Me gusta el béisbol por que hace pensar.
No se puede seguir -y disfrutar- un
partido sin ponerse la gorra de manager y estar todo el tiempo imaginando la
señal que hay que mandar al bateador en turno. No es lo mismo cada uno de los
nueve bateadores, cada cual tiene sus características y un orden para batear.
No es lo mismo las bases vacías, que hombre en base y también hace diferencia
cuántos y en que almohadillas. No es lo mismo la situación sin outs, que con un out o dos.
Ya ni que decir que hay que tener
presente el marcador y la entrada que se está jugando. Total, que es muy
entretenido dirigir… quiero decir ver el partido.
A ese intrínseco placer que produce
el ver los juegos de béisbol agregué en
días pasado el de la literatura y las matemáticas.
Sucede
que en el cuarto partido de la serie de campeonato de la liga nacional entre Dodgers
y Cerveceros, el cronista Alfonso Lanzagorta mencionó la trillada afirmación
de que la frase "los perros ladran, Sancho, señal de que avanzamos"
no aparece en el Quijote. Hasta ahí, todo normal, pero agregó, el comentarista,
un dato nuevo (para mí): la frase es de Goethe y viene en un poema que se llama
Ladrador.
Me digo
que valdría la pena averiguar si es cierto, pero el juego se va a entradas extras
y yo a dormir.
Al día
siguiente veo en mi Fb la publicación del poema "Ladrador" que
realizó José Manuel Ortiz Soto, amigo que al igual que yo había estado
siguiendo el partido. Dice José Manuel en su post:
Donde
quiera se aprende: un comentarista de beisbol dice que una frase adjudicada a
Cervantes es de Goethe, y menciona el nombre del poema. Lo busco. Y sí, aquí
está.
Kläffer
(Ladrador) - Goethe, 1808
Cabalgamos
por el mundo
En busca de fortuna y de placeres
Mas siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos
En busca de fortuna y de placeres
Mas siempre atrás nos ladran,
Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos
Le
agradezco a José Manuel, en su muro, el que me haya hecho la tarea que tenía
pensado realizar. Empezamos a conversar intermitentemente a través de la red sobre
los cronistas deportivos.
Vale la pena una pequeña digresión para evocarlos:
Vale la pena una pequeña digresión para evocarlos:
Comento que Lanzagorta
me parece un buen cronista de beisbol, lo mismo que Eduardo Jerez de ESPN. Sigo
extrañando al Mago y a veces a Sony, le digo.
José Manuel
incorpora a Fernando Marcos de quien dice era un tipo preparado. Mi
antiamericanismo sale a flote en mi respuesta:
-Fernando
Marcos me parecía un americanista inaguantable, quizás haya sido culto, pero
prefería yo a Ángel Fernández.
De Ángel Fernández pasamos al perro
Bermudez y otra vez mis fobias a los comentaristas del América, digo de
televisa…bueno es lo mismo, se expresan: “El Perro ladraba, aunque nadie
avanzara, jajaja. Es malísimo”. A Juan Manuel, minificcionista de
corazón se le ocurre que podemos hacer una minificción con la frase: “El Perro
Bermúdez ladraba, aunque nadie avanzara”. Me imaginé despertando frente a la
televisión y el perro seguía ahí.
A esas alturas de la plática ya estamos
de acuerdo en que seguramente la frase "los perros ladran,
Sancho, señal de que avanzamos "no viene tal cual, en el Quijote, pero que
era posible que hubiera un pasaje donde Don Quijote hiciera una alusión
parecida y que dado que Goethe es posterior, posiblemente el poeta alemán se
hubiera inspirado en ese pasaje de Cervantes para su texto.
José
Manuel me dijo que había leído el Quijote tres o cuatro veces y no tenía
memoria de ninguna frase parecida, pero
que ya tenía un bonito pretexto para releerlo.
A mi no se
me antojo leerlo pero me vino a la
cabeza una conversación con mi amigo Tomás Garza. El mismo Tomás Garza
que fue Director del Instituto de Investigación en Matematicas Aplicadas IIMAS
de la UNAM y Secretario Administrativo de la UNAM en el rectorado de José
Sarukhan. Recordé que Tomás me había platicado de un análisis de las palabras
del Quijote que realizó con Mathematica.
Mathematica
es un software de la compañía Wofram que como veremos en lo que sigue puede
realizar análisis y operaciones que parecerían fuera de su dominio natural.
Le puse
inmediatamente un correo a Tomás Garza con la pregunta: ¿Podríamos zanjar, de
una vez y para siempre, el asunto de si el Quijote dice o no la frasecita en
cuestión? ¿Tienes aún el archivo con el texto del Quijote? ¿Es posible hacer la
búsqueda de frases cercanas, por ejemplo "perros ladran"?
La
respuesta de Tomás fue inmediata: “En efecto, la frase en
cuestión no aparece en el Quijote, ni versiones similares. Te incluyo un
notebook con la búsqueda. Ya la había hecho anteriormente, junto con otras”.
Puede apreciarse que en más de 17 mil palabras que tiene la obra no parecen alusiones a los perros que ladran al avance de los jinetes.
La reseña y comentarios acerca de la frase
de los ladridos de los perros que saludan el paso de quienes cabalgan “en busca
de fortuna y de placeres” podría
concluirse diciendo que no hay duda que la frase no está en el Quijote y que la
idea expresada de manera un poco diferente viene en el poema de Goethe.
Dado que el original está en alemán, supongo que en español podemos seguirla
citando en la versión vox populi: "Los perros ladran, señal de que
avanzamos", nomás sin evocar a Sancho.
Pero más allá de la anécdota literaria y
beisbolística, lo que me parece que debe enfatizarse es el uso que puede
hacerse de programas de cómputo como Mathematica para realizar tareas que a
primera vista no parecen tener mucho que ver con esa ciencia. Digo a primera vista porque contar, clasificar
y ordenar son tareas naturales de la estadística, aunque se apliquen a la lingüística
o al derecho, o a cualquiera de las llamadas ciencias sociales.
Lo mismo da contar palabras que intensidad
de color en los pixeles; tarea que por cierto realiza actualmente un estudiante
mío para hacer análisis de imagen de un proceso térmico.
Así que "malas noticias" de las matemáticas no se salvan ni
el béisbol, ni la literatura... y agregaré ni los videos.
¡Que bonita reflexión Rafa! Se la comparto con tu permiso a mi esposa que juega sóftbol y le encantan estas anécdotas! Por cierto, saludos también a nuestro mutuo amigo El Dr. Tomas Garza. ¡Un gran abrazo a los dos!
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