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jueves, 29 de julio de 2010

Los Principia de Newton y los hombres comunes y corrientes


Hice mi quiniela para el mundial siguiendo un cuidadoso análisis de los equipos, incluso la publiqué unas semanas antes de iniciar el campeonato, para poder reirme después de todo lo que había imaginado; pero no, la imaginación no resulto tan mala y al final me lleve el segundo lugar a cuatro puntos del primero. Así que me vi de repente con una suma de dinero que si ser nada extraordinario si permitia comprar algo cuya adquisición se hubiera venido postergando por fuertes dolores en la articulación del brazo y el antebrazo. Con el dinero de la quiniela en la mano decidí darme un lujo y adquirir un libro de compra largamente pospuesta: “Los Principia de Newton para el lector común”. Como la evolución de la quiniela y el propósito de comprar el libro también lo publiqué en mi página de FaceBook, me vi en la necesidad de escribir, para quienes seguian la historia,  algo sobre el libro de Newton y el que yo compré, para explicarles el uso que iba a hacer del dinero ganado en la quiniela. He aquí el texto:

Los Principia de Newton son una de las obras intelectuales más importantes en la historia de la humanidad, están escritos en latín y van describiendo sus resultados usando la geomtría Euclideana, es decir la que va probando sus teoremas mediante razonamientos acerca de figuras geométricas. Alguien dijo acerca de los Principia que al observarlos había sentido lo mismo que al, ver la enorme espada de un cruzado en el museo. Pensé, dijo, en que tipo de hombre era aquel capaz de usar como arma lo que para el resto de los hombres es mas bien una pesada carga.
Hoy ya la geometría Euclideana no se usa como el lenguaje de las exposiciones matemáticas, a partir del siglo XVI se desarrolló la geometría analítica en la que en vez de figuras como el círculo, la recta o la elipse hay fórmulas que las representan. La geometría analítica es un lenguaje algebraico para enunciar las mismas relaciones geométricas de la Euclideana. Ese lenguaje permitió a Newton y a Leibnitz sintetizar en el cálculo diferencial e integral una serie de métodos para el estudio del movimiento de los cuerpos. No obstante lo cual Newton cuando escribió sus Principia lo hizo usando el lenguaje de la geometría Euclideana.
Los Principia se han traducido al inglés, al español y a los principales idiomas del mundo, pero siempre usando la exposición original de Newton es decir la geometría Euclideana, como lenguaje científico.
El astrónomo pakistani Subrahmanyan Chandrashekar, ganador del Nobel en 1983, escribió un libro en el que los Principia de Newton son reescritos en el lenguaje moderno del álgebra y del cálculo. Tituló a ese libro: "Newton's Principia for the common reader" Me dirán que ni tan común y mucho menos tan corriente.
En alguna visita a la Universidad de Stanford pasé a su librería, una de las más hermosas y seductoras del mundo. Ahí recorriendo los pasillos de los libros de física dí con el de Chandrashekar y me enamoré del libro, pero el codo se me puso rígido, rigido, me empezó a doler y ya no lo compré; valía alrededor de 90 dólares cuando el precio promedio de otros libros fluctuaba entre 15 y 25 dóllares .
Desde entonces, por masoquismo puro, checo de vez en cuando su precio a través de Internet. La versión en ecuadernación flexible anda como en 150 dólares, la de pasta dura pasa de los 250. Pues ayer, con la certeza de tener en mis manos el bien ganado monto de la quiniela, decidí comprar el anhelado libro. Pero la dolencia en el codo es crónica y recurrente, cuando ví que el de pasta dura costaba más de 250 dólares estaba a punto de rajarme, afortunadamente en Amazon también se anuncian otros vendedorres de libros usados, había uno que decia "like new" y costaba 140 dólares, el envio a México salió como en 12.50 dólares, asi que ya me resigné y lo pedí. El libro llegaría segun la confirmación de compra que recibí entre el 11 de agosto y el 13 de septiembre, pero bueno después de esperar tantos años para decidir la compra, bien me puedo esperar una semanas más. 
En realidad ya llegó, ahora que publico aquí el texto escrito hace dos semanas
Ya que me extendí en la nota sobre los Principia, les cuento que hace unos veinte o veinticinco años, cuando era secretario académico de la FESC fui a Ciudad Universitaria a arreglar algun asunto, al concluirlo pasé a visitar a mi amigo Miguel de Icaza al Instituto de Física. La visita era inesperada, asi que me recibió Miguel con una taza de café en la mano y la palabra en la boca, estaba enmedio de una sesión de estudio de los Principia, los originales, no los del "common reader", con sus alumnos. Me invitó a participar y ahi estuve un rato pensando sobre las figuras geométricas que a Newton le rebelaron el orden del universo que a nosotros nos sigue apantallando.

martes, 20 de octubre de 2009

Voltaire

Pensando en los resultados de la encuesta 17 sobre la verdad o no de la llegada del hombre al luna en 1969 me acordé de uno de mis personajes favoritos: el francés Francois Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire. Lo recordé por dos motivos, el primero es por su frase: “No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo tu sagrado derecho a expresarlas”. El libro de lógica que llevábamos en la preparatoria tenía al principio de cada capítulo una viñeta con el dibujo de un filósofo y alguna frase de él. Me acuerdo de Nietzche y de Hume; otros más ya no se si los recuerdo o los imagino. En ese libro vi por primera vez la frase de Voltaire, que acabo de citar. Ya había yo oído hablar de él, en la secundaria, al maestro de historia, quien seguramente contra su voluntad me motivó a leerlo. Dijo una mañana el profesor, muy gravemente: “Voltaire y Rousseau, eran el mismo demonio”. ¿Hay mejor manera de incitar a la lectura a un adolescente?

La segunda razón por la que recordé a Voltaire, al ver los resultados de la encuesta (18 votos. De los cuales 5 piensan que la llegada a la luna es falsa y 13 que es verdadera) es su “Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones”, se trata de una obra monumental, de un esfuerzo de erudición por sentar las bases científicas de la historia, por comprender la historia, más que los hechos.

Resulta que el buen Francois Marie además de un intelecto supremo, era un hombre de mundo, sensible a los encantos de la corte y las damas. Tuvo varias amantes, pero dos son especialmente célebres: Mme du Chatelet y Mme Denis. La primera de ellas era una mujer racional, cartesiana, de mente matemática y que desdeñaba la historia por considerarla una serie de “cuentos” para ella escribió Voltaire el Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones, para tratar de la historia como una ciencia y para hacerla interesarse en ella.

El libro es muy interesante (perdón Beatriz, por platicar un poquito de que se trata), recuerdo por ejemplo que se pone a analizar cuestiones como si resulta creíble que Noe y sus hijos, después del diluvio hayan procreado en 295 años, más de 623 mil millones de descendientes varones.

Ese es el tipo de análisis que Voltaire dio a los hechos históricos para hacerlos interesantes a la mente matemática de la mujer que cortejaba. En eso pienso frecuentemente cuando me encuentro frente a hechos como los Ovnis de Mausan, la supervivencia de Elvis Presley o Pedro Infante, Los hombres de Negro o cualquier otra teoría de la conspiración, trato de imaginar que tan factibles son o no.

Por supuesto me puedo equivocar, pues nadie es más necio y más ignorante que quien cree saberlo todo.

Por sus ideas políticas y su crítica constante, Voltaire estuvo exiliado en Londres, algún tiempo. Se encontraba en esa ciudad cuando ocurrió la muerte de Newton y dijo de su funeral: “Vengo de una ciudad donde a los científicos se les entierra como a reyes”. Voltaire sintió mucho aprecio por la cultura anglosajona y escribió sobre la obra de Newton, el libro “Elementos de la filosofía de Newton”

Para concluir esta entrada, les copio algunas frases de Voltaire:

  • Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado
  • Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer.
  • Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás.
  • Los que creen que el dinero lo hace todo, suelen hacer cualquier cosa por dinero.
  • El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
  • Los ejemplos corrigen mejor que las reprimendas.
  • Todo lo que se escribe es bueno, salvo aquello que aburre.