¿Por qué
recibieron el Premio Nobel de física los 3 premiados de 2016? Aunque el
enunciado oficial parece complicado, el motivo del premio puede enunciarse de
manera que prácticamente cualquier persona lo entienda: “Por predecir nuevas
formas de agregación de la materia”.
La manera
como los átomos se unen para formar la materia es la que determina su estado de
agregación. La mayoría de las personas identifica
tres formas de agregación de la materia, que son los sólidos, los líquidos y
los gases. Algunas personas reconocen una cuarta forma, que son los plasmas.
En los
gases las fuerzas que mantienen unidas a las moléculas es muy débil, en
comparación con las que los mantienen unidos en un sólido. En un líquido la fuerza
que mantiene unidas a las moléculas tiene una intensidad intermedia a las de
los otros dos estados de agregación.
Cuando a
un material en uno de estos estados, se le agrega energía (o se le resta) puede
llegar a cambiar su estado. Es así como un sólido se vuelve un líquido o un gas se licúa. A estos cambios de
estado se les llama transiciones de fase, identificando al estado líquido, gaseoso,
o sólido con una fase.
Sin
embargo estos estados no son las únicas fases de la materia. En general una
fase está asociada con una manera particular de acomodarse los átomos en un
material y si, en un mismo sólido, lo
hacen de manera diferente, ese sólido presenta dos fases distintas. Un ejemplo
es el carbono que puede presentarse como sólido en una estructura de grafito,
de carbono o de fullereno.
La manera
en que se acomodan los átomos para formar un sólido (o un líquido o un gas) definen
propiedades importantes como su conductividad eléctrica y térmica. El hecho de
que un material sea conductor, semiconductor o aislante tiene que ver con la
forma como están acomodados los átomos, es decir tiene que ver con la fase.
El
templado y otros tratamientos térmicos que se aplican a los metales, tienen
justamente como objetivo cambiar las propiedades físicas del sólido (asociadas
a la manera como los átomos están acomodados) sin cambiar sus propiedades
químicas. Es decir el metal no cambia, pero si sus propiedades físicas, como
dureza, conductividad…
Muchos
fenómenos interesantes están asociados a transiciones de fase, por ejemplo la
transición de un material a un estado de súper fluido o a un estado de superconductividad que
consisten en un aumento de la conductividad eléctrica en el segundo caso y una
disminución de la viscosidad, en el primero.
Propiedades
como la conductividad o la viscosidad, conocidas como coeficientes de
transporte, varían cuando las
dimensiones de los materiales disminuyen hasta que se convierten en nano materiales,
como el grafeno, cuyo estudio por cierto está asociado también al otorgamiento
de un premio nobel reciente.
El
estudio de la conductividad eléctrica en nano materiales, de prácticamente una
sola capa de átomos llevó a dos físicos de Birmingham, David Thouless y Michael
Kosterlitz, a principios de los años 70 del siglo pasado, a tratar de entender
por qué está propiedad cambiaba de manera discontinúa. En un momento la
conductividad tenía un valor y en seguida era del doble, sin pasar por valores
intermedios.
Estos
saltos en los valores de la conductividad se asociaron a transiciones de fase,
es decir a reordenamientos de los átomos en las delgadas capas del material. La
forma en que lo hacían, era totalmente desconocida en esos años y justamente
Thouless y Kosterlitz propusieron un mecanismo para explicarlo. A este tipo de
transiciones se les conoce como transiciones K-T, por las iniciales de los dos
científicos y a las nuevas formas de acomodarse la materia, les llamaron fases topológicas.
El origen
del nombre viene de la matemática que está involucrada en el estudio de la
mecánica cuántica que describe esos fenómenos.
Todo esto
en los años 70 y 80 del siglo pasado. Incluso
en 1985 el físico alemán Klaus von Klitzing, recibió el Nobel por su estudio
del efecto Hall cuántico, realizado en 1980. El experimento consistía en
estudiar la conductividad eléctrica en una capa de muy pocos átomos de espesor
y que se coloca en un campo magnético.
Este
experimento de acuerdo a lo que menciona Jainendra k. Jain en su libro
“Composite Fermions”, inició un nuevo campo de la física: “Las dos y media
décadas anteriores han presenciado el nacimiento y evolución de un nuevo fluido
cuántico que ha producido algunas de las más profundamente bellas estructuras
en física. Este fluido se forma cuando los electrones se confinan en dos
dimensiones, enfriados a una temperatura absoluta cercana al cero absoluto,
sometidos a un fuerte campo magnético”. A estos nuevos fluidos se le llamó fluidos
cuánticos topológicos.
Duncan
Haldane, el tercer galardonado con el Nobel en 2017 -junto con Thouless y
Kosterlitz- predijo que fluidos cuánticos topológicos, como los que aparecían
en el estudio del efecto hall, podían formarse en capas muy delgadas de superconductores,
aun sin la presencia de un campo magnético. En 2014 fue posible, enfriar capas
muy delgadas de conductores y realizar el experimento que confirmó la
predicción teórica del hoy premio Nobel.
Una vez
que se conoció la existencia de estos nuevos estados topológicos, se empezaron
a identificar otras circunstancias en las que la materia se encontraba
organizada de esa forma. Una notable es la de las cadenas de imanes atómicos.
En el
nivel microscópico existen dos tipos de imanes atómicos, los imanes pares y los
imanes nones. Haldane demostró que una cadena de imanes pares tiene una
estructura topológica; mientras que otra formada por imanes nones, no la tiene.
Sin lugar
a dudas se seguirán descubriendo este tipo de estructuras en otras situaciones y pronto habrá aplicaciones tecnológicas
derivadas de sus propiedades para conducir la electricidad.
Todo esto
es realmente muy emocionante, no hay duda que el mundo de los nano materiales
es el verdadero país de las maravillas.
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