Los mil y un rumores.

En la entrada anterior hablábamos de las mil y una noches, hoy lo hacemos de los mil y un rumores. El fenómeno del rumor es muy interesante porque da una idea de las sociedades en donde florece. El rumor tiene su origen en algún hecho real que se deforma y que medra entre quienes están dispuestas a aceptarlo, transmitirlo y acrecentarlo.  Es decir en sociedades donde el  morbo y la curiosidad son más grandes que el acceso verdadero a la información y a la capacidad de análisis.

La Fes Cuautitlan, mi querida Fes Cuautitlan, ha sido un campo fértil al rumor, desde hace muchos años. Se debe en parte a su carácter provinciano, a su relativo desconocimiento de los verdaderos mecanismos del poder y a su aislamiento geográfico. Recuerdo los rumores que cada tanto circulaban, en épocas de Keller de que había sido nombrado en un puesto importante en CU, de que iba a renunciar, de que lo nombraban vicerrector, etc. etc.

Estos rumores tenían su origen en una real relación entre el rector de entonces, José Sarukhan, y Jaime Keller, que la imaginación popular hacía omnipotente. Como si las decisiones de un rector dependieran nada más de su voluntad y como si la voluntad se rigiera solo por el afecto y como si el afecto fuera tan grande.

El rumor crecía y se propagaba gracias al miedo que les infundía a algunos esa posibilidad y al perene  interés en el cambio de director que hay en la Facultad.

Estos días otro rumor recorre la FESC, el de la visita de Peña Nieto. La versión que yo oí lo platica así: “Suemi invitó a Peña Nieto a la inauguración del hospital de equinos y él ya aceptó venir”

Algún hecho real debe estar en el origen del rumor, pero analicémoslo un poquito. A un gobernador no se le invita a una inauguración, se le invita a inaugurar. La fecha de la inauguración y el protocolo corren a cargo del equipo del gobernador, que fija la agenda,  no de la dirección de la FESC. Segundo punto, a un gobernador no lo invita un director de Facultad, lo invita el rector. Imagínense la reacción del rector si alguien le dice que Peña Nieto va a ir a la FES Cuautitlan y el no estaba enterado. El personaje central de la invitación en este caso es el rector, no el director de la Facultad. 

Para continuar, una invitación a un gobernador, que es prácticamente un candidato a la presidencia, se vuelve algo sumamente complejo y peligroso. No olvidemos que hace poco el rector recibió críticas de varios columnistas por no haber dicho prácticamente nada de la agresión que sufrió Francisco Labastida en una frustrada visita a Ciudad Universitaria.  ¿Va el rector a arriesgarse a que el virtual candidato presidencial del PRI reciba alguna agresión, con tal de que inaugure él, el hospital de equinos?  

Obviamente a cualquier director con aspiraciones políticas lo favorece acercarse a una figura política poderosa, pero por qué habría la figura política de acercarse al director? ¿Por acercarse a la comunidad universitaria? Cuando llegue el momento de entrar en la campaña real lo podrá hacer, en la misma Ciudad Universitaria posiblemente. La única razón posible que se me ocurre es que Peña Nieto sea un enamorado de los caballos, que en alguna plática le hayan comentado del hospital que está por inaugurarse y él se haya sentido motivado a conocer el sitio. 

Pudiera ser, pero a riesgo de equivocarme, creo que se trata de un rumor más de los que nutren nuestra fantasía, nuestra falta de verdadera información y nuestros miedos de que Suemi sea tan poderosa que pueda convocar al candidato a la presidencia que mas se menciona.

Los rumores no son las mil y una noches, pero se podría escribir con base en ellos otro libro de cuentos.