Cada vez que vuelvo a la FESC, después de una cierta ausencia, redescubro
mi amor por la escuela, por sus edificios, por sus ambientes y por su gente; en
particular sus estudiantes. Es muy agradable ver el gusto que muchos de ellos
tienen por el conocimiento.
Este cariño a la Facultad, lo escribí y lo describí, hace muchos años,
cuando publicábamos el boletín del colegio académico. Lo hice en un texto que
llevó el título de La FESC Planeta Habitable, es decir un sitio donde se pueda
vivir. Ese texto por cierto estuvo ilustrado con un dibujo de María Luisa Arias
Mendoza. Desafortunadamente el clima en la Facultad se ha enrarecido y el
planeta habitable llamado FESC se ha contaminado, en algunas áreas.
Notablemente en fisicomatemáticas, donde se aplica a la perfección aquello de
que "En la FESC el que sabe, sabe... y el que no sabe es jefe" (o
consejero). Lo anterior, claro, con las notables excepciones que confirman la
regla.
Volví, decía, a la FESC y caminando por los patios de campo 1, me fui
encontrando amigos y conocidos con los que me detenía a platicar un poco. Todos
tenían en la mente y así lo expresaban al momento de intercambiar algunas
frases, el hecho de que este año hay cambio de director en la Facultad.
Conversando con una de las personas que me encontré, empezamos a bromear
con que sería bueno publicar en algún diario, con sección de anuncios
clasificados, un aviso con el mensaje “Se solicita director o directora”.
Empezamos a especular con la redacción que podría tener el anuncio. Diría
por ejemplo:
Unidad Multidisciplinaria de la UNAM
solicita director para el periodo 2013-2017
Ante el inminente término del periodo
de la actual dirección de la FES Cuautitlán se solicitan candidatos al puesto
que deberá ocuparse en diciembre de 2013.
Las personas interesadas deberán
cubrir, además de los requisitos marcados por la legislación universitaria, los siguientes:
·
Amor a la Facultad
· Honestidad comprobada
· Arraigo en la comunidad
· Habilidad administrativa probada
· Excelencia académica
· Experiencia laboral en entornos no universitarios
· Liderazgo
· Posibilidad de tener una vida profesional exitosa
en otra parte
· Sentirse Motivado por los retos
· Valor
· Generosidad
·
Mucho talento.
Era un juego lo que platicábamos mi interlocutor y yo, pero en el
regreso a casa venía, en el coche, pensando en las características que enumeramos
y que ahora he reescrito de memoria, espero no haber olvidado ninguna.
Varios de estos requisitos son obvios, aunque no siempre se cumplen. Por
ejemplo el director debe ser una persona con liderazgo, debe ser honesto y
tener habilidad administrativa.
Un poco menos obvios, pero bastante entendibles son algunas otras de las
características solicitadas, como las del arraigo en la comunidad, el amor a la
facultad o la excelencia académica.
Es importante que quien sea candidato a la dirección, no lo sea por
falta de alternativas laborales. Eso obliga a que sea una persona generosa y
valiente por que sin esas características no se entiende la razón por la que
habría de meterse alguien, con posibilidades de tener una vida profesional
exitosa en otra parte, a desfacer entuertos.
Junto al valor y la generosidad deberá ir también el talento, pues no se
trata de llegar como “chivo en cristalería” a “resolver” los problemas.
Además de todas las características anteriores añadimos dos más, que
quizás merecen un poco de explicación la de experiencia laboral en entornos no
universitarios y la de motivado por los retos. Trataré de decir la razón de
incluirlas.
Me parece que los nuevos tiempos políticos que vive el país tienen una
gran necesidad de Universidades Públicas poderosas y adaptadas a los nuevos
tiempos. La UNAM, la más importante de ellas.
Sin duda veremos pronto a la SEP relanzar su programa de universidad en
línea. Muchas universidades privadas tienen también esta opción, lo digo como
un ejemplo más de las transformaciones que están ocurriendo en el mundo de la
educación superior.
Otro ejemplo es la incubación de empresas de base tecnológica, generadas
por estudiantes de posgrado y profesores.
Por eso es necesario que el próximo director de la FESC tenga además de
excelencia académica y al menos 8 años de antigüedad, experiencia laboral en
ambientes no universitarios.
Los próximos años presentarán a la UNAM un reto formidable: satisfacer
la necesidad de educación superior de un amplio sector de la población que, por
las razones que sean, no es atendido por las universidades privadas. Para
hacerlo, sin duda, la UNAM deberá apoyarse en sus Unidades Multidisciplinarias
y eso, a su vez, representará un gran reto para el próximo director o directora
de la FESC. Por eso, esa persona deberá ser alguien que se motive frente a los desafíos.
La tarea es enorme, los requisitos muchos. ¿Encontrará la FESC la
persona indicada o se pasarán otros cuatro años en que la escuela vivirá
esperando el nuevo cambio de dirección que renueve su esperanza?
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