto volvería a vivirla si se me ofreciese la oportunidad”. Esa es la gran suerte de las personas apasionadas, vivimos vidas que encontramos dignas de ser vividas. Concluyo mi comentario a lo escrito por Berenice, con mi sugerencia de que, como estudiantes, visiten a los miembros de la Junta de Gobierno y den sus puntos de vista. Vivir estos procesos irá nutriendo su pasión Puma.

Una persona que me escribió a mi correo, pone:

Hoy estuve leyendo el blog y te felicito por el contenido de ayer. Me parece que tu lectura de la situación es la correcta.

Parece que las gentes de gobierno y de la mafia están leyendo lo contrario, porque se ven muy contentos y en los últimos días han dado muestra de mucha amabilidad y grandes sonrisas. Habrá que ver si no se están anticipando demasiado…”.

Lo copio, porque también hay otras opiniones como la de Bety Agratti que apuesta por un camino más simple y encuentra mi explicación churriguresca, o la de Ana Leticia que piensa que “todo pareciera indicar que la reelección ya estuviera decidida desde el mismo día en que salió la convocatoria, y todo lo demás ha sido un teatrito”.

La diversidad de opiniones lo que muestra es que no es fácil entender lo que esta pasando ya mi entender, que el proceso no esta decidido. La opinión de la Junta de Gobierno será determinante y no los veo reeligiendo a una administración que tiene a una parte tan grande de la comunidad en contra. Es un riesgo.

viernes, 27 de marzo de 2009

Democracia. ¿Sueño imposible?

Un libro notable que se llama Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu, escrito por Maurice Joly narra el supuesto encuentro de estos dos personajes en el averno. Uno creador del manual de ejercicio del poder absoluto: El Príncipe; el otro, de El espíritu de las Leyes, libro que inspiró la separación de poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en alguna medida la revolución francesa.

Supuestamente la separación de los poderes dejaría al soberano sin la posibilidad de ejercer un poder absoluto. Los otros dos poderes servirían de contrapeso al ejecutivo. Lo que va narrando el libro es la manera como aun con la separación de poderes se puede ejercer un control como el de El Príncipe.

No es necesario ir al infierno para darse cuenta de esto, ni siquiera leer el libro. A quienes tenemos algunos años, nos tocó crecer en un país donde las cámaras y el poder judicial parecían depender del poder ejecutivo, en un sistema político que hubiera sorprendido al mismo Maurice Joly.

Ese sistema migró, en nuestro país, a un sistema donde las cámaras “negocian” con el ejecutivo a un punto tal que a veces se da un inmovilismo político, las reformas necesarias no se aprueban. Se condicionan los apoyos a las iniciativas del ejecutivo a cambio de tal o cual posición en el gabinete, etc, etc. Hay quienes dicen que esa es la política, el arte de la negociación. Un arte que se parece muchas veces a un comercio.

Para mi la política es, como indica su etimología, la ciencia de la ciudad, de la polis, el arte de convivir en sociedad, de respetar a los demás y ser respetado. ¿Es eso mas difícil de lograr en la universidad que en el país?

A veces se responde que no, puesto que en las universidades las personas son más talentosas. No es un problema de talento, es un problema de ética y talento. De nada sirve el talento sin ética, como nos consta por la historia del país. Tampoco sirve la ética sin talento, como también nos consta por la misma historia. El punto es si podremos construir una convivencia apoyada en el talento y la ética y cómo.