Me gustaría tener tiempo para comentar la lectura de cada
uno de los libros que adquirí en mi reciente visita a la FIL de Guadalajara este
año, pero es imposible. Así que para tener el placer de compartir el gusto por
esos libros me contentaré con decir cuáles compré y dar un comentario, más o
menos rápido, de la razón que me hizo llevarme la mano a la cartera para
adquirirlos.
Seguiré en la descripción el orden en que aparecen al irlos
sacando de las bolsas de las compras:
Cuentos Negros de
Cuba. La autora, recomendada en la portada del libro por nadie menos que
Alejo Carpentier, es Lydia Cabrera que me era totalmente desconocida. Me explica
el vendedor que se trata de historias que su nodriza negra le contaba y que
habían llegado hasta la nodriza por tradición oral. Me doy el tiempo de leer un
poco el libro y veo que son fábulas en las que aparecen personificados
animales, al estilo de La Fontaine, y partes del cuerpo como la Oreja. El
primer texto que leo se llama: “El mosquito zumba en la oreja” y tiene como
moraleja saldar las deudas.
De la misma autora me interesó otro libro que se llama El Monte, según lo que dice la portada
se trata de “notas sobre las religiones, la magia, las supersticiones y el folklore
de los negros criollos y del pueblo de Cuba”. Mi interés en el tema viene en
parte de la lectura de la Dignidad Encarnada de Silvia Gurrola, que habla de estas creencias
en Mozambique, sitio donde se desarrolla su novela.
En ese mismo stand compré otras dos novelas históricas. Una
de ellas Martí, el apóstol es una
biografía novelada de José Martí, de quien no sé más que lo elemental: su
participación en la lucha de independencia cubana y sus versos como el de la
rosa blanca que cultiva para el amigo sincero. La otra novela fue la vida de Felipe
II, llamada Felipe, el prudente.
Esta me llamó la atención por su obvia vinculación a la historia de México y
por los relatos que sobre él oí, cuando visité el Escorial, como por ejemplo
que había muerto agusanado, en una agonía de varios meses en cama. Veré que dice la novela.
En otro stand compré cuatro biografías de matemáticos de la
serie “La matemática en sus personajes.” Todas vienen en la misma bolsa. Las compré
básicamente porque están baratas (100 pesos cada una, en una edición muy
cuidada). Son obras de referencia que complementan otras que tengo como la
enciclopedia de “Sigma, el mundo de las matemáticas”, pero que no están por
demás. Los títulos que adquirí son Fermat.
El mago de los números. La razón es que justo en estos días, acabo de
escribir un mini relato sobre este personaje que ha llamado mi atención desde
que, como preparatoriano, me enteré de su existencia. Otra de las biografías
que adquirí por semejantes razones (haber escrito recientemente un mini relato
donde lo menciono) es la de Fibonacci.
El primer matemático medieval. La parte de la historia de las matemáticas
en la edad media la conozco menos que la de la matemática griega o la reciente,
así que es un buen motivo para hincarle el diente a esta biografía de Leonardo
de Pisa. Dudé un poco para comprar la de Cauchy.
Hijo rebelde de la revolución, pero finalmente me decidí porque también el
año pasado escribí para “Derrotar a la Ignorancia”, un texto donde menciono sus aportaciones para
formalizar las ideas del análisis matemático. El último de los libros de esta
serie que compré fue el de Nobert
Wiener. Un matemático entre ingenieros. Sobre él no recuerdo haber escrito
nada, quizás después de leer su biografía, redacte un texto. De él sabía lo que
todo mundo; que es el padre de la cibernética
y que escribió su autobiografía “Ex Prodigio.” Por cierto que en esa serie hay
un número dedicado a Euler, que me hubiera encantado comprar, pero que no
habían traído.
En la siguiente bolsa vienen tres novelas y la adaptación de
un poema clásico. La primera novela que aparece es El Golem de Meyrink. La compré por dos razones: una porque Borges habla
muy bien de ella, siempre; la otra porque me llama mucho la atención el mito de
la creatura que destruye al creador. La segunda novela es El lecho de Procusto de Camil Petrescu. Por lo que pude ver del
libro y de su autor, al que desconocía, se trata de un gran escritor rumano de
la talla de Cioran o de Ionesco, pero con la desventaja frente a ellos, de no
haber escrito más que en Rumano y no en francés. La novela es una narración
desde cuatro puntos de vista, el de los cuatro personajes del relato, que
platica cada uno su parecer. Me pareció que sería algo así como “El Cuarteto de
Alejandría”, en un solo volumen. Sigue un libro que me parece interesantísimo Homero, Ilíada de Alessandro Baricco.
El libro surge de una idea de su autor de leer en público el poema homérico, lo
que lo lleva a tener que preparar una adaptación que lo permitiese (la versión
original hubiera necesitado de 40 horas de lectura). De Baricco había leído
antes “Seda”, así que un autor que me gusta y esa idea de adaptar un texto
clásico despertaron mi curiosidad. El último libro de este paquete es Número cero, la novela de Umberto Eco
de la cual saqué hace unos días la cita que publiqué en mi Fb: “Si quieres ganar, tienes que concentrarte en
un solo objetivo, y más te vale no perder tiempo en saber más: el placer de la
erudición está reservado a los perdedores”. El hecho de que lo que he leído
de Eco, antes, me ha gustado y el texto ya comentado me parecieron suficientes
razones para adquirirlo.
En la última bolsa vienen: un libro de divulgación de la
ciencia, dos de historia y uno de lógica. El de divulgación de la ciencia se
llama El último alquimista en Paris y
otras historias curiosas de la química. Lo compré porque aunque la química me gusta, es una ciencia de
la que desconozco muchas cosas. El de lógica, es un libro que leí hace años,
como estudiante de la Facultad de Ciencias y que regalé o perdí. Como lo
añoraba, al verlo reeditado lo compré. Total, qué son 35 pesos, que ese fue el
precio que pagué por El juego de la
lógica de Lewis Carroll. Los dos
libros de historia están escritos por mexicanos, el primero es de Enrique
Krauze y se llama Redentores. Ideas y
poder en América Latina. Trae biografías de personajes como Martí
(nuevamente), Vasconcelos, Paz, Chávez, Eva Perón, el Che, García Márquez o
Vargas Llosa. Un libro que se puede leer aleatoriamente y que además estaba en
85 pesos. El último en salir, de los libros de la compra de este año, es La imaginación y el Poder. Una historia
intelectual de 1968. Lo compré por varias razones: su título alude a una de
las pintas más famosas del movimiento estudiantil en Paris en 1968, “La
imaginación al poder”. Su autor, Jorge Volpi, es alguien a quien sigo regularmente los
sábados en su columna del Reforma. Volpi es una persona con puntos de vista
originales y bien documentados. De él había leído antes “En busca de Klingsor”,
novela sobre la historia de la bomba atómica. Otra razón más para comprar el
libro de Volpi sobre el 68 es que él no pertenece a la generación que lo vivió
y eso puede darle una ventaja de objetividad frente a las fuentes que consulta.
Me gustaría haber comprado más libros para seguir hablando
de las esperanzas que sus títulos, autores y temáticas nos despiertan, aún
antes de leerlos, pero ya no hay. Continuaremos probablemente el año entrante.
Disfruté mucho esta lectura. Sobre todo el tema de Divulgación. Es fascinante como podemos hacer conexiones temáticas. Me transporté un poco a cada título y sembraste en mi, las ganas de leerlos y conocer más de los autores. Y la idea de compartir el contenido de las "bolsas" me divirtió e intrigó. Agradezco tu persistencia por querer "despertar" conciencias e invitarnos a abrir las puertas hacia la literatura. ¡Sigue provocandonos! Gracias
ResponderEliminar