No puedo hacerme una idea real de lo que informó, porque las diapositivas pasaban rápido, lo cual es normal. Ojalá las publique, o mejor el texto, para que podamos hacer un análisis. Mi impresión general es que eran buenos números.
Decía de las dificultades, porque de haber sido un poco menos insistente me quedo sin entrar. Había llegado poco antes de las once al campo 4 y la puerta del auditorio de la Unidad de Seminarios, estaba cerrada. Alguien me dijo que no estaban entrando por la puerta principal sino por la de atrás, me dirigí ahí y cuando la entreabrieron ví que ya estaba lleno completamente –faltaba más de una hora- y no me dejaron entrar. Me impidió la entrada una persona a la que le pedí su nombre y me dijo que era de la oficia de protocolo del Rector. Recordé a las personas de protocolo del Rector -unas damas, literalmente- que había yo tratado en la DGSCA y no me pareció el tipo. La persona que no me dejaba pasar parecía más alguien de seguridad, le pregunté si trabajaba en rectoría y me contestó: "Y aquí". O sea que debe haber sido alguien de aquí, que estaba ahí para cuidar la puerta. Me dijo que fuera a la puerta principal y si no me dejaban entrar, el me explicaría por que no me dejaban entrar. Volví a la puerta de enfrente y entré. Me quedé un momento parado en la entrada tratando de acomodarme. En eso unos conocidos me hicieron señas y me acerqué a ellos. Un profesor amigo terminó cediéndome su lugar y me senté. Me explicaron que con el auditorio vacío, habían cerrado la puerta principal y lo habían llenado por la puerta de atrás, de manera que cuando abrieron la entrada principal ya no había lugar. Eso sí, estaban ahí el jefe del departamento de física, los jefes de sección, los Consejeros Técnicos del área, el suplente del Consejero Académico de Área y algunos profesores más del departamento de física. Si le sumamos que el departamento e s muy pequeño y que etambién yo pertenezco a él, no dudo en decir que física era el departamento con mayor asistencia proporcional.
Creo que les funcionó bien la maniobra, porque al acabar la presentación de Suemi que, repito, estuvo bien hecha; el auditorio la aplaudió.
Sin embargo no todo eran aplausos, hasta adentro se oían los gritos de ¡No reelección! Que lanzaban afuera. Al salir vi en las paredes hojas con letreros pidiéndole disculpas al Rector por no asistir al informe, pero aclaraban: “No fuimos invitados”.
Me quedó claro: el problema de Suemi no es hacer presentaciones, su problema, además de quienes la rodean, es de sensibilidad; no tiene ninguna hacía lo que la comunidad piensa, siente o quiere.
Al terminar de hablar Suemi, el Rector hizo uso de la palabra. Se refirió en términos elogiosos a los números que le acababan de presentar y agradeció a la comunidad y a la directora por su trabajo y su esfuerzo para alcanzarlos. En seguida dijo que se quería referir a los momentos que estamos viviendo y entonces habló de que con gran respeto un grupo le había entregado algo a su paso. Dijo que para él era importante la pluralidad, se refirió a que el enemigo no está dentro de la UNAM, dijo que ningún universitario es adversario de ningún universitario y mencionó la victoria de la universidad en la batalla por la asignación del presupuesto. Dijo también que es importante la unidad, que acabado el proceso que estamos viviendo, la comunidad deberá estar unida. Cuando terminó su mensaje fue también muy aplaudido.