Me deja Juan Manuel Torres, profesor
del departamento de física, el siguiente comentario en mi entrada anterior:
Y que más?. Contemplo que a muchos
no les agrada la manera de seleccionar un candidato, ¡¿imaginarse
que fuese por elección?!,me agradaría que Dr Fernández comentaras
las posibilidades de incidir en las decisiones de la H Junta de
Gobierno.
Empecé a escribirle una respuesta en
el mismo espacio donde me dejó la pregunta, pero mi contestación se
fue extendiendo y extendiendo, al punto que decidí mejor ponerla
como otra entrada, que puede ser considerada continuación de la
anterior. Les comparto lo que escribí para responderle a Juan
Manuel.
Varias ideas medio desordenadas me
vienen a la cabeza al leer tu comentario. La primera la de la
elección directa, que supongo es a lo que te refieres cuando dices:
“¡¿imaginarse que fuese por elección?!”, porque por elección
ya es, la Junta lo elige. Lo elige, de una terna elaborada por el
rector, a partir de una lista elaborada por el secretario general,
con base en los nombres que la comunidad de la dependencia le hace
llegar, en respuesta a una convocatoria.
Lo que podemos imaginar es qué pasaría
si en vez de ese mecanismo tuviéramos uno de votación directa. Creo
que podemos hacernos una idea, viendo lo que ha ocurrido cuando se
eligen, por ese método, a los representantes de los profesores al
consejo técnico, al consejo universitario, a las comisiones
dictaminadoras o a los consejos académicos de área.
Ya conoces los casos de las comisiones
dictaminadoras y consejeros técnicos y de área de
fisicomatemáticas, así que no voy a insistir en ellos. Veamos,
mejor, lo que pasa a la escala de la escuela completa. Hace un par de
años hubo elección de consejeros universitarios; de un lado se
presentó un académico que hoy es SNI nivel 3, en ese momento no sé
si ya lo era. Por el otro, el actual consejero del que desconozco sus
logros académicos, más allá de que ha ostentado puestos de
“elección popular” o de funcionario. Es decir se parece más a
un político, que a un académico.
Por cierto, su actual suplente en el
cargo, es uno de los integrantes de la terna. Así que si la elección
fuera por voto directo, uno podría pensar que esa maquinaria de
voto, que ha montado la gente del departamento de matemáticas,
terminaría por afectar a la escuela entera. Imagínate la Facultad toda, a la imagen y semejanza de los departamentos de física y
matemáticas. A mí, no me gustaría que la elección de director
fuera por votación directa.
Habría que verificar el dato, pero me
parece que desde finales de los años ochenta, todas las votaciones
para Consejo Universitario de la FES C, las ha ganado el candidato
apoyado por el grupo de matemáticas.
Gracias al abstencionismo, al desánimo
o a la corrupción, los mecanismos de votación directa permiten que
grupos minoritarios, pero muy bien organizados (o coercionados)
puedan, con un porcentaje de los votantes de alrededor del 20 % ,
ganar las elecciones y hacerle la “vida de cuadritos”, al otro
80 % desorganizado. Estoy seguro que se te ocurren ejemplos.
Otro riesgo de ese método, de elección
por voto directo, es la movilización de funcionarios, que la
administración en turno puede realizar para apoyo de sí misma, en
el caso de una reelección, o de un supuesto delfín. También estoy
seguro se te ocurrieron ejemplos.
¿Cuál es la alternativa? Un mecanismo
de elección indirecta. Hay varias posibilidades, una de ellas es la
del sistema electoral estadounidense, donde los ciudadanos votan por
electores y los electores son quienes votan por el presidente. Un
sistema por el estilo, aunque más complejo es el que tenemos en la
UNAM. Los directores, de dependencias como la FES Cuautitlán, son
elegidos por un consejo de electores, que se llama Junta de Gobierno.
La Junta está conformada por 15
miembros, el mecanismo por el cual se elige a los miembros de la
Junta se describe en los artículos 4o y 5o de la Ley Orgánica de la
UNAM. En mi opinión la idea es tratar, justamente, de evitar que se
conformen, dentro de la Universidad, el equivalente a partidos
políticos que para ganar elecciones recurran al largo arsenal de
trucos que ha desarrollado la política nacional. Y es que en la UNAM
la política debería ser distinta.
En la UNAM todos somos iguales, o
deberíamos serlo, desde el punto de vista del derecho; pero, aunque
suena muy feo decirlo, no todos somos iguales académicamente.
Seguro, se te volvieron a ocurrir ejemplos. No se trata de ser
clasista, ni elitista. Se trata de no ser demagogo, ni populista.
Quien te diga que todos en la UNAM son iguales académicamente, te
esta mintiendo, consciente o inconscientemente.
También es cierto que entre los grupos
de académicos prominentes – y a veces no tan prominentes- existen
intereses políticos y que la conformación de la Junta de Gobierno,
en ocasiones pueda resultar cuestionable. Con todo, me parece
preferible, como mecanismo de elección del director de una
dependencia, la decisión de la Junta de Gobierno, que el voto
directo. La Junta tiene al menos que consensuar quince voluntades, de
quince diferentes visiones de la Universidad.
Hasta aquí con la elección mediante
voto directo, veamos ahora la segunda parte de tu pregunta, la de
cómo incidir en sus decisiones.
Siento que una de las razones por las
que muchas veces se critica, el mecanismo de elección de la Junta de
Gobierno, es porque uno siente que el peso que su opinión
individual, puede tener es muy pequeño. Antes de tratar de responder
a cómo incidir en las decisiones de la Junta, déjame decir como
creo que no se puede incidir.
- No se puede incidir de manera que parezca que se altera el principio de autoridad.
- No se puede incidir mediante acciones o críticas escandalosas, aunque pudieran ser justas..
- No se puede incidir mediante acciones que se asemejen a las de las elecciones por voto directo, es decir mediante la "compra" de voluntades, la movilización masiva de “simpatizantes”, etc.
Se puede incidir mediante
argumentaciones razonadas, que den a los integrantes de la Junta una
idea real, no sólo de los candidatos (los simpatizantes de un
candidato siempre van a hablar bien de él), sino de la situación de
la dependencia que va a dirigir. De lo que significaría para esa
dependencia la elección de uno u otro de los candidatos.
Pero el análisis de la situación
político académica, a veces no se nos da. Preferimos por flojera,
por incredulidad, por “cultura” política nacional; los otros
métodos que he mencionado para NO incidir en la Junta.
El tema, como ves, es largo y voy a
concluir ya, antes de terminar con un tratado . Termino puntualizando
que en lo que he dicho hasta aquí, hay temas que son totalmente
generales a toda la UNAM y otros que solo aplican al caso particular
de la FES C. Obviamente estos segundos, están inspirados en el
proceso, que en estos días vive la facultad.
Sé, porque te ví en una de las
reuniones con los miembros de la Junta de Gobierno, que has hecho
llegar tu opinión. No te puedo decir que espero que sea obedecida ni
acatada por la Junta, porque no se opina para dar instrucciones, sino
para contribuir a mover el fiel de la balanza al punto donde
consideramos que se encuentra lo mejor para la dependencia.
Ojala
nuestras opiniones, por ser razonadas, puedan aumentar su peso
específico.
Espero haber respondido lo que querías saber. Me hubiera
gustado detallar cómo veo la dependencia, pero ya sería demasiado. En
éste blog hay muchos ejemplos de como la percibo.
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