En 1988 el filántropo Richard Goldman, que desde 1951 había creado junto con su esposa Rhoda la fundación de la familia Goldman, estaba leyendo en el “San Francisco Chronicle” la lista de gandores del premio Nobel y se preguntó si existiría un premio semejante, que reconociera el trabajo en pro del medio ambiente. Como no lo había, decidió crearlo.
Cada año se entregan reconocimientos al trabajo en pro del medio ambiente en seis regiones del planeta: África, Asia, Europa, Islas y archipiélagos, América del norte y Sudamérica y América Central. Cada uno de los ganadores recibe 150 mil dólares.
Los ganadores son elegidos por un jurado internacional, a partir de nominaciones confidenciales, realizadas por organizaciones ambientalistas e individuos. El premio tiene como propósito reconocer la labor de quienes defienden especies y ecosistemas en peligro, combaten proyectos de desarrollo destructivos, promueven la sustentabilidad, influyen en las políticas ambientales y luchan por una justicia ambiental.
La ceremonia de entrega de los primeros premios se llevó a cabo el 16 de Abril de 1990, coincidiendo con el día mundial de la tierra y con el cumpleaños número 70 de Richard Goldman.
Este premio lo han recibido cuatro mexicanos: Edwin Bustillos (1996), Rodolfo Montiel Flores (2000), Isidro Baldenegro López ( 2005) y Jesús León Santos (2008). ¿Lo sabías?
A continuación una descripción de su trabajo, tomada de la página web de la fundación que otorga el premio.
Edwin Bustillos (1996)
La sierra Madre Occidental en el Noreste de México se extiende por mas de 1, 600 kilometros y es el ecosistema de mayor biodiversidad en Norte América. El aislamiento de la sierra madre y su topografía, profundamente corrugada han atraido narcotraficantes y operaciones de tala ilegal. Solo un 2% de la selva más antigua de la región persiste aún.Sin temor al clima de violencia generado por el tráfico de drogas, Edwin Bustillos, un ingeniero agrónomo, estaba determinado a crear una reserva de 1.3 millones de acres en la Sierra Madre, para proteger tanto su amenazado ecosistema como a 12 comunidades Tarahumaras y Tepehuanas que han vivido en las montañas por 2 mil años. Para llevarlo a cabo Bustillos, originario de la Sierra Madre, fundó CASMAC ( Consejo Asesor de la Sierra Madre AC) en 1992.
Bustillos pagó un alto precio por su compromiso con la Sierra. Desde 1994 sobrevivió a tres atentados. Contra todo pronóstico, Bustillos y CASMAC ayudaron a detener dos operaciones de tala ilegal y trabajaron para proteger los derechos a la tierra de 300 familias tarahumaras.
CASMAC, junto con su aliado estadounidense, Sierra Madre Alliance, han desarrollado un programa de alternativas económicas, amistosas con el medio ambiente, al tráfico de drogas y tala ilegal. Entre ellas están la fabricación de papel orgánico y productos que no provengan de la tala, como cultivo de plantas medicinales. CASMAC ha creado programas de liderazgo, entrenamiento y certificación de inspectores indígenas y creado una red de telcomunicaciones para las comunidades, al tiempo que sigue detectando problemas y tomando acción legal en nombre de las comunidades.
Rodolfo Montiel Flores (2000)
A mediados de los 90s, madereras internacionales empezaron a comprar troncos a los ejidatarios de la sierra de Petatlán en el estado de Guerrero. Desde el principio estas actividades estuvieron llenas de corrupción, teniendo como consecuencia un gran abuso del medio ambiente y violaciones a los derechos humanos.
Alarmado por los devastadores efectos de la tala inmoderada en la región, Rodolfo Montiel Flores, de la comunidad del Mameyal en Guerrero, comenzó a organizar otros campesinos para protestar contra la rapacidad de la tala. Montiel y sus colegas formaron la asociación de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán.
Algunas comunidades por las que transitaban los camiones con madera, levantaron “casetas de cobro” . Se trataba principalemente de un acto simbólico para protestrasr por casetas similares que las compañías madereras habían colocado para cobrar a los viajeros que atravezaban la selva.
Debido a que las comuniodades no recibían ningun beneficio de la explotación de la selva, los campesionos exigieron alguna compensación. Los caciques de la zona respondieron deribando la casetas y el gobierno envió tropas a las comiunidades más combativas; muchos de los manifestantes fueron sustraidos de sus hogares. Con anterioridad a su arresto, Montiel y otros activistas habían recibido amenazas de muerte.El procurador general de Guerrero ordenó el arresto de Montiel y el 2 de Mayo de 1999, el ejercito lo apresó junto con Teodoro Cabrera García, un compañero campesino. Al momento del arresto murió víctima de los disparos, una persona inocente que se encontraba en el lugar de los hechos. Los dos arrestados fueron golpeados y acusados falsamente de posesión y uso de uniformes y armas de uso restrigido para el ejercito. Tras ser torturados para tratar de hacerlos confesar crímenes no cometidos, ambos fueron enviados a Iguala, donde se les negó un tratamiento médico adecuado, hasta que las protestas de grupos internacionales obligó a los encarceladores a proporcionarlo.
Tras la muerte de Digna Ocho, una de las abogadas defensoras del caso, aumentaron las protestas de grupos internacionales de ambientalistas y recursos humanos contra el gobierno mexicano. El 2 de Noviembre de 2001, el El Premio Goldman de protección al medio ambiente publicó un desplegado en el New York Times, era una carta abierta al presidente Fox llamándolo a hacer justicia en éste caso, declarar inocentes a los detenidos y liberarlos.
Luego de dos años tras las rejas, ambos campesionos fueron liberados el 8 de Noviembre de 2001, por orden del presidente Fox. La acción de los grupos que pugnaron por su liberación continuó, pues aunque se les liberó, no se les exoneró de los falsos cargos .
Isidro Baldenegro López (2005)
Agricultor de 38 años de edad y líder comunitario del pueblo indígena tarahumara en la región montañosa de la Sierra Madre de México, ha dedicado gran parte de su vida a la defensa de los bosques antiguos contra la devastadora tala de árboles en una región desgarrada por la violencia, la corrupción y el narcotráfico.
De niño fue testigo presencial del asesinato de su padre, muerto por oponerse a la tala. Frente a
estos graves riesgos y repetidas amenazas contra su vida, Baldenegro ha elegido mantenerse
firme en la defensa del bosque y las tierras ancestrales donde su comunidad ha vivido durante
cientos de años.
En 1993, Baldenegro formó un movimiento de base dedicado a la resistencia no violenta contra
la tala de árboles, consiguiendo el apoyo de ONGs locales e internacionales. En 2002 organizó
manifestaciones y marchas pacíficas, logrando que el gobierno ordenara la suspensión temporal
de la tala en la zona. Al siguiente año movilizó un masivo bloqueo humano compuesto en su
mayoría de viudas cuyos maridos habían sido asesinados, con el resultado de que un tribunal
especial declaró ilegal la tala de árboles en esa zona.
Luego del bloqueo de 2003, Baldenegro fue de repente encarcelado y acusado de posesión de
armas y drogas, cargos que posteriormente se comprobó eran falsos.
Importantes ONGs defensoras del medio ambiente y de los derechos humanos reaccionaron al arresto de Baldenegro con muestras de solidaridad. Amnistía Internacional lo declaró prisionero de
conciencia. A los 15 meses de su arresto, finalmente, logró su libertad en junio de 2004, saliendo
de prisión aún más firme en sus convicciones y con renovados ánimos por el enorme apoyo
internacional que recibió. Poco después, él y sus partidarios lograron que el gobierno suspendiera
dos veces más la tala de árboles. Entusiasmado por este éxito, Baldenegro estableció una
organización de justicia ambiental, la cual al presente tiene varios casos pendientes en los
juzgados federales.
Jesús León Santos (2008)
En la región de la Mixteca, en Oaxaca, México, Jesús León Santos dirige un programa de renovación de tierras y desarrollo económico sin precedentes que se vale de antiguas técnicas agrícolas indígenas para transformar en fértiles tierras de cultivo esta zona árida y sumamente erosionada. Con su organización, el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (CEDICAM), una organización ecologista y democrática local dirigida por campesinos, León ha logrado unir a los campesinos de esa zona. En conjunto han sembrado más de un millón de árboles de variedades nativas, construido cientos de kilómetros de zanjas para la retención de agua y protección de los suelos contra la erosión, y adaptado técnicas tradicionales mixtecas para restaurar el ecosistema regional. Sus esfuerzos se han visto recompensados con el reverdecimiento de laderas áridas, acuíferos recargados, y la disminución de los altos índices de emigración al ver las familias campesinas que de hecho pueden ganarse en la vida en casa.
Historias admirables de héroes reales de las que nunca nos enteramos en las noticias de la televisión.
